BUENO, bueno, BUENO, YO creo que la conducta sexual de los humanos en algunos casos es muy dificil de clasificar y ni los cientificos la pueden entender.. Los homosexuales en cada caso aunque parecen iguales no lo son y varian entre ellos su conducta social y sexual, por eso es que la bandera gay esta llena de colores , representando la variedad que existe entre ellos.
No son gays. Que no. Ya sabemos que hace unos días os decíamos que no se convierte en gay a un hetero, sino que se le saca del armario. Pero resulta que hay evidencias científicas de lo contrario. Al parecer un hombre hetero puede tener sexo con otro hombre y seguir siendo totalmente hetero. O eso es por lo menos lo que mantiene el sexólogo Joe Kort en su web ‘Straightguise’ (guisa o apariencia heterosexual). Este estudioso defiende que hay algunas razones por las que un hombre que no tiene nada de gay (pero que absolutamente nada) puede estar dispuesto a tener sexo con otros hombres. Aunque eso sí, se apresura a aclarar que esto es independiente de que existen hombres gays y de que la orientación sexual es algo que viene dado desde el nacimiento. Vaya, que no se trata de terapia reparativa, de convertir en heteros a los gays. El propio Kort advierte de que ese tipo de terapias son perjudiciales. Lo suyo va por otro lado. “La diferencia es preferencia sexual contra identidad sexual. La preferencia sexual va acerca de varios deseos, posiciones y fantasías mientras que la identidad sexual va acerca de cómo uno se identifica en términos de hetero, gay o bisexual”, explica.
Kort, que además de psicoterapeuta es abiertamente gay, relata que acuden a su consulta muchos hombres hetero angustiados por la posibilidad de que sean gays y ha llegado a la conclusión de que en muchos casos estos pacientes siguen siendo heteros. Aunque les guste echar una canita al aire con otro tío. Según explica su web “intenta ayudar a los lectores empezando por separar los dos tipos de hombres en el mundo: Hay hombres que son gays y bisexuales y hay hombres heteros que buscan sexo con otros hombres”. De manera que Kort enumera once motivos por los que un hetero puede buscar sexo con otros tíos (y disfrutarlo). Pero insiste en que esto es independiente de un hombre gay que ha nacido como tal. El homosexual no lo es por ningún motivo externo.
Veamos esos motivos y la explicación de Kort:
1. Haber sufrido abusos sexuales en la infancia por parte de un varón. Según Kort revivir aquellos sucesos es una manera de intentar sanar el dolor psíquico que les produjo.
2. Ser trabajador sexual. Un prostituto puede acostarse con otro tío por dinero sin ser gay. Pero el deseo sexual les funciona por impulso de la líbido, de manera parecida a lo que ocurre al masturbarse. También se puede aplicar a actores porno que trabajan en películas gay, pero que no se sienten sexualmente atraídos por hombres.
3. El gusto por experimentar. Hay hombres a los que les gusta experimentar todo tipo de sensaciones sexuales, también las gays.
4. El juego sexual en la adolescencia. Probar las primeras experiencias sexuales con alguien de tu mismo sexo, como un juego o por mera satisfacción sexual, no cuenta como ser gay.
5. Falta del padre. O falta de afecto por parte del padre. Estos hombres heteros buscan en otros hombres ese cariño que les falta.
6. Atracción sexual. Entrarían aquí los hombres que se excitan sexualmente con los hombres, pero se sienten atraídos emocional y románticamente por mujeres.
7. El narcisista. Les encanta que se fijen en ellos y les da igual si es un tío el que se muere por sus huesos.
8. Adicción sexual. Este tipo de hombres necesitan sexo, sin importar con quién.
9. El complaciente. Este entra de lleno en el terreno de las fantasías. Le gusta que su pareja (una chica) le humille “obligándole” a tener relaciones con otro tío. De lejos, el tipo más rebuscado.
10. El exhibicionista. El tipo macho de gimnasio que ‘coquetea’ con otros tíos por que le gusta exhibir lo fibrado que está. Sería parecido al narcisista.
11. Por obligación. El clásico de las cárceles o los hombres que sirven en la Marina y acaban satisfaciendo sus necesidades con sus compañeros. Como decía un amigo mío, en tiempo de guerra todos los hoyos son trincheras.
Las ideas de Kort son compartidas por otros psicólogos y profesionales. Aquí en la redacción un compañero tiene una teoría propia: La teoría de la paja, por la que tu orientación sexual no vendría dada por la gente con la que te acuestes, sino por el sexo en que piensas cuando te masturbas. El debate está servido.
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