Escolares ugandeses se manifiestan contra la homosexualidad en Kampala.
*Existe una clara relación entre las iglesias evangélicas conservadoras estadounidenses
y la cada vez mayor homofobia que se respira en muchas partes de África subsahariana.
Por: Chema Caballero Tradicionalmente, las iglesias evangélicas africanas se han aferrado a la Biblia y a la ortodoxia al mismo tiempo que mostraban una vertiente social progresista en cuestiones como la pobreza o la liberación nacional, por lo que les era muy fácil alinearse junto a las iglesias occidentales más liberales. La mayoría de ellas jugaron un papel muy importante apoyando la lucha por la independencia de sus respectivos países.
Sin embargo, a lo largo de los años, su apego a la ortodoxia religiosa representó una oportunidad para el desembarco de las iglesias estadounidenses más conservadoras (muchas de las cuales habían apoyado regímenes que proclamaban la supremacía blanca en África o partidos contrarios a la independencia de las antiguas metrópolis).
Aferrándose a esa ortodoxia, estás iglesias juegan con los africanos haciéndoles ver la lucha contra homosexualidad como una resistencia al dominio de occidente y a la imposición de su modelo cultural (ellas que en los años de la lucha contra el colonialismo defendieron la superioridad de Occidente) y no tanto como una declaración acerca de la sexualidad humana. Al mismo tiempo, las campañas promovidas por estas iglesias a lo ancho de todo el continente a favor de los “valores familiares” se centran en la idea de la importancia de la familia y la procreación en África. No se puede negar que tradicionalmente en ese continente la “familia” expresa la idea de que ser es ser parte de la comunidad humana. Los valores tradicionales africanos también valoran la procreación.
Las iglesias conservadoras estadounidenses ha desembarcado en el continente, en esta nueva fase de su evangelización, acompañadas de grandes proyectos de ayuda social, escuelas bíblicas y materiales educativos. Medios de los que se sirven para advertir de los peligros de los homosexuales al mismo tiempo que se presentan como los verdaderos representantes del evangelismo marginando y excluyendo, de esta forma, a las iglesias tradicionales que tienen más arraigo y tradición en el continente. Gracias a las grandes sumas de dinero de las que disponen, las iglesias conservadoras están provocando que los líderes religiosos africanos rechacen la ayuda de las iglesias tradicionales (que normalmente requiere proyectos escritos, planes de trabajo y supervisión) a favor de la asistencia que ellas ofrecen sin requisitos ni control y que permite que mucha de ella termine en los bolsillos de los obispos o pastores locales.
Así, poco a poco, estas iglesias van comprando alianzas e imponiendo su visión. Por ejemplo, la Providence Christian Church de Holland, Michigan (EE.UU), a pesar de no pertenecer a la misma familia, desde 1998 dona fondos a la Iglesia anglicana de Uganda, especialmente para salarios.
La mayoría de las personas identifican iglesia evangélica con iglesia protestante, no distinguiendo entre las denominaciones tradicionales como anglicanos, presbiterianos, baptistas, luteranos… y las iglesias conservadores estadounidenses que poco comparten con las anteriores.
Para mejor propagar su doctrina, estas iglesias conservadoras cuentan con dos potentes redes de radio y televisión en África subsahariana: Christian Broadcasting Network (CBN) y Trinity Broadcasting Network (TBN). Además cuentan con una extensa obra social que se materializa en orfanatos, escuelas, universidades, servicios de préstamos y ahorro… Canalizadas principalmente a través de agencias como World Vision, Five Talents... De este modo, los tentáculos de los cristianos conservadores estadounidenses y su visión sobre la homosexualidad llegan a todo los rincones de África.
Basado en esta historia, el documental God Loves Uganda (Dios ama a Uganda), explora el impacto que este tipo de evangelismo conservador está teniendo en la cultura de Uganda. Pone de relieve que los misioneros evangélicos y los fondos de ayuda llegan al continente y junto a ellos la influencia de las políticas estadounidenses más conservadoras. Que La pregunta que subyace en la cinta es: ¿qué significa esto para la comunidad de lesbianas, gais, bisexuales y personas transgénero de Uganda?
El documental pone de manifiesto la campaña evangélica para cambiar la cultura africana con valores importados de la derecha cristiana estadounidense. Las cámaras siguen a líderes religiosos africanos y estadounidenses pertenecientes a la Internacitional House of Prayer que luchan contra la “inmoralidad sexual” y misioneros de a pie que intentan convencer a los ugandeses de que sigan la ley bíblica al mismo tiempo que promueven la ley ugandesa contra la homosexualidad, que fue presentada en 2009 y está todavía pendiente de discusión en el Parlamento, que incluye la pena de muerte para gais y lesbianas.
El documental está producido y dirigido por Roger Ross William y aquí podemos ver un tráiler del mismo.
Estamos hablando de una comunidad que todavía sigue sufriendo mucho. La policía, con bastante frecuencia, conduce redadas en fiestas y acontecimientos organizados por homosexuales y estos son, normalmente, repudiados por sus familiares y amigos. Además tienen que enfrentarse a continuos actos de violencia y acoso por parte de la población en general, en muchas ocasiones instigados por pastores afines a las iglesias evangélicas conservadoras.
y la cada vez mayor homofobia que se respira en muchas partes de África subsahariana.