son una población poco conocida a quien un cineasta les ha dado voz.
Pandilleros gays, un grupo poco conocido
Por Enrique AcevedoUnivision Noticias Sergio Romero y Sisco Ríos eran miembros de pandillas rivales en Los Ángeles, California. Sin embargo, ninguno de los dos imaginó que esa rivalidad se transformaría en una alianza única: el amor.
Ambos ocultaban un secreto que, de haberse revelado, les hubiera podido costar la vida. En el mundo de las pandillas, “no aprueban la homosexualidad. Había mucho abuso emocional”, recuerda Romero.
Tanto Sergio como Sisco ingresaron en l mundo de las pandillas desde muy jóvenes.
Sergio asegura que su madre prefería verlo en una pandilla antes que tener que aceptar su homosexualidad.
“Lo más reciente que he escuchado de mi madre es que me dijo que soy una porquería”, agrega con dolor.
Para Sisco, por otra parte, el mundo criminal era su forma de ser aceptado y aparentar ser heterosexual al mismo tiempo. “Ocultarlo era bien fácil en ese mundo”, dijo Ríos.
Los pandilleros gay enfrentan estereotipos de la cultura de la que provienen, y la presión de mantener la postura de hombres rudos y violentos que exige el grupo social al que pertenecen.
“Teníamos una pandilla de mujeres y otra de hombres con el mismo nombre. Una de las chicas era lesbiana y fingíamos ser pareja. Ella me cubría y yo a ella”, agrega Ríos.
Dino Dinco es el director de Homeboy, un documental que explora las vidas de seis hombres hispanos quienes formaban parte de pandillas al mismo tiempo que vivían una lucha interna contra su verdadera identidad.
El joven cineasta cree que Sergio y Sisco forman parte de una población poco representada y conocida, y quiso llevar sus historias personales a la pantalla grande.
“Creo que el documental no solo ayuda a mujeres y hombres gay, sino también a los heterosexuales, para que los puedan entender”, comentó Dinco.
De acuerdo a un reporte de la universidad de California, existen aproximadamente nueve millones de homosexuales en todo el país. Sin embargo es muy difícil conocer el número exacto de pandilleros gay, ya que la mayoría no acepta su orientación sexual. Un informe presentado ayer asegura que entre los hispanos son 1.4 millones los que reconocer ser homosexuales.
En la actualidad Sisco tiene una pareja y dice sentirse aliviado, lejos de la vida de las pandillas y también de la discriminación que sufría. “Me siento muy bien, porque mi familia me apoya, me quiere incondicionalmente y aman a mi pareja. Se siente uno muy bien”, cuenta.
Para Sergio Romero, las cosas también han mejorado. Ahora tiene un trabajo estable y va a la universidad; aunque todavía no ha podido alcanzar el que por años ha sido su mayor anhelo en la vida.
“La oportunidad de tener familia. Pero ahora que soy abiertamente gay y lo saben, no veo la esperanza de tener a mis padres de vuelta en mi vida”, concluyó.