El gran país asiático, de historia milenaria, siempre fue tolerante
con la homosexualidad desde la más remota antigüedad.
Sin embargo, con la llegada de los europeos, todo cambió.
Por José Luis Villalobos
La historia de la homosexualidad en China comienza por admitir que ninguna de las tres religiones que han influido en China durante milenios, confucionismo, taoísmo y budismo, condena específicamente la homosexualidad. Por tanto, no ha habido ninguna condena expresa, como sí ha ocurrido en el mundo occidental por parte de la religión cristiana y otros sectores.
Es interesante destacar que el taoísmo, doctrina filosófico-religiosa fundada por Lao Tsé entre el siglo VI y IV a.C. (en la época de Sócrates y Platón), establece que en la vida hay que mantener el equilibro entre el yin y el yang, energías femenina y masculina. Por tanto, el taoísmo considera que la armonía en las relaciones homosexuales viene dada porque uno de ellos tiene más energía femenina.
Antiguamente se referían a la homosexualidad con términos poéticos como: "pasión de la manga cortada" o "melocotón compartido", pero los términos para las relaciones homosexuales entre hombres son tongxínglían y para los gays, como individuos, tóngxínglían zhê. Tóngzhí vendría a significar compañero; aunque hay otros términos más modernos. Por otra parte, las relaciones entre mujeres se les denomina lzi o ll, la abreviación de la transliteración china del término lesbiana.
Como aparece en las imágenes, las representaciones artísticas homosexuales de jóvenes manteniendo relaciones eran relativamente habituales. También aparece amor homosexual en parte de la poesía y literatura china. A destacar A la orilla del agua (siglo XIII), una historia sobre los estrechos lazos de la mistad masculina, especialmente entre los soldados durante la guerra; y también Sueño en el pabellón rojo, donde se detallan relaciones homosexuales y heterosexuales.
A su vez hay tradición en la literatura erótica, aunque esta ha sido más difícil que llegue a nuestros días debido a que tenían poca extensión (no todos la podían conseguir) y a las quemas de libros llevadas a lo largo del siglo XX.
La homosexualidad en China es conocida desde la antigüedad. De hecho, los historiadores han detallado que la homosexualidad masculina era frecuente en las cortes de los emperadores chinos de las dinastías Han, Song, Ming y Qing. Más desconocidas nos son las prácticas entre las clases populares. Pero la conclusión es simple: ser gay nunca fue perseguido, aunque en algunas áreas y sectores sociales estaba más arraigado que en otros.
Aunque tras la llegada de los europeos a partir del siglo XV, portugueses, holandeses e ingleses sobre todo, estos primeros comerciantes comenzaron a establecer misiones cristianas en territorio chino. Conforme pasaban los años y ganaban más fieles, la sociedad china se fue impregnando de esta notable influencia de la cultura europea. Por ello, la primera ley contra la homosexualidad en China se estableció en 1740, aunque no hay constancia de que se pusiera en práctica.
Esto fue creciendo a lo largo de los siglos siguientes, sobre todo en el XIX y XX, cuando, finalmente, tras la creación de la actual República Popular China en 1949 por Mao Zedong, la tolerancia social había cambiado, declarándose a la homosexualidad clandestina. El régimen comunista persiguió duramente a los homosexuales. La prisión, la castración forzosa e incluso la muerte eran las penas que se les impusieron.
Con la muerte de Mao en 1976, el régimen chino se fue modernizando y abriéndose al mundo exterior. Con ello la represión contra los homosexuales fue cambiando progresivamente. Una dura lucha por parte de la comunidad LGTB china alcanzó en 1997 el éxito, al lograr despenalizar a la homosexualidad; y en 2001 al eliminarla de la lista de enfermedades sexuales. Es un triunfo notable, pero aún les queda lucha por delante.