El número de personas afectadas por esta enfermedad supera ya
los 40 millones y la mayoría de ellas habitan en países en vías de desarrollo.
El primero de diciembre es el Día Mundial del Sida
POR BELÉN GONZÁLEZ
Cada 1ro de diciembre se conmemora el “Día Mundial de la Lucha contra el Sida”, una fecha en la que se aúnan esfuerzos para generar una mayor conciencia sobre el impacto del Virus de Inmunodeficiencia Adquirida. En esta jornada, un trocito de cinta roja doblado se convierte en símbolo de solidaridad y apoyo a quienes, directa o indirectamente, se han visto afectados por esta enfermedad.
Estadísticas recientes confirman que, en EEUU, la cifra annual de nuevas infecciones por VIH ha permanecido relativamente estable. Se estima que cada año unos 56.300 estadounidenses contraen la infección y al menos 18 mil mueren por esta causa. Pero en otras zonas del mundo, como el territorio africano, las cifras resultan realmente alarmantes, no en vano se habla de la peor pandemia que ha enfrentado la humanidad.
Mucha gente cree que el sida es una enfermedad causada por el virus de inmunodeficiencia humana, pero esto no es así, pues esta patología es simplemente la expresión de una inmunosupresión que aumenta las probabilidades de que un portador del VIH desarrolle dolencias provocadas por infecciones que, en personas con sistemas inmunes normales, no se presentarían. Entre estas se encuentran la infección por Histoplasma, Toxoplasma y Candida albicans, microorganismos que funcionan como patógenos cuando el cuerpo se queda sin defensas. Eventualmente, un seropositivo desarrollará el sida en un lapso de aproximadamente 5 años y luego, morirá.
Se sabe con certeza que la infección por VIH se adquiere a través del intercambio de fluidos como la sangre, el semen, la mucosa vaginal y la mucosa anal. Otros fluidos como las lágrimas y la saliva contienen el virus en menores cantidades, de manera que la probabilidad de transmisión por esta vía es prácticamente nula. Es por eso que, las formas más frecuentes de contagio, son el coito sin preservativo, el intercambio de jeringas y otros instrumentos punzocortantes, las transfusiones de sangre, y la vía perinatal.
Un poco de historia
La era del sida empezó oficialmente el 5 de junio de 1981, cuando los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EEUU convocaron una conferencia de prensa para describir cinco casos de neumonía por Pneumocystis carinii, en Los Ángeles. Sin embargo la pandemia actual arrancó en África Central, pero pasó inadvertida. La muestra humana más antigua de VIH fue tomada en 1959, y corresponde a un marino británico, quien aparentemente la contrajo en lo que ahora es la República Democrática del Congo. Otras muestras fueron encontradas en un hombre estadounidense que murió en 1969 y en un marino noruego que falleció en 1976.
En 1982, el nuevo y aún misterioso mal fue bautizado oficialmente con el nombre de Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, y seis años después, dos científicos franceses, Françoise Barré-Sinoussi y Luc Montagnier, del Instituto Pasteur, aislaron el virus y lo purificaron. Su descubrimiento permitió el desarrollo de un anticuerpo que abrió camino para la búsqueda de posibles tratamientos.
Y apareció una esperanza
Si bien el sida y la infección por VIH son incurables y eventualmente causan la muerte, existen tratamientos llamados “antirretrovirales” que han logrado aumentar la esperanza de vida de los portadores del virus, al tiempo de reducir la probabilidad de estos desarrollen infecciones oportunistas.
El común denominador de los tratamientos aplicados actualmente es la combinación de distintas drogas en una dosis comúnmente llamada "cóctel", remplazando la terapia tradicional de un solo fármaco que solo se mantiene en el caso de las embarazadas VIH positivas. Lamentablemente, aunque estos retrovirales no son accesibles para toda la población, se están dando grandes pasos en la lucha contra el sida, mientras el mundo espera el descubrimiento de una vacuna contra la enfermedad.
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