Isaac Delgado y el Médico de la Salsa, sin soga en casa del ahorcado
Por Camilo Ernesto Olivera Peidro/ Desde Cuba
El programa “Discoteca Popular”, de la emisora Radio Progreso, ya difunde grabaciones de cantantes cubanos que se fueron del país. Se han escuchado grabaciones de Blanca Rosa Gil, Olga Guillot, Orlando Contreras, Celia Cruz y Rolando Laserie.
Por otra parte, fue levantada, de manera parcial, la prohibición que excluía la obra autoral de otros músicos de la diáspora.
Antaño, esta censura, formó parte del diseño de la política de difusión musical, implantada por el COR (Centro de Orientación Revolucionaria), desde los años sesenta. Como consecuencia de esta normativa, se establecieron las denominadas “listas negras” que incluyeron a todos los músicos cubanos que emigraban, y también a los músicos extranjeros que se consideraban “hostiles” al régimen cubano.
Prohibidos Julio Iglesias y más
En este caso, fueron prohibidos en la radio cubana: Julio Iglesias, José Feliciano y Roberto Carlos. Recientemente, han estado suprimidos de la radiodifusión en la isla, Alejandro Sanz, Franco De Vita y Ricardo Montaner.
En la más reciente entrega de los Premios Grammy Latinos, se concedió uno por la obra de toda la vida al bajista y compositor cubano oficialista Juan Formell. Mientras tanto, las grabaciones de la que fue su esposa Mirtha Medina, no pueden radiarse en su país. Tampoco se pueden transmitir las de Donato Poveda, Annia Linares y Maggie Carles.
En tiempos recientes se ha dado un fenómeno entre el mercado de la música latina en los Estados Unidos y Cuba. Vale decir que es coyuntural, porque obedece a una relativa relajación de las tensiones políticas entre ambas orillas, que históricamente han propiciado los gobiernos demócratas desde Carter hacia acá. Sin embargo, en esta ocasión los ukases ideológicos del Raulismo han abierto un poco más las rejas.
Como resultado de esta, real o supuesta, apertura artistas residentes en Cuba están probando suerte en Miami, y otras ciudades del amplio mercado musical estadounidense. Otros como Isaac Delgado y Manolin “el médico de la Salsa”, retornan a la isla luego de años de ausencia. Tanya Rodríguez, estuvo de visita en La Habana y logro actuar en varios escenarios. En un principio hubo reticencia con ella por parte de los ukases, pero el velo de hierro se aflojo, y la dejaron cantar.
La cultura, y dentro de esta la música popular, siempre es terreno propicio para que los políticos de diverso signo jueguen a ganarse el favor del público. En este país, la política cultural podrá cambiar los métodos pero no su índole. No mientras esta política la dicte un solo partido en el poder. Del mismo modo que una dictadura deja de serlo cuando propicia el marco constitucional para elecciones libres, la cultura requiere del oxígeno que ella quiera respirar y no del que le administren desde un balón ideológico.
Cayeron en paracaídas
Isaac Delgado, Tanya o “Manolín”, no llegaron para recordarnos por qué tuvieron que irse un día a probar suerte en otro país. Eso sería mentar la soga en la casa del ahorcado. Se han dejado caer en un paracaídas nocturno, calibrando is las luces de la memoria emotiva de la isla están en sintonía con ellos. Sin embargo mucha agua ha corrido bajo el puente y el paisaje musical cambio. Lo que no ha variado es la dureza hierática de la política cultural del régimen. Es algo que, al parecer, los que retornan están intentando pasar por alto. O simplemente decidieron aceptar las reglas del juego que impone el sistema.
Este fin de año, la Gala que prepara Eusebio Leal, en la Plaza de la Catedral, la amenizará Isaac Delgado con su orquesta, una fabulosa cena, y baile por “módico precio” de 150 CUC, equivalente a $3600 pesos cubanos, o sea, casi un año de sueldo del cubano promedio. Será una cena para macetas y dirigentes.
En cuanto al Médico… Cuando se supo la noticia de que “Manolin” venía a residir en Cuba definitivamente, la mejor valoración del asunto me la ofreció un vendedor callejero de discos:” Ese va a virar a cantarle a esta gente (el gobierno) y se cree que lo van a asimilar tan fácil. Déjalo que choque con la dura realidad de que su tiempo paso, y esto aquí sigue igual o peor que cuando él se fue”.