COLEGAS denuncia el acoso y represión de los
opositores, activistas y periodistas independientes en Cuba
En esta ocasión, Mario José Delgado, uno de los históricos activistas LGBT fundadores de la Fundación Cubana LGBT Reinaldo Arenas, y ahora coordinador de la ONG LGBT Divina Esperanza, ha sido objeto de una brutal paliza por parte de delincuentes comunes ordenada por la policía política cubana.
La Confederación LGBT Española COLEGAS quiere denunciar el continúo acoso y represesión hacia los activistas LGBT en Cuba por parte del Estado y sus fuerzas de Seguridad. De las detenciones ilegales e impedir desarrollar actividades y actos que no estén organizados por el movimiento oficialista que controla la hija del dictador, Mariela Castro, a través de su CENESEX (Centro Nacional de Educación Sexual).
Ahora la policía política cubana está pasando a utilizar a delincuentes comunes como mano represora del activismo y la disidencia, que dedican a robar, agredir y dar palizas a disidentes y activistas como forma de conseguir su silencio.
En esta ocasión, Mario José Delgado, uno de los históricos activistas LGBT fundadores de la Fundación Cubana LGBT Reinaldo Arenas, y ahora coordinador de la ONG LGBT Divina Esperanza, ha sido objeto de una brutal paliza por parte de delincuentes comunes ordenada por la policía política cubana. En las últimas semanas son numerosos activistas, disidentes y periodistas independientes quienes han sido objeto del mismo modus operandi de la Seguridad del Estado usando a delincuentes comunes.
Aunque Cuba no mete en campos de trabajo a homosexuales como en el pasado reciente, si realiza una dura represión hacia los homosexuales en sus sitios de encuentro (parques, playas, cines o fiestas), o incluso los encarcela, así como acosa a las organizaciones independientes que luchan por los derechos LGBT (como la Fundación LGBT Reinaldo Arenas o el Observatorio Cubano LGBT).
Según uno de los últimos informes de la Fundación LGBT Reinaldo Arenas, más de 5.000 jóvenes LGBT fueron detenidos o multados por socializarse únicamente en la ciudad de La Habana, a más de 15.000 se les incoó expedientes de peligrosidad predelectivas, y más de 4.000 LGBT estaban en prisión por “peligro social”, más de 9.000 LGBT ilegales en la capital fueron deportados al interior del país, fueron abiertas más de 19.000 actas de advertencia a LGBT por presunta prostitución y más de 600 homosexuales seropositivos estaban en prisión por “peligro social”. Estamos hablando de un régimen que no permite el derecho de reunión, el derecho de asociación, o incluso el derecho a la libertad de movimientos dentro del país.
La ley de “Peligrosidad Predelictiva” aplicada a los jóvenes homosexuales, es muy empleada por la policía cubana, que arresta durante meses a los jóvenes cuyo estilo de vida se aleja del “ideal revolucionario” y que según ellos podría cometer algún hipotético delito en un futuro debido a ese estilo de vida. Los jóvenes son forzados a firmar un acta de advertencia, y amenazados con ir a prisión si no cambian y se encauzan para ser un “patriota revolucionario”.
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