Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

Cuba Eterna
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 BANDERA DE CUBA 
 MALECÓN Habanero 
 *BANDERA GAY 
 EL ORIGEN DEL ORGULLO GAY 
 ALAN TURING 
 HARVEY MILK 
 JUSTIN FASHANU FUTBOLISTA GAY 
 MATTHEW SHEPARD MÁRTIR GAY 
 OSCAR WILDE 
 REINALDO ARENAS 
 ORGULLO GAY 
 GAYS EN CUBA 
 LA UMAP EN CUBA 
 CUBA CURIOSIDADES 
 DESI ARNAZ 
 ANA DE ARMAS 
 ROSITA FORNÉS 
 HISTORIA-SALSA 
 CELIA CRUZ 
 GLORIA ESTEFAN 
 WILLY CHIRINO 
 LEONORA REGA 
 MORAIMA SECADA 
 MARTA STRADA 
 ELENA BURKE 
 LA LUPE 
 RECORDANDO LA LUPE 
 OLGA GUILLOT 
 FOTOS LA GUILLOT 
 REINAS DE CUBA 
 GEORGIA GÁLVEZ 
 LUISA MARIA GÜELL 
 RAQUEL OLMEDO 
 MEME SOLÍS 
 MEME EN MIAMI 
 FARAH MARIA 
 ERNESTO LECUONA 
 BOLA DE NIEVE 
 RITA MONTANER 
 BENNY MORÉ 
 MAGGIE CARLÉS 
 Generación sacrificada 
 José Lezama Lima y Virgilio Piñera 
 Caballero de Paris 
 SABIA USTED? 
 NUEVA YORK 
 ROCÍO JURADO 
 ELTON JOHN 
 STEVE GRAND 
 SUSY LEMAN 
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
 
 
  Herramientas
 
General: A 55 años de un gran embuste
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: cubanet201  (Mensaje original) Enviado: 31/12/2013 16:28
A 55 años de un gran embuste
Las promesas de Fidel Castro sobre un futuro luminoso lograron que Cuba dejara de ser uno de los países latinoamericanos
con más alto nivel de vida y deviniera uno de los más pobres, sin derechos y libertades.

2615211_112013-O.jpg (500×358)
Fidel Castro visita la URSS, 1963.
  
ROBERTO ÁLVAREZ QUIÑONES | Los Ángeles |
Imaginemos que un madrileño fue de joven a La Habana en 1958, cuando era una de las urbes más atractivas del mundo y el ingreso per cápita de los cubanos duplicaba al de los españoles, e imaginemos que va ahora nuevamente a la capital isleña y, con cuidado para no ser aplastado por un derrumbe o no pisar aguas pestilentes, camina asombrado por Centro Habana, El Cerro, La Habana Vieja y Vedado, al tiempo que conversa con la gente para ver cómo vive.
  
Imaginemos también que al vacacionista un funcionario de turismo le pregunta qué le parece el avance del país desde su primera visita cuando "Cuba era explotada por el imperialismo y la burguesía nacional", y lo anima para que vaya a Santiago de Cuba a los festejos por el aniversario 55 de la revolución.
 
El forastero solo podría pensar dos cosas: "Este tío, está mal de la cabeza o me está tomando el pelo". Y daría en el clavo, pues a fin de cuentas la revolución cubana en realidad ha sido ambas cosas: un disparate y una tomadura de pelo.
 
Con los embustes de Fidel sobre un futuro luminoso lo que se logró fue que Cuba dejara de ser uno de los países con más alto nivel de vida en América Latina en los años 50 y deviniera uno de los más pobres, sin los derechos y libertades que corresponden a una sociedad moderna.
 
Ello confirma algo incuestionable: además de reprimir, lo que mejor hizo Fidel todo el tiempo fue hacer promesas y embaucar a los cubanos. El mismo primero de enero de 1959, desde un balcón frente el parque Céspedes  en Santiago de Cuba le tomó el pelo a todos: "Nadie piense que yo pretenda ejercer facultades aquí por encima de la autoridad del Presidente de la República, yo seré el primer acatador de las órdenes del poder civil de la República, y el primero en dar el ejemplo".
 
'No me interesa el poder'
 
Ya en la Sierra Maestra, al ser entrevistado en febrero de 1957 por Herbert Matthews (The New York  Times), Castro había afirmado: "El poder no me interesa. Después de la victoria quiero regresar a mi pueblo a continuar con mi carrera de abogado".
 
Volvió a burlarse del pueblo el 16 de febrero de 1959, al tomar posesión como primer ministro del Gobierno, cuando dijo que lo hacía provisionalmente: "Yo no soy un aspirante a Presidente de la República. No me importa ningún cargo público, no me interesa el poder".
 
Unos días antes —el 7 de febrero—, ya él mismo había redactado la "Ley Fundamental" que puso en práctica al  asumir como jefe de Gobierno.  Así echó abajo la Constitución de 1940 —que  había prometido restablecer—, convirtió en ornamental el cargo de Presidente de la República y arrebató al Congreso las funciones legislativas, que pasó al Consejo de Ministros que él presidía.
 
Es decir, el  joven barbudo se convirtió en el gobernante más poderoso de toda la historia republicana, y luego en el dictador que en el mundo ha gobernado más tiempo en la era moderna: 52 años consecutivos (1959-2011).
 
En otra entrevista que le hicieron en las montañas, en mayo de 1958, Castro dijo: "Nuestra filosofía política es la de la democracia representativa". Y por Radio Rebelde  insistía en que al triunfar la revolución se convocaría a elecciones presidenciales.
 
Ciertamente, Fidel tuvo la oportunidad de pasar a la historia como un gran gestor de la democracia moderna en la Isla. Pudo convocar  elecciones, habría sido elegido y  habría podido enrumbar el país hacia un Estado de derecho, con economía de mercado. Y hoy  Cuba sería una próspera nación. No estaría en ruinas.  
 
Pero para Castro era inadmisible gobernar solamente cuatro años, incluso ocho o 12 años si se enmendaba la constitución. Lo suyo era vitalicio. Dominado por su narcisismo y su patológica obsesión por el poder lanzó la consigna de "¿Elecciones para qué?",  y nunca las hubo. Cuba es hoy la nación que lleva más tiempo en todo Occidente sin realizar comicios democráticos: 65 años, desde 1948.
 
'No soy comunista'
 
En su primera visita a Estados Unidos, en abril de 1959, Castro dijo en el Club de Prensa de Nueva York: "Que quede bien claro que nosotros no somos comunistas. Que quede bien claro".  Y en Washington le dijo a los periodistas: "Yo no estoy de acuerdo con el comunismo. Cuba no nacionalizará ni expropiará propiedades privadas extranjeras y buscará, por el contrario, inversiones adicionales". 
 
Ya en enero, en el Club de Leones de La Habana, Fidel había "aclarado" a la prensa: "No somos ni  seremos comunistas. Nuestra revolución es genuinamente democrática, genuinamente cubana".
 
Y antes, en mayo de 1958 en la Sierra Maestra, había asegurado: "No he sido nunca ni soy comunista.  Si lo fuese, tendría valor suficiente para proclamarlo". Y agregó: "Nunca ha hablado el Movimiento 26 de julio de socializar o nacionalizar la industria. Ese es sencillamente un temor estúpido hacia nuestra revolución".
 
Pero no era estúpido aquel temor. A 19 meses de tomar el poder, el 6 de agosto de 1960, Castro estatizó las 26 empresas estadounidenses en Cuba, incluyendo 36 centrales azucareros. Dos meses después estatizó todas las empresas  industriales y comerciales del país,  incluyendo todos los centrales azucareros y los bancos. Y el 16 de abril de 1961 desveló el carácter comunista de la revolución, dijo que él era marxista-leninista desde hacía tiempo y convirtió a Cuba en satélite de la Unión Soviética. Admitió así que se había burlado de todos.   
 
En 1968 el cineasta estadounidense Saul Landau (fallecido recientemente) fue a la Isla y entrevistó a Castro. Luego, en su libro Cuba y sus críticos (1987), Landau escribió sobre aquella entrevista: "Castro me explicó que él se hizo marxista desde que leyó el Manifiesto Comunista cuando era estudiante universitario, y que luego se hizo leninista cuando leyó a Lenin mientras estaba en la prisión de Isla de Pinos, en 1954".
 
A estos engaños iniciales del "máximo líder" siguieron luego las promesas de viviendas para todos; la promesa de que Cuba sería  gran productora de carne, leche, arroz, azúcar y café;  las maravillas de la emulación socialista, el trabajo voluntario y el "hombre nuevo", la Zafra de los 10 millones, el Cordón de La Habana, el Plan Alimentario; así como todas las inculpaciones al "bloqueo yanqui" de la improductividad socialista.
 
Si Fidel y su hermano Raúl quisiesen atenuar un poco la condena que les hará la historia como dictadores, deberían pedir perdón por tanta opresión y tantos embustes, y por haber hundido a Cuba a niveles africanos de pobreza.
 
En fin, estamos ante el  aniversario 55 de un acontecimiento fatal. Basta responder a estas preguntas: ¿Se alimentan y viven hoy mejor los cubanos, tienen mayores ingresos, gozan de más libertad para progresar que hace 55 años? ¿Eligen libremente a sus gobernantes? ¿Por qué si  Cuba era un imán atrayendo inmigrantes hoy casi todos desean emigrar del país?   ¿Cuál es la nación occidental que menos ha avanzado desde mediados del siglo XX en el ámbito socioeconómico y tecnológico? 
 
Y ojo, quien responda en la Isla a estas interrogantes puede ir a prisión por "propaganda enemiga".



Primer  Anterior  2 a 2 de 2  Siguiente   Último  
Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: administrador2 Enviado: 02/01/2014 18:57
Los 55 años de una interminable pesadilla
El régimen cumple 55 años en el poder y los cubanos
vivimos separados por el pequeño Estrecho de la Florida
  
-ernesto-che-guevara.jpg (850×638)
Fidel Castro, Camilo Cienfuegos y el Che Guevara en La Habana en enero de 1959 .
POR GUILLERMO I. MARTÍNEZ | ESPECIAL PARA  Diario las Americas     
Para los partidarios de Fulgencio Batista el 1ro. de enero de 1959 fue un día nefasto. El hombre fuerte de Cuba se había fugado de la isla en la madrugada en un avión con rumbo a la República Dominicana.
 
Le avisó a pocos. Muchos de sus seguidores quedaron atrás. Algunos pudieron irse en yates a Estados Unidos. Otros se asilaron en embajadas latinoamericanas. Atrás quedaron muchos del mando medio del Gobierno de la figura que jugara un papel importantísimo en el historia de Cuba desde 1933 hasta 1958. Ellos pagaron caro los crímenes que habían permitido a Batista gobernar desde el 10 de marzo de 1952 hasta el último día de 1958. Muchos fueron encarcelados y otros fusilados sin mucho derecho a defenderse.
 
Fidel Castro impuso los paredones de fusilamiento en un país donde no existía la pena de muerte en el código penal.
 
Para la mayoría del pueblo cubano fue un día de fiestas. A la casa de un periodista llamaron a las 4 a.m. a decir que Batista había abandonado el poder. Poco a poco empezó a correrse la voz. Al principio lo decían con miedo: "Cayó Batista". Después gritaban a voz en cuello: "¡Huyó Batista!".
 
Ya temprano en la mañana habían comenzado los saqueos de casas de los batistianos. Robaban a los que ellos decían habían robado y torturado para mantener a Batista en el poder. Por todas partes aparecieron barbudos que decían que venían de la Sierra.
 
Ese día Fidel Castro habló por Radio Rebelde desde la Sierra Maestra. Dejó claro que no pactaría con nadie. Quería que el pueblo esperara a que él con su caravana de rebeldes llegara a La Habana para tomar el poder oficialmente. Su voz era ley.
 
Vale una aclaración. En aquellos días la mayor parte de los cubanos celebraban el fin de una dictadura. Los cubanos querían democracia y con mucha ingenuidad le dieron un respaldo cerrado los barbudos. Ellos llevaban rosarios colgados del cuello. No era lógico o posible pensar que Fidel era comunista.
 
¡Qué error más craso! La idea de que ese día Cuba había cambiado un Gobierno autoritario por una dictadura comunista totalitaria era inconcebible.
 
¿Quién iba a pensar que los hermanos Castro gobernarían Cuba por más de 50 años? Hoy el régimen cumple 55 años en el poder. Hoy los cubanos vivimos separados por el pequeño Estrecho de la Florida. Un pueblo dividido, con poco en común. Los que se quedaron en Cuba, sus hijos, y sus nietos, aprenden a resolver. Ellos pasan todo tipo de necesidades económicas. El sueldo promedio en Cuba es irrisorio. Los que salieron al exilio han demostrado un enorme empuje económico.
 
Hay muchos que todavía piensan en el regreso a su querida Cuba. Pero cada día el regreso es más difícil. Hay una generación que se nos muere. Y otras que sólo conocen cuentos de la Cuba de ayer. No es posible darle marcha atrás al reloj. Todos quisiéramos ver el final de la dictadura de los hermanos Castro. Todos quisiéramos volver a Cuba, aunque sea a visitar. Pero ya muchos han echado raíces profundas en este país. Para los más jóvenes que no la conocieron es el sueño de sus padres y abuelos.



 
©2025 - Gabitos - Todos los derechos reservados