La vida inteligente puede ser un fenómeno reciente en el Universo
La Misión Kepler tiene como objetivo la búsqueda de planetas extrasolares
similares a la Tierra con la ayuda del satélite espacial del mismo nombre que orbita la Tierra desde 2009.
¿Quién no se ha preguntado alguna vez, pensando sobre la vastedad del universo en una oscura noche estrellada, si hay vida inteligente en algún otro sitio? y de ser así, ¿cuándo tendremos por fin evidencias incuestionables sobre su existencia?
Según Dimitar Sasselov, profesor de astronomía de la Universidad de Harvard, la razón por la que no hayamos sido capaces de encontrar indicios de otro tipo de vida inteligente, se debe a que posiblemente seamos de las primeras formas de vida existentes en el Universo.
El Bing Bang llenó el espacio de hidrógeno y helio, pero elementos como el silicio, oxígeno, hierro y carbón, entre otros, fueron creados varios miles de millones de años después, en el interior de las estrellas.
Recientes estudios han revelado que mientras los planetas gaseosos como Júpiter suelen formarse alrededor de estrellas ricas en metales, (los astrónomos suelen llamar metales a los elementos químicos más pesados que el hidrógeno y el helio); los planetas más pequeños, pueden aparecer en variedad de estrellas, incluso aquellas con menos elementos metálicos, lo cual sugiere que los planetas rocosos pudieron haber aparecido en el universo mucho antes de lo que se creía.
Pero esto no significa que desde épocas tempranas se haya producido en ellos las condiciones necesarias para que surja la vida tal y como la conocemos, y mucho menos una forma de vida inteligente.
Tal y como sugiere Sasselov en su nuevo estudio titulado, “The life of Super-Earths” (La vida de las Súper-Tierras), fueron necesarias generaciones de estrellas para crear suficiente oxígeno, hierro, silicio, carbón y otros elementos, a partir del hidrógeno y el helio producido hace 13 mil millones de años atrás, para formar la Tierra en la que vivimos y el tipo de planetas que busca la misión Kepler.
Galaxias con ambientes estables lo suficientemente ricos en elementos para crear planetas, sólo han estado disponibles en el universo desde hace 9 mil millones de años, y planetas similares a la Tierra aparecieron entre 7 ó 8 mil millones de años atrás. Así, la vida ha tenido que esperar hasta entonces, sino es que más tiempo, para tener un ambiente propicio donde emerger.
Por lo que a pesar de que existan billones de exo-planetas mucho más antiguos que la Tierra, la vida inteligente debe ser algo “muy reciente” en el Universo conocido.
La hipótesis del professor Sasselov, podría ayudar a resolver la paradoja de Fermi que dice que, si existe vida inteligente en el universo, ¿dónde están? ¿porqué no hemos descubierto ninguna evidencia de su existencia?.
Enrico Fermi, premio noble de física y uno de los científicos más destacados del siglo XX decía que, basándonos en la antigüedad del Universo, el gran número de estrellas y sistemas planetarios, y la increíblemente corta escala de tiempo que le tomó a los humanos desarrollar la tecnología de la que disponemos; otras civilizaciones de la Vía Láctea podrían llevarnos una gran ventaja y deberían ser por lo tanto mucho más avanzadas que nosotros.
Para Sasselov, la paradoja de Fermi resulta cierta sólo si las condiciones para que apareciera la vida se hubieran dado desde los primeros miles de millones de años desde el inicio del universo, pero no, en el caso de que las condiciones necesarias para su existencia, se dieran hace sólo relativamente pocos miles de millones de años atrás.
Sasselov concluye que “el argumento estadístico de la paradoja de Fermi resulta cierto sólo si el periodo de tiempo transcurrido para que se dieran las condiciones precisas para que surgiera vida fuese mucho más corto que la edad del universo, pero no si ambos periodos son comparables”. Para Sasselov es ahora cuando el universo tiene todo lo necesario para la creación de la vida.
Correcta o no la hipótesis del profesor Sasselov, es innegable que tiene mucho sentido y resulta interesante que exponga la posibilidad de existencia de vida extraterrestre inteligente en una etapa evolutiva similar a la nuestra, y no necesariamente como muchos suelen imaginarla, millones de años más evolucionada que nosotros.
Otra cosa innegable al menos en términos estadísticos, es la existencia de probabilidad de vida más allá de nuestro sistema solar. Se calcula que existen 200 mil millones de estrellas en la Vía Láctea, el 90% son demasiado frías o demasiado pequeñas para tener planetas en su orbita. El 10% de esas estrellas se formaron a partir de suficientes elementos pesados como para tener planetas semejantes a la Tierra o Súper-Tierras; y de ellos el 2% (ó lo que equivaldría a 100 millones), estarían orbitando dentro de la zona de habitabilidad de la estrella.
Por lo que aún tenemos mucho margen para echar a volar nuestra imaginación especulando sobre cómo podrán ser esos otros seres que cohabitan con nosotros el universo aunque según los datos, las probabilidades de un encuentro en el futuro próximo no sean muy altas…