Rompiendo la homofobia del boxeo:los púgiles se besan apasionadamente
El universo gay le debe mucho al boxeador puertorriqueño, Orlando Cruz, ha sido el primero en romper moldes en un mundo encorsetado en el que no existía el concepto de la homosexualidad. Cruz sacó al boxeo del armario en octubre de 2012 y fue el primero que se atrevió a salir al ring luciendo los colores arcoiris y a casarse con su novio (no nos extraña que le apoden ‘El Fenómeno’). Demostró que ser un buen deportista nada que ver ni con el sexo, ni con la hombría, ni con la feminidad. Los Juegos de la Homofobia también son una buena oportunidad para reivindicar que formar parte de la élite del deporte no es incompatible con la homosexualidad. Los creativos Perez BROS han lanzado un video titulado ‘The Weigh In’ (en referencia a cuando pesan a los contendientes antes de una pelea para saber su categoría) que rompe con la homofobia del boxeo: Dos púgiles, interpretados por Brian Patterson y Taylor Lambertestán, están a punto de enfrentarse al combate de su vida pero el resultado tiene un final sorprendente:
Con los Juegos de Sochi en plena celebración en un país con una legislación homófoba institucionalizada como es Rusia es una inspiración que se produzcan vídeos que muestran su apoyo y solidaridad con la comunidad de deportistas olímpicos LGBT. Los hermanos Pérez son unos directores muy conocidos por sus trabajos de videoclips musicales y cortos que triunfan en los circuitos de festivales internacionales. Suelen recurrir al crowdfunding para financiar sus proyectos y su estilo, a menudo, ha sido descrito como comedia surrealista pero siempre muy creativa.
Tenemos las pruebas gráficas que demuestran que cuando dos púgiles se enfrentan en un cara a cara y sus labios están muy cerca, puede pasar de todo. Alex Reid hasta se atrevió a darle un cálido beso en la boca a su oponente Jason Barrett que, tras unos segundos de incertidumbre, se lanzó a macharlo con un imponente cabreo y tuvo que ser reducido por dos enormes gorilas de seguridad. Tal vez se enfadó porque le hubiera gustado más que se lo hubiera dado en la intimidad:
Y es que aunque estos chicos destilan rudeza y virilidad por los cuatro costados también tienen su corazoncito como lo demuestra este cariñoso ‘piquito’ con el que Jerome Le Banner le obsequió a Mike Bernardo sobre el cuadrilátero en pleno combate y todo apunta que le encantó por las sonrisas picaronas que esbozaron ambos:
Ahora que está tan cerca el Día de San Valentín, también les queremos recordar el video que Orlando "Fenómeno" Cruz colgó en el Facebook pidiéndole matrimonio a su pareja: "Estoy un poquito medio nervioso, pero nada... Quiero decirte y compartir con tus amistades y mis amistades que si quieres casarte conmigo. Quiero que tú seas parte de mi vida y yo parte de tu vida y es lo más que yo quiero hacer, hacer esto", le dijo a su novio un enamorado púgil:
Si levantara la cabeza, Emile Griffith, posiblemente pensaría que las cosas están cambiando en el deporte que tanto amó y que tantos disgustos le causó. En julio del año pasado nos dejaba a los 75 años de edad, tras una larga enfermedad. Era gay pero nunca se atrevió a salir del armario cuando estuvo en activo. Irónicamente arrastró toda su vida la pesada carga de provocar la muerte de un púgil rival que lo llamó “maricón”.
En 2005 por fin supimos la verdad de lo que había ocurrido en la pelea en la que Griffith noqueó a Bennie Kid Paret el 25 de septiembre de 1971 en el Madison Square Garden de Nueva York. La victoria y el título del peso welter fue para Griffith, mientras que su rival quedó en coma y murió apenas diez días después de la pelea. La revista “Sports Illustrated” reveló que Paret, fundado en los rumores sobre el púgil, le había llamado “maricón”.
“La gente me escupía en la calle. Nos quedábamos en un hotel, y cada vez que escuchaba alguien tocar una puerta, me metía en la habitación de al lado. Tenía mucho miedo”, llegó a declarar este hombre atormentado por su condición de homosexual y boxeador. Griffith aseguró que después de semejante capítulo en su vida nunca más pudo concentrarse lo suficiente como para seguir decentemente con su carrera. Aseguraba que deseaba retirarse del ring pero no pudo hacerlo ya que era el único sustento que tenía. "Aunque nunca fui a la cárcel, yo he estado en prisión casi toda mi vida", afirmó Griffith.
Al mundo del boxeo aún le queda muchos estereotipos que superar pero siempre existen personas como ‘El Fenómeno’ Orlando que son una inspiración para otros compañeros de profesión.