Salir del armario es fácil, si sabes como...
Como casi todas las experiencias de la vida, las primeras veces cuestan, duele o no es placentero pero al final uno se acostumbra, aprende y hasta lo disfrutas. Salir del armario es una de esas experiencias y es fácil, si sabes como.
Mi salida del armario fue de lo más tormentoso, como la de muchos gays (entiéndase gay como término no marcado que incluye a toda la comunidad LGTB, que como decía ayer mi compi Peibols, en su genial post siete letras como días trae la semana, no nos gusta que nos etiqueten pero es que ir nombrando todas las opciones a la vez, no me cabe. Recuerdo dos momentos óptimos para hacerlo, siempre ligados a un bajón anímico importante. Esos momentos en los que todo te da igual y puestos a sufrir, pues un poco más ¡Qué más da! Momentos que por cierto dejé escapar, tonto de mi.
Como el momento era inevitable, al final sale uno del ‘closet’ a trompicones, malamente y sin gracia, ni chispa. Haciéndolo todo más lioso si cabe. Lo que decía, esas primeras veces que no fueron buenas experiencias. En aras de evitar eso, hoy me lanzo a dar mis consejos para salir del armario como toca, con salero, sin sufrir más que lo justo, porque es más fácil de lo que parece. De verdad.
1.- No te niegues a ti mismo
Mira, déjate de rollos, por mucho que pienses que tu entorno se lo va a tomar fatal y demás historias mentales que nos montamos, siempre será mejor estar bien contigo mismo, que al final te tienes que aguantar las 24 horas del día, incluso cuando duermes, en tus sueños. Así que si del entorno, amiguetes y amiguetas, alguno/a se cae en tu salida, no problema, en serio que aparecerán nuevos amigos. Me inclino a pensar que cuando alguien se aparte de uno por su condición sexual, sencillamente, no tenía que estar a nuestro lado.
2.- Elige bien y mira a quién
Antes de soltarle el ‘bombazo’ a tus padres o tu tía, casi mejor elige a un par de colegas de confianza. Si son chicos que sean feillos o que liguen poco (no sea que piensen que le tiras los trastos) y si son chicas, no elijas a la que te hace ojitos, no sea que le des un disgusto. Vete a tomar café (o té) con los elegidos y así, con naturalidad, cuéntales lo que hay. este paso previo a enfrentarte a la familia, te servirá para dos cosas: la primera, familiarizarte con llamarte gay a ti mismo y la segunda, para envalentonarte.
3.- La familia, sí, esa no se elige´.
Los padres, muchas veces, parecen un escollo insalvable y es que son de una generación católico, apostólica y romana, con educación en la estricta tradición y de paso, judeo-cristiana, es decir con sentimiento de culpa. Así que, es probable que se pregunten que han hecho mal. Sobre todo hay que evitar el drama, estar tranquilo/a y como habremos hecho un proceso de autoaceptación ‘gays’ nada podrá hacernos excesivo mal. Eso sí, lo ideal es que dejemos a los ‘papis’ su tiempo para aceptar la nueva situación. Al fin y al cabo a muchos gays, se nos nota, por lo que el mero hecho de decir: ‘tengo algo importante que decir’ les dará muchas pistas.
Ante todo, y porque todo el mundo merece su tiempo, en cuanto lo digas, no escuches lo que digan después porque puede que se pongan hechos un basilisco y eso nos puede hacer daño innecesario, así que, si la cosa se pone fea, así, con calma, nos vamos con la música a otra parte. Los padres, son padres y más tarde o más temprano, se les pasará ‘el disgusto’ y todo volverá a la normalidad, poco a poco. So, Don’t stress please.
Y generalmente todo se calma, es más, es posible que todo sea aceptado genial. Pero ¿Qué hacer si no es el caso? Pues nada, seguir con tu vida, repito lo que dije al principio, lo más importante es que tú, estés bien. Y sí, todos queremos a nuestros padres pero, es lo que hay.
Si todo se desarrolla con normalidad, tienes que salir del armario una y otra vez. Es la mejor forma de eliminar los tabús y hablar de tu vida amorosa con naturalidad. Al igual que el dinero atrae al dinero, la naturalidad atrae la naturalidad.
4.- Todos a una, como en Fuenteovejuna
Mi consejo personal es que ya que te pones, y ojo no digo que lo hagas todo el mismo día, !Date tiempo! pues eso, que lo ideal es que salgas del armario en todos los ámbitos, familiares, laborales etc. Estar guardando secretos con unos sí y otros no, es un engorro que consume un montón de energía, una energía que dejas de usar para cosas mucho más importantes e interesantes, por ejemplo, ir a buscar un noviete.
5.- Ser gay está bien pero no hace falta que seas el pregonero del pueblo
Dicho y hecho, ya está. Una vez que todos lo saben, que está aceptado, asumido o llamemósle X, no hace falta que seas la más mariquita del mundo mundial, ocasiones habrá para serlo, no, sé natural e igual que un hetero no te dice cada día, hola, soy hetero, pues tú, idem de lo mismo. Hay cosas que no hace falta explicar o decir, se ven y punto.
Y en mi alegato final, lo dicho, Don’t panic, no me seas ‘drama-queen’ e intenta vivir el salir del armario de una forma natural, paso a paso y con buena letra. Al final, es más de lo que parece y verás que salir del armario es fácil (si sabes como).