Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

Cuba Eterna
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 BANDERA DE CUBA 
 MALECÓN Habanero 
 *BANDERA GAY 
 EL ORIGEN DEL ORGULLO GAY 
 ALAN TURING 
 HARVEY MILK 
 JUSTIN FASHANU FUTBOLISTA GAY 
 MATTHEW SHEPARD MÁRTIR GAY 
 OSCAR WILDE 
 REINALDO ARENAS 
 ORGULLO GAY 
 GAYS EN CUBA 
 LA UMAP EN CUBA 
 CUBA CURIOSIDADES 
 DESI ARNAZ 
 ANA DE ARMAS 
 ROSITA FORNÉS 
 HISTORIA-SALSA 
 CELIA CRUZ 
 GLORIA ESTEFAN 
 WILLY CHIRINO 
 LEONORA REGA 
 MORAIMA SECADA 
 MARTA STRADA 
 ELENA BURKE 
 LA LUPE 
 RECORDANDO LA LUPE 
 OLGA GUILLOT 
 FOTOS LA GUILLOT 
 REINAS DE CUBA 
 GEORGIA GÁLVEZ 
 LUISA MARIA GÜELL 
 RAQUEL OLMEDO 
 MEME SOLÍS 
 MEME EN MIAMI 
 FARAH MARIA 
 ERNESTO LECUONA 
 BOLA DE NIEVE 
 RITA MONTANER 
 BENNY MORÉ 
 MAGGIE CARLÉS 
 Generación sacrificada 
 José Lezama Lima y Virgilio Piñera 
 Caballero de Paris 
 SABIA USTED? 
 NUEVA YORK 
 ROCÍO JURADO 
 ELTON JOHN 
 STEVE GRAND 
 SUSY LEMAN 
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
 
 
  Herramientas
 
General: LA HABANA, una ciudad llena de basura
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: administrador2  (Mensaje original) Enviado: 12/03/2014 17:43
La Habana, ciudad basura
Recorrido al azar por calles céntricas demuestran la
distancia con que nos mira la revista New England Journal of Medicine
 
habana-en-ruinas-2.jpg (640×361)
 
    Por José Hugo Fernández | La Habana, Cuba |   Cubanet
La revista médica New England Journal of Medicine, NEJM, de Massachusetts, resaltó, hace poco, en un elogioso artículo, las bondades del sistema sanitario cubano, el cual, una vez más, fue comparado con los mejores del primer mundo. En algo debe tener razón, ya que se trata de una prestigiosa publicación especializada en el tema. Por más que tampoco hace falta ser especialista para visualizar un grupo de avances en la medicina de la Isla, sobre todo cuando nos atenemos a las estadísticas frías, aunque no solamente.
 
    Tales avances constituyen el único logro efectivo del régimen en más de medio siglo de gobierno intransferible y dueño absoluto de los recursos del país. Y al margen de los métodos y las circunstancias que propiciaron su consecución, así como de sus reveladoras falsedades, no hay dudas de la superioridad del sistema de salud cubano, si lo comparamos con los de otros países subdesarrollados. Sin embargo, tal vez sea un tanto desaforada (y aun anticientífica) esa tendencia al elogio aparatoso, desde lejos y sólo mediante datos oficiales.
 
    Será por la cerrazón en que vivimos, pero realmente nos cuesta aceptar que en Estocolmo, Helsinki, Ámsterdam, Washington o Tokyo, por sólo mencionar algunas capitales con sistema sanitario del primer mundo, sea posible tropezar, en pleno centro de la ciudad, con focos insalubres tan frecuentes y escandalosamente agresivos como los que constituyen los basureros de La Habana.
 
    Nuestra capital se ha convertido en una ciudad basura. Y para constatarlo ni siquiera es necesario irse a las periferias. Basta con un breve recorrido al azar por calles tan céntricas como las del Barrio Chino, repleto de restaurantes y de otros sitios donde venden comida. Se trata de un fenómeno que aunque golpea la vista (y el olfato) de cualquiera, no puede ser consultado en estadísticas.
 
    Tampoco podría afirmarse que sea provocado por el embargo del gobierno estadounidense (otro tópico en el que también incurre New England Journal of Medicine), sino simple y llanamente es resultado de la inoperatividad, indolencia y falta de cultura sanitaria que son comunes entre las dictaduras tercermundistas.
 
    Por supuesto que a la ciudadanía le toca igualmente su porción de responsabilidad en el problema. Pero habría que recordar que la educación es otro de los renglones que (en este caso sin ningún sustento más allá de las estadísticas) suele ser promocionado como conquista de lo que aún llaman la revolución.
 
    Basta con observar la naturalidad con que los habaneros del centro (por no mencionar a los residentes de las más de 40 villas miserias del extrarradio) conviven con la basura, la asumen como parte de su cotidiana vida y hasta se sirven de ella. Si esto es fruto de un sistema sanitario equiparable al primer mundo, que Dios nos asista, pero, por favor, no con la ayuda de New England Journal of Medicine.
 
6.-Parqueo (600×400)
 

Fuente: Cubanet

Nota: Los libros de este autor pueden ser adquiridos en las siguientes direcciones:


Primer  Anterior  Sin respuesta  Siguiente   Último  

 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados