Más de 100 cubanos permanecen varados en la isla de St. Thomas
Cubanos llegados a St. Thomas tras una complicada travesía desde Cuba.
El drama que no tiene fin
Por Gricel González / Publicado en Café Fuerte Más de 100 cubanos se encuentran varados en la isla de St. Thomas, un territorio estadounidense en el Caribe donde, paradójicamente, están viviendo una odisea burocrática para recibir el procesamiento migratorio de rutina.
El grupo se encuentra en una encrucijada, porque no tiene permiso para trabajar, carecen de albergue y no cuentan con familiares en ese territorio, perteneciente a las Islas Vírgenes Estadounidenses. Sólo se les ha otorgado una tarjeta que les permite comprar alimentos.
El total de cubanos a la espera de ser procesados en St. Thomas se sitúa en unos 140, aunque versiones de los propios inmigrantes aseguran que la cifra es muy superior.
Cuando los inmigrantes cubanos llegan a St. Thomas se les aplican las mismas leyes migratorias de Estados Unidos y deben pasar por un chequeo de identidad similar a los que cruzan la frontera o llegan en operaciones martítimas a lasa costas de la Florida para acogerse a la Ley de Ajuste Cubano (CAA). El procedimiento es el mismo establecido por los acuerdos migratorios de 1994 y 1995, que permite a los cubanos que pisan suelo estadounidense presentar una solicitud de refugio político, recibir un parole y obtener luego la residencia permanente.
La travesía desde Cuba incluye en ocasiones incluye hasta cuatro países y un viaje marítimo antes de tocar suelo estadounidense. Los que resultan interceptados por el Servicio Guardacostas en alta mar son repatriados.
Pero lo inexplicable es que el grupo ha quedado en un limbo migratorio y su estadía se extiende por tiempo indefinido.
La oficina de Inmigración en St. Thomas explicó que tiene un personal limitado y la afluencia de inmigrantes cubanos hace que se demore el proceso. El Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) en Miami remitió las preguntas sobre los cubanos a la dependencia principal en Washington, pero la solicitud aún no ha tenido respuesta.
“El proceso incluye la verificación de antecedentes por lo que puede demorar lo que le tome completarlo a la oficina de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos [USCIS], y a la Agencia de Inmigración y Control de Aduanas [ICE] completarlo”, según un comunicado emitido por la oficina de la congresista cubanoamericana Ileana-Ros-Lehtinen.
Afluencia de cubanos
Lo cierto es que St. Thomas -como la isla británica de Grand Cayman- se ha convertido en punto de destino de cubanos en la llamada “ruta sur”, una alternativa a la férrea vigilancia establecida en el Estrecho de la Florida para impedir la afluencia de viajes ilegales desde el norte de Cuba.
El pasado noviembre, el periódico The Virgin Islands Daily News reportó la llegada de 35 cubanos a la isla de St. Croix, que también pertenece a las Islas Vírgenes, y señaló que era el tercer grupo en arribar en tan solo seis meses. Una tendencia que tiene a las autoridades locales muy preocupadas.
Los testimonios de los cubanos hablan de un capítulo migratorio totalmente inédito para las autoridades estadounidenses,
“Yo tenía miedo, pensaba que me iba a caer porque iba muy rápido. El velero, con el aire que hacía y con la vela y el motor, iba muy rápido y vomité mucho. El velero iba de lado”, recordó Jason, un niño de 9 años que salió de Cuba junto a sus padres en agosto del 2013.
Su madre, Jimena Fuentes Abreu, cuenta que el recorrido para legar a St. Thomas los llevó de Cuba a Panamá y luego a Santa Lucia, hasta pasar por la experiencia que recuerda su hijo al cruzar el mar de St. Martin a St. Thomas.
Una larga espera
Es el mismo caso que enfrenta Alberto Padrón, quien arribó a la isla la madrugada del 20 de mayo y, al amanecer, se presentó en la oficina de Inmigración de St. Thomas. No fue hasta las 4 p.m. que lo atendieron y un agente que se presentó como el oficial Torres le explicó que tenía que ser procesado por el Servicio Guardacostas.
“Nos dijo que su interés era procesarnos lo más rápido posible, pero que eso no estaba en sus manos porque la Patrulla Fronteriza era una dependencia totalmente independiente a ellos”, relató Padrón. “Dijo que él les iba a pedir que los atendieran lo más pronto posible, pero que hasta que los Guardacostas no nos vieran no nos podía dar el parole”.
Sin embargo, los representantes del Servicio Guardacostas le dijeron que no están informados de que debían someterlo a una entrevista.
Padrón salió de Cuba el 24 de marzo, viajó a Panamá, Trinidad Tobago y Santa Lucia hasta cruzar el mar rumbo a St. Thomas. En su desesperación estableció contacto con Univisión-Noticias 23, en Miami, donde salió a la luz la situación del grupo de cubanos varados en St. Thomas.
Solidaridad dominicana
“Estamos pasando mucho trabajo, viviendo en casas de dominicanos, de puertorriqueños, que nos han brindado su ayuda. Ya nos da pena, porque no tenemos dinero para ayudar a la señora dominicana que nos ha dado la mano, ya es mucho tiempo y uno molesta”, explicó Padrón. “No estamos pidiendo una casa, una comodidad, un aire acondicionado, estamos pidiendo un albergue donde nos acojan”.
Se quejó además que no se les ha practicado un chequeo médico, y en el grupo hay personas diabéticas dependientes de insulina.
El caso de Jorge Rodríguez es similar. Llegó en marzo a la isla y a pesar de que ya le tomaron las huellas dactilares hace un mes, aun no tiene una respuesta definitiva.
“La razón que nos dan es que tienen poco personal y yo no entiendo por qué dicen que el personal es limitado. Todos los días que paso por la oficina de Inmigración está vacía, no hay nadie allí, cuando más te encuentras con una persona esperando…”, dijo Rodríguez.
El pasado 25 de junio, ocho cubanos presentaron una queja ante la congresista Donna Christensen, en St. Thomas, ante la prolongada espera de sus casos. Aún esperan por una respuesta de las autoridades de Inmigración.