Imagina un mundo sin religiones
Diego Baner
Llegó la hora que todo el mundo empiece a pensar por qué motivo creen en lo que creen. Llegó el momento por el bien y el futuro de las nuevas generaciones y por la paz mundial, que cada uno haga su propio auto análisis y se cuestione si las creencias que sostiene sobre su propia religión, dios, y ritos pertenecen tan solo a la educación que sus padres les dieron o bien la tradición geográfica del lugar en donde nacieron, o si es la consecuencia de un punto de vista que es sostenido con la verdad formada sobre una base de la lógica, la razón y el empirismo, en lugar de la autoridad, la tradición, o de otros dogmas.
Porque si usted, estimado lector, sostiene una ideología basada en una tradición familiar o dogmática, en donde no hay lugar ni siquiera para un cuestionamiento, usted puede estar viviendo en una burbuja de errores y mentiras, y va por la vida llevando estas creencias por inercia, simplemente repitiendo aquello que le contaron cuando usted era un niño o una niña como verdad absoluta.
Todo tiene un tiempo en la vida, y hay que tomar la responsabilidad de pensar y cuestionarse todo aquello que a uno le fue inculcado, muchas veces con la mejor de las voluntades, pero eso no significa que esas ideas o enseñanzas seas verdaderas ni mucho menos verdades absolutas.
No voy a cuestionar en este artículo la existencia o no de un dios, porque si para usted Jesús es el dios supremo, para mi puede ser Zeus, y para el vecino puede ser Alá o Yahveh, Buda o simplemente el universo.
Y ninguna de estas posiciones es más probable que la otra. No porque usted haya nacido en un país mayoritariamente católico, significa que su dios y su religión sean más verdaderos que los de una persona que haya nacido en India y sea hinduista.
Y ahí está justamente el problema de las religiones organizadas. Es una competencia de quién tiene el mejor dios y la mejor religión. Es una competencia patética, ya que nadie puede probar ni mostrar ninguna evidencia de absolutamente nada de lo que creen.
Hay una regla en la vida: si cree en algo, primero verifique que ese algo sea verdadero, y no al revés. Es decir que si usted cree en algo y nunca se tomó la molestia de averiguar si ese algo es realmente verdadero, tenga al menos la humildad señor y señora de admitir de una vez por todas que usted puede y seguramente está equivocado.
No me repita más versículos de la Biblia que fueron escritos por simples seres humanos llenos de contradicciones, errores y recomendaciones muchas veces violentas, ridículas e irracionales. Un libro no es una auto evidencia. Evidencia es probar que aquello que está escrito en un libro es verdad.
Si existe tal dios ya tuvo más de dos mil años para probar su existencia de un modo claro, no de un modo misterioso, sino de un modo cristalino, claro y que no deje dudas sobre su existencia. Se lo digo a todas las religiones, sin ninguna excepción. Son todas creadas y fundadas sobre bases fraudulentas.
Y de existir un dios, un solo dios universal, pueden estar seguros que si hay algo que este dios detestaría son las religiones organizadas por los seres humanos. Porque es vergonzoso, inhumano e injustificable que personas se odien, se discriminen y se maten por creer en un dios distinto y seguir una religión diferente.
En la era de la información, de los avances científicos, de los increíbles avances en nuestro conocimiento del cosmos, en la comunicaciones, en entender que todos somos parte de la naturaleza y ligadas a ella, es inconcebible que todavía en el año 2014 la gente se sigue matando en nombre de su religión.
Pero ni siquiera es ya un problema de una religión contra la otra. Hasta dentro de las mismas religiones se producen violentos enfrentamientos. Como dijo Christopher Hitchens: "La religión fue hecha por el hombre.
Incluso los hombres que la hicieron no pueden ponerse de acuerdo sobre lo que sus profetas o redentores o gurús en realidad dijeron o hicieron.
"El grupo terrorista Isis es un grupo Islámico. Si bien muchos políticos y algunos medios tratan de explicarnos que Isis no representa al Islam, ya es demasiado tarde para semejante mentira. La información está al alcance de todos. Frases como: "Si alguien desea una religión diferente del Islam, no se le aceptará," entre muchas otras frases mucho más violentas que esta, son encontradas en el libro llamado Corán.
Es decir que a aquellos que la gente llama extremistas, son en realidad aquellos que llevan a cabo y siguen los mandamientos escritos en su libro sagrado. Es decir que son los menos hipócritas, pero por supuesto los más violentos. La hipocresía es decir que las religiones tienen como objetivo la paz y el amor.
No, sus libros sagrados son de violencia y amenazas. Y del único amor que hablan es del amor "obligatorio". Es decir un amor forzado bajo las amenazas de un infierno, un castigo eterno, o bien un castigo en la presente vida terrenal, tal cual como lo indica el antiguo Testamento.
El problema es cuando gente religiosa cree firmemente (sin ninguna evidencia como ya sabemos) que aquello que está escrito ya sea en la Biblia o en el Corán fue escrito por algún dios.
Es acá cuando tenemos de frente a una persona irracional, como es este grupo terrorista Isis, como fueron los terroristas del atentado a las torres gemelas de 9/11, o como es Hamás, Hezbollah y la Jihad islámica en general. Como lo fueron aquellos que llevaron a cabo la Inquisición y las Cruzadas.
Imagine usted por un momento si de golpe en Medio Oriente, todos aquellos que se encuentran ahí abandonasen sus creencias y no existieran más las religiones. Es un desafío para la imaginación, pero intente por un momento pensar en ese panorama.
Y no me estoy refiriendo a que un dictador llegue y por la fuerza obligue a que todos renuncien a sus religiones, sino que me estoy refiriendo a qué ocurriría si cada habitante pudiera realmente analizar la razón por la cual cree en lo que cree, y poder abandonar estas irracionalidades que no tienen ningún sustento de algo real ni de lógica alguna, y un buen día la gente se encontrarse cara a cara como seres humanos extendiéndose la mano y ayudándose unos a otros.
Porque en definitiva de eso se trata el movimiento humanista. De dejar atrás las diferencias ideológicas y poder vivir en paz y harmonía.
Si luego de leer este artículo usted me sigue diciendo que por nada del mundo usted se va a auto cuestionarse sus propias creencias ni jamás por nada del mundo, ni aun probándose que son mentiras usted abandonaría aquello que usted cree, es usted entonces el extremismo que tanto mal hace al mundo.
La paz mundial está en manos de cada uno, y usted también cuenta y mucho.
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