El cantante cubano Francisco Céspedes Rodríguez y Pablo Milanés.
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SOLEDAD ÁLVAREZ EFE Alejado durante más dos décadas de los escenarios de Cuba, el cantante y compositor Francisco “Pancho” Céspedes se reencontró con el público de su tierra con un sentimiento de “emoción indescriptible” y con la percepción de que en la isla “se está abriendo la vida”.
“Yo no hago concesiones de principios en mi vida para nada. Si yo estoy cantando acá sin hacer ninguna concesión de principios, algo está cambiando”, afirmó Céspedes momentos antes de subir al escenario del habanero teatro Karl Marx donde ofreció el sábado el concierto que inauguró del VI Festival de Música de Cámara Leo Brouwer.
Percibe que en Cuba “todo se está abriendo” y “encauzándose” tras 56 años (los que dura la revolución) “de bastantes dificultades” y considera que “hay un pensamiento y una necesidad de que todo vaya hacia adelante”.
“Confiemos en eso, yo también estoy en esa cuerda”, señaló el autor de “Vida loca”, su primer gran éxito internacional y con el que se distinguió por su personal estilo de interpretación de boleros y baladas con un toque de jazz.
Hace 24 años que se instaló en México, su “patria adoptiva”, pero Pancho Céspedes, nacido en 1957 en la ciudad de Santa Clara, en el centro de la isla, no ha dejado de visitar Cuba en ese tiempo.
Sin embargo, la ocasión de cantar de nuevo en su tierra natal y ante sus compatriotas ha representado “un momento muy especial” y quizás el acontecimiento de su vida, aseguró.
Ese momento, dijo, se vuelve más especial cuando su actuación en La Habana ha llegado con el “honor” de ser invitado por el guitarrista y compositor cubano Leo Brouwer a quien considera uno de los grandes de la música.
“El que inventó la música fue Dios y después algunos se encargaron de dignificarla como Mozart, Beethoven, Tchaikovski… Y a la misma altura hay un señor que se llama Leo Brouwer, uno de los dueños de la música”, afirmó.
Céspedes lamenta que el “maravilloso” Festival de Música de Cámara que Brouwer organiza desde hace seis años sea el último que se celebre por las dificultades que el compositor cubano está teniendo para llevarlo a cabo.
Con el Teatro Karl Marx prácticamente lleno y arrancando aplausos desde su primera canción, Pancho Céspedes ofreció al público habanero -“ustedes nunca me abandonaron”, dijo a los asistentes- un repertorio de sus éxitos más conocidos y algún tema nuevo como “Todavía”, que dará nombre a su próximo disco.
Uno de los invitados a su concierto y con quien compartió escenario y canción fue el trovador Pablo Milanés, por quien Céspedes declaró su admiración y al que definió como “uno de los grandes”. “Es una persona que ha apoyado siempre la inclusión, él no excluye . Él estuvo conmigo en los momentos difíciles, siempre e hizo todo lo posible para que yo cantara”, explicó.
El VI Festival Leo Brouwer de Música de Cámara se desarrollará hasta el 12 de octubre en La Habana con la participación de más de 300 artistas cubanos y extranjeros.
Además de Céspedes, otro de los platos fuertes del evento será la actuación del cantautor argentino Fito Páez el próximo 1 de octubre en el teatro Karl Marx.
En el festival se presentarán también el violinista noruego Henning Kraggerud, el flautista mexicano Horacio Franco, y otros músicos de Brasil, México, España, República Checa, Colombia, Paraguay, Italia y Uruguay.
El programa incluye debates, jornadas académicas, ciclos de cine, exposiciones, puestas teatrales, presentaciones de discos, libros y los conciertos de las “Noches blancas”, en los que se escuchará rumba, jazz, flamenco, trova y son.
Uno de esos conciertos de jazz estará dedicado al escritor argentino Julio Cortázar, con motivo del centenario de su nacimiento, y en él actuarán intérpretes cubanos como Chucho Valdés, Ernán López-Nussa y Rolando Luna, todos ellos pianistas, y el trompetista Yasek Manzano.
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