Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

Cuba Eterna
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 BANDERA DE CUBA 
 MALECÓN Habanero 
 *BANDERA GAY 
 EL ORIGEN DEL ORGULLO GAY 
 ALAN TURING 
 HARVEY MILK 
 JUSTIN FASHANU FUTBOLISTA GAY 
 MATTHEW SHEPARD MÁRTIR GAY 
 OSCAR WILDE 
 REINALDO ARENAS 
 ORGULLO GAY 
 GAYS EN CUBA 
 LA UMAP EN CUBA 
 CUBA CURIOSIDADES 
 DESI ARNAZ 
 ANA DE ARMAS 
 ROSITA FORNÉS 
 HISTORIA-SALSA 
 CELIA CRUZ 
 GLORIA ESTEFAN 
 WILLY CHIRINO 
 LEONORA REGA 
 MORAIMA SECADA 
 MARTA STRADA 
 ELENA BURKE 
 LA LUPE 
 RECORDANDO LA LUPE 
 OLGA GUILLOT 
 FOTOS LA GUILLOT 
 REINAS DE CUBA 
 GEORGIA GÁLVEZ 
 LUISA MARIA GÜELL 
 RAQUEL OLMEDO 
 MEME SOLÍS 
 MEME EN MIAMI 
 FARAH MARIA 
 ERNESTO LECUONA 
 BOLA DE NIEVE 
 RITA MONTANER 
 BENNY MORÉ 
 MAGGIE CARLÉS 
 Generación sacrificada 
 José Lezama Lima y Virgilio Piñera 
 Caballero de Paris 
 SABIA USTED? 
 NUEVA YORK 
 ROCÍO JURADO 
 ELTON JOHN 
 STEVE GRAND 
 SUSY LEMAN 
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
 
 
  Herramientas
 
General: EL AVANCE DE LOS MATRIMONIOS GAYS EN EE UU
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: administrador2  (Mensaje original) Enviado: 09/10/2014 14:35
El avance de los matrimonios gays
06-2014.jpg (1200×799)
  
DANIEL MORCATE
Llegó la hora de rendirse a las evidencias. Y las evidencias indican que el sistema nacional de justicia ya no tiene estómago para que en el país se siga discriminando a las personas del mismo sexo que desean casarse. Pero vaya usted a decírselo a Pam Bondi, la procuradora general de la Florida, o a otros que aún se empeñan en defender en las cortes la indefendible prohibición de los matrimonios gay. Con numantino celo ideológico, van de sala de justicia en sala de justicia quemando los últimos cartuchos de su postura anacrónica. No quieren que sus hermanos, primos, amigos y compañeros de trabajo homosexuales puedan hacer lo que ellos sí pueden: unirse legalmente en matrimonio y recibir así los derechos que la ley confiere a los casados. Pero todo indica que van a perder esta batalla crucial. Como antes la perdieron quienes anunciaban el apocalipsis si en el país se autorizaban los matrimonios interraciales.
 
El pasado lunes la Corte Suprema de Estados Unidos habló sin decir palabra. En el Supremo predominan los conservadores. Lo preside John Roberts, un republicano que, independientemente de su bagaje conservador, va probando año tras año su honestidad intelectual –aunque uno no siempre esté de acuerdo con sus decisiones. Y anunció que no escuchará las apelaciones presentadas por los gobiernos conservadores de cinco estados para impedir el matrimonio gay. Entre esas apelaciones no se encontraba la del gobierno estatal de la Florida. Pero al buen entendedor, con pocas palabras. Y, en este caso, con ninguna. El anuncio del Supremo dio luz verde para agilizar la legalización de los matrimonios entre personas del mismo sexo. Y puso sobre aviso a los estados de que deberían dar los pasos necesarios para autorizarlos.
 
Al día siguiente de la decisión del Supremo de hecho comenzó un efecto dominó. Una corte federal de apelaciones declaró legal el matrimonio gay en Idaho y Nevada. Este falló extendió a 32 el número de estados donde ya lo es. La Florida es uno de ellos. Pero Bondi insiste en mantener el asunto en las cortes. Su argumento principal es que la mayoría de los votantes floridanos adoptó la prohibición en 2012. ¿Verdad que se parece al viejo argumento de que una mayoría favorecía la prohibición de los casamientos entre negros y blancos? La respuesta que está dando una corte tras otra al razonamiento de Bondi es tan sencilla como contundente. Las leyes que tratan a las personas de manera diferente basándose en la orientación sexual, dicen los jueces, son inconstitucionales a menos que el gobierno aporte una “razón de fuerza mayor” (compelling) que demuestre lo contrario. Ahora y antes numerosos gobiernos estatales han aportado sus razones para la prohibición. Pero evidentemente ninguna ha sido de fuerza mayor.
 
El avance de los matrimonios gay en las cortes es un ejemplo preclaro de lo que ha hecho grande y vigorosa a la democracia norteamericana. Las mayorías del país a veces piensan y deciden que las minorías merecen ser esclavas, discriminadas, marginadas o humilladas. Pero si la rama judicial determina lo contrario, esas mayorías no tienen otro remedio que quedarse con las ganas de esclavizar, discriminar, marginar o humillar. En este sentido, el rol del poder judicial es más importante que el de los poderes ejecutivos y legislativos, aunque estos últimos siempre sean el resultado de la libre decisión de los votantes y aquel no. Un sistema judicial independiente es la mayor garantía de la democracia y de la búsqueda sistemática de equidad social. En Estados Unidos. Y en cualquier otra parte.
 
A nombre del panel de apelaciones, el juez Stephen Reinhardt escribió con lucidez: “Las leyes de Idaho y Nevada sobre el matrimonio, al impedir que se casen las parejas del mismo sexo y al negarse a reconocer los matrimonios del mismo sexo, infligen profundos daños legales, financieros, sociales y síquicos a numerosos ciudadanos de esos estados”. Esa es una razón esencial sobre la que se sustenta todo el esfuerzo por impedir que, en el caso de los matrimonios entre homosexuales, las mayorías de este país se salgan con la suya. Ahora corresponde a los políticos, de la Florida y de otros estados, acatar las decisiones de las cortes.

 
wpid-photo-04242013-1347.jpg (777×960)

Fuente El Nuevo Herald



Primer  Anterior  Sin respuesta  Siguiente   Último  

 
©2025 - Gabitos - Todos los derechos reservados