a los gays y la forma de bendecir a los divorciados
Los religiosos sostienen que los gays
"tienen dones y cualidades para ofrecer a la comunidad cristiana"
Ciudad del Vaticano | (EFE) El documento que el Sínodo de los obispos prepara para presentar al papa Francisco sostiene que los gays "deben ser respetados", la Iglesia debería desafiarse a sí misma para encontrar “un espacio fraternal” para los homosexuales sin comprometer la doctrina católica sobre familia y el matrimonio, cuestionando al catolicismo si podrían aceptarlos y reconocer los aspectos positivos de las parejas del mismo sexo. Plantea además "formas" para que los divorciados puedan recibir la bendición, según ha anunciado este lunes la Santa Sede.
“Aunque el texto no señaló ningún cambio en la condena de la Iglesia a los actos homosexuales o su oposición al matrimonio homosexual, utilizó un lenguaje menos severo y más compasivo que en textos previos de El Vaticano bajo otros Papas”, resalta Reuters.
El documento final se entregará al papa Francisco al término de esta asamblea extraordinaria, que concluirá el próximo 19 de octubre, y será la base del próximo Sínodo ordinario, que se celebrará del 4 al 25 de octubre de 2015.
Los participantes en esta reunión extraordinaria, que este lunes comenzó su segunda y última semana de trabajo, reflexionan en ese documento sobre la manera realista de acoger a los gays en la Iglesia católica, según explicó a la prensa el relator general del Sínodo, el cardenal húngaro Peter Erdö.
Los religiosos sostienen que los gays "tienen dones y cualidades para ofrecer a la comunidad cristiana", pero la Iglesia aún se interroga sobre cómo encontrar una camino realista de acogida. "Las personas homosexuales deben ser respetadas, como es respetada la dignidad de toda persona independientemente de su tendencia sexual", apuntó Erdö.
En la Relatio post disceptationem (Relación tras el debate), que es como se denomina el documento que resume las intervenciones de la semana pasada, los participantes se preguntan si la Iglesia está en situación de recibir a los homosexuales, "garantizándoles un espacio de fraternidad" en las comunidades, "sin comprometer la doctrina católica sobre la familia y el matrimonio".
No hay conclusiones todavía, aunque los obispos coincidieron en que la Iglesia tiene que tener en cuenta también los valores positivos de las parejas unidas por lo civil o en convivencia.
El Sínodo abordó también la cuestión de los divorciados, al reconocer la necesidad de tomar "opciones pastorales valientes" sobre lo que se denomina como situaciones familiares difíciles, según se refiere en el documento.
El teólogo Bruno Forte explicó que se ha debatido sobre la posibilidad de que los "divorciados puedan volver a recibir la comunión, siempre y cuando inicien un camino de purificación con el que obtengan la ayuda de Dios para evitar volver a fracasar". Sin embargo, hay cierto desacuerdo sobre la cuestión y, según subrayó Erdö ante los medios, "existen otras muchas formas para que los divorciados puedan obtener la bendición".
Este documento será la base para las discusiones para la segunda y última semana de la asamblea dedicada a la familia y convocada por Francisco.
John Thavis, experto en El Vaticano, calificó el documento como un “terremoto” en la actitud de la Iglesia hacia los homosexuales.
"El documento refleja claramente el deseo del papa Francisco de adoptar un acercamiento pastoral más misericordioso sobre los temas del matrimonio y la familia", sostuvo.
Los planteamientos contundentes del documento:
Un número de participantes en el sínodo a puertas cerradas ha dicho que la Iglesia debería moderar el tono en su lenguaje condenatorio cuando se refiere a las parejas gay y evitar frases como"desorden intrínseco" cuando habla de los homosexuales.
"Los homosexuales tienen dones y atributos para ofrecer a la comunidad cristiana: ¿somos capaces de darle la bienvenida a esta gente, garantizándoles un espacio mayor en nuestras comunidades? Muchas veces ellos quieren encontrar una Iglesia que les ofrezca un hogar acogedor”.
"¿Son nuestras comunidades capaces de probar eso, aceptando y valorando su orientación sexual, sin comprometer la doctrina católica sobre la familia y el matrimonio?", preguntó en el documento conocido en latín como "relatio".