120 años sin el autor de Cecilia Valdés Considerado por la historia de la literatura cubana como
el primer gran novelista de la isla, su obra ha trascendido hasta nuestros días.
Foto tomada del Diccionario de Literatura Cubana del Instituto de Literatura y Lingüística de la Academia de Ciencias de Cuba
Murió exiliado en Nueva York
Roberto Jesús Quiñones Haces | Desde Guantánamo, Cuba | Hoy 23 de octubre del 2014 se cumplen 120 años de la muerte en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, de Cirilo Villaverde, considerado por la historia de la literatura como nuestro primer gran novelista.
Nacido en el Ingenio Santiago, Pinar del Río, el 28 de octubre de 1812, el bicentenario de su nacimiento fue poco recordado en Cuba a pesar de su significación histórica y literaria.
En 1823 se trasladó a La Habana, ciudad donde cursó sus primeros estudios. Luego estudió Filosofía en el Seminario de San Carlos y Dibujo en la Academia San Alejandro.
En 1834 recibió el título de Bachiller en Leyes, pero ejerció poco, en algunos bufetes, pues pronto se dedicó a la literatura y a la enseñanza.
Colaboró en diversas publicaciones y ya en 1846 había publicado varias novelas, cuentos y numerosos artículos periodísticos.
En 1848 fue condenado a presidio debido a sus ideas separatistas pero logró escapar y trasladarse a Nueva York donde fue secretario de Narciso López hasta la muerte de éste. En dicha ciudad colaboró en el periódico separatista La Verdad, del cual terminó siendo su director. Durante su exilio en los Estados Unidos de América también vivió en Nueva Orleans y Filadelfia. En esta ciudad contrajo matrimonio con la activa conspiradora cubana Emilia Casanova, en 1855.
Cuando en 1858 el gobierno colonialista español proclamó una amnistía volvió a La Habana, donde ejerció una activa carrera literaria y periodística. Dos años después regresó a Nueva York donde continuó ejerciendo el periodismo combinado con el magisterio.
Cuando comenzó la Guerra de los Diez Años se vinculó a la junta revolucionaria establecida en dicha ciudad.
Cecilia Valdés y la Crítica
Villaverde publicó la primera parte de su famosa novela en 1839, cuando tenía 27 años de edad. Cuarenta años después la obra fue publicada en su totalidad en Nueva York.
La influencia de escritores como Manzoni y Walter Scott fue reconocida por el propio escritor aunque también otros críticos certifican la influencia de Víctor Hugo, de quien se afirma Villaverde tradujo Los Miserables.
Sin embargo, el pinareño supo apropiarse de códigos ya establecidos en Europa para apartarse radicalmente del romanticismo aún imperante en Cuba. Más interesante aún fue que se convirtió en un acucioso analista de la realidad política y social de Cuba al hurgar en las costumbres de la época. De ahí que muchos críticos hayan advertido que Cecilia Valdés es un invaluable mural de lo cubano.
Otro mérito de esta novela es que se adentró en el análisis de la esclavitud y del despotismo político que sufría la Cuba neocolonial- un atavismo inseparable de nuestra historia-lo cual la convirtió en una obra esencialmente revolucionaria desde el punto de vista literario y también político.
A ciento veinte años de la muerte de Cirilo Villaverde, Cuba es un país reguetonizado, presa cotidiana de la vulgaridad y el afán de supervivencia donde Cecilia Valdés es una obra prácticamente desconocida para la mayoría de los cubanos, quienes, de ella, acaso sólo conozcan el nombre de los protagonistas. De esa cruel realidad tampoco se salva esta gran novela.
(Nota: Para la redacción de este texto hemos tomado información del Tomo II del Diccionario de la Literatura Cubana del Instituto de Literatura y Lingüística de la Academia de Ciencias de Cuba y del prólogo escrito por Noel Navarro para la edición de la novela hecha por la Editorial Arte y Literatura en 1977.) Roberto Jesús Quiñones Haces