El ultraje de The New York Times
El progresista The New York Times ha vuelto a pedir (otra vez) el fin del embargo a Cuba. Lo hace exhibiendo como razón el hecho de que su supresión "representa la mejor oportunidad para fomentar un futuro más próspero en la isla". En el texto, que ha publicado también en español, hace un recuento por lo que considera es una evolución en la opinión pública e incluso política hacia posiciones que favorecerían "fomentar lazos estrechos con la isla"
El progresista The New York Times ha vuelto a pedir (otra vez) el fin del embargo a Cuba. Lo hace exhibiendo como razón el hecho de que su supresión "representa la mejor oportunidad para fomentar un futuro más próspero en la isla". En el texto, que ha publicado también en español, hace un recuento por lo que considera es una evolución en la opinión pública e incluso política hacia posiciones que favorecerían "fomentar lazos estrechos con la isla".
Es sorprendente que un diario de la categoría de The Times, que se supone adalid de la defensa de los derechos humanos más fundamentales, base sus argumentos en dos puntos tan endebles como el supuesto apoyo de una mayoría al inicio de esas relaciones y las pingües ganancias económicas que representaría para Estados Unidos el hacer comercio con la isla.
Basta recordar al comité editorial del diario neoyorquino que las mayorías también se equivocan y que gobernar al dictado de las encuestas no es ni propio de un país serio, ¿Acaso hay que evocarles cuando en este mismo país la mayoría de los ciudadanos estaba en contra de los matrimonios interraciales? Los derechos humanos no pueden estar a merced de caprichos demoscópicos. Porque es vergonzoso que en toda la extensión de su editorial no aparezca, ni brevemente, una sola mención a la situación que padecen los cubanos, que es demás conocida en el periódico, aunque traten de ocultarla. Tan sólo se hace mención al padecimiento de los disidentes gracias al testimonio que Bob Menéndez ofreció en abril para mostrar su oposición a un posible cambio impulsado por el presidente Barack Obama. El NYT tiene derecho a opinar sobre el embargo pero el texto de este fin de semana es un ultraje a los derechos humanos ya que es una infamia que para defender su posición sólo esgrima razones economicistas e ignore los valores y garantías fundamentales que supuestamente enarbola.