El Papa saca de su cargo a influyente cardenal antigay estadounidense
El Cardenal Raymond Burke, que hasta el sábado era el estadounidense de más alto rango en el Vaticano, ofreció una serie de
entrevistas recientemente criticando al Papa y había surgido como la cara de la oposición conservadora a la agenda reformista de Francisco.
Este señor vestidito así es el Cardenal antigay Raymond Burke que lideró la oposición al Papa
El Papa Francisco removió de su cargo a un abierto y conservador cardenal estadounidense que había criticado duramente el liderazgo reformista que ha ejercido el Pontífice en la Iglesia Católica.
El cardenal Raymond Burke, de 66 años, fue removido como jefe de la más alta corte del Vaticano y designado al cargo ceremonial de capellán del grupo de caridad Caballeros de Malta.
La decisión, que fue anunciada por el Vaticano el sábado sin hacer comentarios, estaba prevista. Burke dijo el mes pasado que sólo se le había informado que sería removido a un nuevo cargo pero que no sabía cuándo.
Es la segunda vez en menos de un año que el Papa remueve de su cargo a Burke, el ex arzobispo de St. Louis. En diciembre del año pasado, sacó a Burke de la junta del influyente departamento del Vaticano que maneja la designación de los obispos.
Burke, que hasta el sábado era el estadounidense de más alto rango en el Vaticano, ofreció una serie de entrevistas recientemente criticando al Papa y había surgido como la cara de la oposición conservadora a la agenda reformista de Francisco.
En una entrevista ofrecida a una revista española el mes pasado, Burke, conocido por su inflexible interpretación de la doctrina, comparó a la Iglesia Católica bajo el pontificado de Francisco a "un barco sin timón".
En una reunión de obispos de todo el mundo el mes pasado, Burke fue el abanderado de los conservadores que se oponían a que la Iglesia adoptará una actitud más positiva hacia los homosexuales.
Burke se ha enfrentado públicamente al Papa en varias oportunidades desde la elección del pontífice argentino en el 2013 y fuentes en el Vaticano han sostenido que Francisco consideraba la franqueza de Burke como parte de la llamada "cultura de guerras" entre los católicos que quería evitar.
Durante el Sínodo, Burke atacó al cardenal alemán Walter Kasper, que había argumentado que la Iglesia debería modificar la doctrina que impide que los católicos divorciados que volvieron a contraer matrimonio en servicios civiles reciban la comunión.
Burke también criticó duramente un documento sinodal provisional que se refería a los homosexuales de manera más positiva que nunca antes en la historia de la Iglesia. Conmocionado por el mensaje, Burke y otros obispos conservadores encabezaron una campaña que produjo una versión mucho más suave del documento final.