Manuel Antonio en Costa Rica,
es el destino gay de Centroamérica
En este trocito de paraíso declarado Parque Nacional y considerado uno los tramos oceánicos más hermosos de Costa Rica
nadie se siente incómodo. Y mucho menos la comunidad homosexual, que ha encontrado aquí su lugar favorito de la región.
Por Javier Mazorra Aunque solo en Belice la homosexualidad está prohibida por ley, Centroamérica no se caracteriza por su tolerancia en este aspecto... Pero hay una excepción: Costa Rica. Allí se acaba de nombrar a un ministro de Turismo (Wilhelm von Breymann) abiertamente gay que no dudó ir acompañado por su pareja a la toma de posesión del nuevo gobierno. A pesar de que es el único país de América que no es aconfesional y en el que la religión oficial es el catolicismo, la bandera del arcoiris, identificada con la comunidad gay, ondeó en el palacio presidencial en mayo durante el día contra la LGTBfobia.
Aunque en San José, la capital, y en otros lugares turísticos el ambiente en bares, restaurantes y hoteles es distendido, el destino gay friendly por excelencia es Manuel Antonio, la aldea de vacaciones que se ha creado a tiro de piedra del Parque Nacional del mismo nombre, a unos 150 kilómetros del aeropuerto de Juan Santamaría en Alajuela.
Nudismo en la piscina Nadie sabe a ciencia cierta de donde viene ese apelativo. Algunos piensan que así se llamaban los hijos del propietario de este trocito de paraíso declarado Parque Nacional en 1972. Poco importa. De lo que no cabe duda es de que se trata de uno de los tramos oceánicos más arrebatadoramente hermosos de Costa Rica, pero también de los más visitados y donde no se discrimina a nadie.
Tampoco es Key West ni nada parecido a Sitges o Ibiza. El ambiente tropical comprometido con la ecología hace que no se parezcan en casi nada pero la comunidad gay norteamericana y, en especial, la de California, lo ha escogido como su lugar preferido en la zona. Pero no se ha convertido en un destino excluyente. Sencillamente nadie se siente incómodo. Desde hace años, hay hoteles gays hetero friendlies, como el Villa Roca que se define como... para gays, lesbianas y sus amigos y amigas.
En algunos se puede practicar el nudismo en su zona de piscina y jacuzzi pero no en las playas, donde no hay costumbre. La principal atracción de la zona es el Parque Nacional que, aunque es el más pequeño de Costa Rica, es también el más visitado y uno de los más espectaculares.
Entre aves exóticas Cuenta con algunas de las playas más bonitas del país que nos recuerdan las mejores del Caribe, donde es posible bañarse rodeado de monos capuchinos (a los que, por cierto, no hay que dar de comer), coatis y multitud de aves exóticas. Eso sí, hay que tener mucho cuidado con unos árboles que se conocen como manzanillos, cuyo fruto es altamente venenoso y la corteza puede provocar irritaciones en la piel.
Los monos campan a sus anchas por el lugar. Fuera del parque, muy cerca de los hoteles, hay otras playas estupendas como la de Espadilla Sur y, sobre todo, un ambiente paradisíaco que, aunque cada día se encuentra más poblado, se mantiene en general en un estado de conservación aceptable. Para los amantes del turismo sostenible resulta interesante el trabajo que han realizado los arquitectos bioclimáticos Ibo Bonilla y Rafael Vïquez, mimetizando los edificios del interior del parque como el Centro de Visitantes, la casa del guardaparques, los distintos miradores e infraestructura de apoyo y, en especial, el Plan Maestro de Senderos.
Para ver ballenas hay que ir más lejos, hacia el sur y en temporada (la próxima comienza a mediados de didiembre), pero en el mismo entorno de Manuel Antonio se pueden hacer excursiones marinas para ver delfines o simplemente disfrutar del mar desde un velero. Además de las escapadas por el interior del parque, toda la costa sur está llena de pequeñas reservas naturales que se pueden explorar en 4x4 o a caballo, donde hay cascadas para darse un baño pero también descubrir una Costa Rica rural muy alejada del mundanal ruido.
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