Cambios que pudieran ocurrir en Cuba en el 2015
Marilyn Alvarez posa para una fotografía con la mano de una de sus clientas,
con las uñas acabadas de pintar, en su casa de La Habana el 22 de diciembre.
Alzando las copas, algunos cubanos han mantenido año tras año el brindis ritual “El año que viene estaremos en La Habana” cuando el reloj da la medianoche en la víspera de Año Nuevo.
Es algo que han estado haciendo durante décadas, desde que la revolución cubana de 1959 llevó al poder a Fidel Castro.
Ahora, por primera vez en mucho tiempo, las cosas podrían ser muy diferentes en su patria en el próximo año, pero no de la manera que muchos esperaban. Para algunos, podría no ser en ningún sentido algo a celebrar. Ellos habían soñado con una gran fiesta gozosa y triunfante en la que el dictador moría, la democracia regresaba a la isla y EEUU y Cuba volvían a ser vecinos amistosos.
Lo que lo cambió todo, sin embargo, fueron los anuncios simultáneos del 17 de diciembre en Washington y La Habana de que EEUU y Cuba planeaban reanudar relaciones diplomáticas con Raúl Castro, el hermano de Fidel, todavía en el poder, aunque haciendo cambios económicos de modo lento y metódico.
Hay incontables detalles que resolver, y EEUU todavía está por elaborar las regulaciones que gobernarán el comercio y los viajes expandidos a la isla de que habló el presidente Obama. Otra salvedad importante que señala Ted Henken, profesor de Baruch College, es: “Si la administración de Obama extiende una mano abierta, también tiene que haber una disposición de parte de los cubanos de transigir”.
Pero estos son algunos de los cambios que podrían verse en el 2015 a medida que se desarrolla el proceso de acercamiento.
▪ El dueño de una casa en el barrio de Playa de La Habana, del otro lado del río Almendares, da una nueva capa de pintura a su casa y se prepara a pavimentar la terraza trasera. Tanto la pintura como las baldosas llegaron en un envío comercial de Miami.
La Habana ha sido descrita como una ciudad necesitada de un millón de galones de pintura, y hay montones de proveedores estadounidenses dispuestos a vender pintura a Cuba.
Aunque el embargo seguirá vigente, según el plan de Obama se permitirá a compañías estadounidenses exportar suministros de construcción, provisiones para pequeños campesinos privados, y un rango de productos que la población cuentapropista de Cuba necesita para establecer o expandir sus negocios.
Un vendedor callejero en La Habana Vieja prepara su puesto de frutas y refrescos.