Charlie Hebdo retrató sin miedo a
Mahoma o políticos como Fidel Castro
Francia se debate desde entonces en un dilema entre la libertad de prensa y el uso que de ella deben hacer los
medios de comunicación, así como el rechazo constante de la buena parte de la comunidad musulmana francesa, muy numerosa en este país
Esta no es la primera ocasión en la que el semanario satírico francés Charlie Hebdo sufre ataques por defender la libertad de expresión en sus páginas. El atentado terrorista en el que han fallecido al menos 12 personas es sólo uno más de los graves problemas y agresiones a los que se ha enfrentado en sus 22 años de vida.
La publicación de caricaturas de Mahoma –cuya reproducción está prohibida por el Islam– ya había tenido consecuencias nefastas para Charlie Hebdo antes: Un incendio y ataques informáticos. Sin embargo, esto no ha frenado a la revista, que mantiene una línea osada e irreverente y no duda en sacar en portada a líderes políticos y religiosos de forma habitual.
Presidentes como Barack Obama, Nicolas Sarkozy y François Hollande han ocupado las páginas de la publicación. Incluso Fidel Castro apareció en una portada junto al papa Juan Pablo II, en un ejemplo de la libertad de expresión.
El semanario, creado en 1992 por el escritor y periodista Francois Cavanna, (fallecido el 29 de enero de 2014 a los 90 años), tampoco ha dudado en retratar en tono irónico al papa Benedicto XVI, a Bin Laden o incluso al ex director de FMIDominique Strauss-Kahn en momentos de interés periodístico.
Pero ninguna de estas portadas fueron tan polémicas como una en la que aparecía el profeta Mahoma en una silla de ruedas conducida por un rabino con un lema: "No hay que mosquearse", mientras en la parte superior de la viñeta se leía: "intocables". Su publicación desató la ira del islamismo radical y el comienzo de las amenazas para Charlie Hebdo.
Tras la muerte de Francois Cavanna, su discípulo, el dibujante Charb, continuó con la línea considerada blasfema por los musulmanes y libertaria por el consejo editorial, llegando a publicar caricaturas de Mahoma desnudo. Hasta el día de hoy, el ataque más grave fue el que sucedió a principios de noviembre de 2011 cuando su redacción fue incendiada por una serie de caricaturas del profeta.
La revista no se amedrentó entonces por los hechos y regresó a los kioscos con otra portada en la que un musulmán y el dibujante se besaban bajo el titular: "El amor es más fuerte que el odio", con la viñeta más arriesgada que podían plantearse. En páginas interiores, Charb reivindicaba en su editorial el derecho de los dibujantes y periodistas de Charlie Hebdo a bromear sobre lo que les plazca y aparecían críticas tanto al integrismo musulmán como al cristiano.
Un suplemento especial con una biografía en cómic sobre Mahoma en enero de 2013 volvió a provocar consecuencias. Entonces, la página webde la revista sufrió ataques por piratas informáticos, supuestamente por este motivo.
Con los ataques, la prensa satírica internacional se ha volcado además en las redes sociales, mostrando sus condolencias y apoyando la libertad de expresión y de prensa. Es el caso de la principal revista de humor española El Jueves, que calificaba de "malos tiempos para el humor" la noticia.
Anteriormente, el diario también había suscitado las iras islamistas por reproducir viñetas originales del periódico danés Jyllands-Posten en las que el profeta vestía un turbante-bomba con la mecha encendida en septiembre de 2005.
Francia se debate desde entonces en un dilema entre la libertad de prensa y el uso que de ella deben hacer los medios de comunicación, así como el rechazo constante de la buena parte de la comunidad musulmana francesa, muy numerosa en este país.
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