La telenovela censurada por el Partido La trama original contaba la relación homosexual de dos viejos, “y eso era poco educativo”.
Se permiten ciertos abordes de homosexualidad entre los jóvenes, pero ¿dos viejos? ¡Eso no!
La homofobia aún no está desterrada de las filas del viejo Partido Comunista.
Frank Correa | La Habana | La telenovela La otra esquina, que se exhibe en el espacio estelar de la noche por el canal Cubavisión, posee una sub trama desconocida para el gran público: los avatares que sufrió para que la autorizaran a salir a escena, luego de largas discusiones en el Comité Central del Partido Comunista.
Escrita por Yamila Suárez, con música de Raúl Paz y dirigida por Ernesto Fiallo, cuenta en su elenco figuras relevantes dela escena cubana donde destacan Blanca Rosa Blanco, Julio César Ramírez, Diana Rosa Suárez, Paula Alí, Fernando Hecheverría, Rogelio Blaín, Cristina Obín, Enrique Molina y el recientemente fallecido actor de la televisión y el cine Raúl Pomares.
Es un periodista del ICRT quien me cuenta la anécdota. Dice que arde en deseos de escribirlo pero no puede. Por supuesto que pide anonimato y a cambio lo dejo que la cuente:
¨Lo de la novela fue de verdad de novela. Después que estuvo terminada y editada, no pudo pasar la censura. En el Comité Central negaron su exhibición. ¿La causa? El argumento central se enmarcaba en torno a la relación homosexual de dos personas de la tercera edad, uno que fallece en los primeros capítulos y el otro, que intenta borrar la distancia que los separa con el hijo de su pareja perdida.
Argumentaron los sesudos del Comité Central, que era demasiado: ¿dos viejos homosexuales? No. Se permitían ciertos abordes de homosexualidad entre los jóvenes, muy retocadas, pero ¿dos viejos? ¡No…! Finalmente la intervención de Mariela Castro inclinó la balanza en favor de la libertad de sexo. Por suerte el trabajo de muchos meses y el gasto de recursos no se vieron tirados por la borda¨.
¨Pero exigieron a cambio suprimir las escenas donde se abordaba el carácter homosexual de los ancianos. Reconocerlos en su identidad resultaba depravante para la juventud, y poco educativo. Hubo cortes sobre lo editado, es por eso que se impregnó tanta opacidad en el asunto, que quedó como un misterio. Ya se está acercando el final. Se pondrá buena cuando el viejo lo diga por fin¨.
La homofobia aún no está desterrada por completo de las filas del Partido. Los televidentes disfrutan de una versión de La otra esquina, finalmente revisada y editada por el Comité Central, quien dentro de sus prioridades aún cuenta: ¨Velar porque lleguen al pueblo los valores más altos y excelsos que eduquen y fortalezcan a las futuras generaciones de la sociedad socialista¨.