El bloqueo mental de Atilio Borón Para este politólogo argentino, los cubanos no tienen
acceso a internet debido al “bloqueo” de Estados Unidos a la Isla
Atilio Borón junto al maquillado anciano Fidel Castro
Por Orlando Freire Santana | Desde La Habana, Cuba | Cubanet | Noticias de Cuba No hay dudas de que el tema de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos está de moda. Y para no ser menos que los demás, el politólogo argentino Atilio Borón ha escrito al respecto. En este caso se refirió al acceso de los cubanos a internet; un acceso que, según este aliado incondicional de los gobernantes cubanos, se ha visto obstaculizado por el “bloqueo” de Estados Unidos a la isla.
En el artículo “¿Quién bloquea a quién? Cuba y la Internet”, Cuba y la Internet”, aparecido el pasado 10 de febrero en el periódico Juventud Rebelde, el señor Borón apuntó que “no fue Cuba quien ante el advenimiento de la revolución de las comunicaciones decide hacerse un harakiri informático, sino que fue el imperio quien, consciente de la importancia de esas nuevas tecnologías, extendió los alcances de su criminal bloqueo para incluir también a la Internet”.
Es decir, que para el también economista y periodista argentino, Cuba sería un modelo de libre acceso a internet para todos sus ciudadanos, si no fuera por la “malvada” actitud de Washington. Sin embargo, unos pocos ejemplos bastan para poner en entredicho a este simpatizante de la extrema izquierda latinoamericana.
Porque no obstante el aparente esfuerzo de las autoridades por garantizar la informatización de la sociedad, el castrismo se las arregla para entorpecer el acceso a internet al ciudadano de a pie. Ese al que necesitan mantener a merced de la prensa oficialista, para que así engrose esa masa manipulable que asegure la asistencia a los actos en la Plaza de la Revolución, y los altos índices de participación en las elecciones del Poder Popular.
Un obstáculo importante para los ciudadanos es la priorización de la conectividad social a la red de redes, en detrimento de la opción de llevar el internet a los hogares. De esa forma se privilegia el acceso a internet por parte de entidades y organizaciones progubernamentales, sitios donde los empleados “poco confiables” resultan excluidos de ese servicio.
Y qué decir de las tarifas prohibitivas que se cobran en los locales de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA). Allí una hora de acceso a internet equivale casi a la tercera parte del salario medio mensual de la nación. Y en los hoteles las tarifas son aún más elevadas.
Para completar el sombrío panorama habría que agregar las embestidas gubernamentales contra los contados espacios que ofrecen gratuitamente el referido servicio. Aquí se inscribe el disgusto de las autoridades cubanas por las facilidades que brindan ciertas embajadas a los ciudadanos cubanos para que accedan a internet. En especial sobresalen los encontronazos con la Oficina de Intereses de los Estados Unidos, a la que han acusado de violar las leyes cubanas en materia de telecomunicaciones, al no poseer la licencia adecuada para ello. Por otra parte, está suspendido el servicio de internet que la Biblioteca Nacional ofertaba a los lectores asociados a la institución.
Y no podemos pasar por alto el hecho de que, tanto en los locales de ETECSA como en los hoteles, se bloquean algunas páginas web. Se trata de aquellas que, según el punto de vista oficial, “conspiran contra los intereses de la nación cubana”.
Cabría preguntarse si el señor Atilio Borón está al tanto de lo que hemos expuesto. Probablemente sí lo esté. Lo que sucede es que este amigo del castrismo integra el colectivo de los Perfectos Idiotas Latinoamericanos, tan bien caracterizados por Carlos Alberto Montaner, Plinio Apuleyo y Álvaro Vargas Llosa. Ellos, los idiotas, critican ferozmente a los gobiernos de derecha, pero se hacen los de la vista gorda ante los desmanes de la izquierda.
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