Activistas gays de la Isla advierten a
congresistas de EEUU que Mariela Castro no les representa
Juana Mora Cedeño, a la izquierda, en una foto sin fecha con defensores independientes de los derechos LGBT cubana. (Foto cortesía de Mario José Delgado González)
Un grupo de miembros de la comunidad independiente se
reunió con la delegación que visitó La Habana, liderada por Nancy Pelosi.
La Habana | Diario de Cuba La delegación de congresistas estadounidenses que viajó el mes pasado a Cuba, liderada por la demócrata Nancy Pelosi, se reunió con activistas de derechos humanos, entre ellos de organizaciones independientes de la comunidad LGBT en Cuba, informó el medio estadounidense Washington Blade.
El 20 de febrero hubo una reunión en la SINA entre Juana Mora Cedeño, del Proyecto Manos, y otros miembros de la sociedad civil cubana que trabajan de forma independiente con el grupo de congresistas estadounidenses.
Mora ha explicado a Washington Blade que en el encuentro aprovechó para hablar de educación, salud y de la falta de medicación para los cubanos con VIH.
El jefe de la SINA, Jeffrey DeLaurentis, invitó a Mora y a otros defensores de los derechos humanos para conocer a los miembros de la delegación a petición suya.
"Hablamos sobre la comunidad LGBT, los derechos que la comunidad necesita tener, pero que no tiene", dijo Mora.
Proyecto Manos es una federación de grupos de activistas cubanos que no están afiliados al oficialista Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), que dirige Mariela Castro.
"El CENESEX no es realmente representativo", reveló Mora a Washington Blade, describiendo el trabajo de los activistas LGBT que no están afiliados a la organización de Castro. "Unimos fuerzas para la defensa de los derechos de nuestra gente porque el Gobierno cubano no ha planteado nunca una ley a nuestro favor".
Los legisladores cubanos aprobaron en 2013 una propuesta para añadir la orientación sexual a la Ley del trabajo, aunque Mariela Castro votó en contra porque no incluía provisiones específicamente para transexuales.
Los activistas LGBT independientes que públicamente critican a Mariela Castro y al Gobierno de su padre todavía siguen sufriendo el acoso de las autoridades bajo las leyes que limitan los derechos de reunión en la Isla, subraya el medio estadounidense.
Mario José Delgado González, del grupo cristiano LGBT Divina Esperanza —que busca promover la aceptación de los cubanos LGBT en las iglesias del país—, contó a Washington Blade que él no pudo asistir a una reunión de la delegación de Code Pink que visitó La Habana en febrero porque "la Seguridad del Estado me advirtió de no ir".
La delegación entera de Code Pink, integrada por unas 150 personas, se reunió el día antes con Mariela Castro.
"La fuerzas de Seguridad del Estado cubano me detuvieron de forma arbitraria", contó Delgado, agregando que dos oficiales del Ministerio del Interior y un oficial de la Seguridad del Estado lo condujeron a la periferia de La Habana para prevenirle de que no fuera a la reunión con la delegación de Code Pink. "Tienen miedo de que estas organizaciones estadounidenses nos conozcan y decidan apoyarnos".
El 9 de febrero, Mora y Delgado se reunieron con Ellen Sturtz, defensora de los derechos LGBT en Washington, y otros siete miembros de la delegación de Code Pink en el apartamento de un activista cubano en La Habana.
Esta reunión se celebró cinco días antes que Delgado dijera que la Seguridad del Estado lo había detenido.
Delgado contó a Washington Blade que Mariela Castro dijo que los activistas no quisieron reunirse con ella, "lo que es mentira".
Ni Mariela Castro, ni el Gobierno cubano respondieron a la demanda de comentarios que hizo el medio estadounidense para confirmar los hechos.
El 20 de febrero tuvo lugar una reunión entre legisladores estadounidenses y miembros de la sociedad civil cubana, dos meses después del anuncio que inició el proceso de normalización de relaciones entre Washington y La Habana.
Delegaciones de los dos países se reunieron en Washington el 27 de febrero para discutir la apertura de embajadas en Washington y La Habana y el restablecimiento de relaciones diplomáticas.
La subsecretaria de Estado, Roberta Jacobson, quien lidera la delegación estadounidense en las conversaciones con el régimen, explicó a los periodistas durante una conferencia de prensa en el Departamento de Estado el 27 de febrero que al final de este mes los dos países se reunirán para discutir sobre derechos humanos.
"Nosotros siempre hemos dicho que nuestros diplomáticos operan con la máxima apertura, para tener la visión más amplia posible de la sociedad cubana como sea posible", dijo Jacobson, refiriéndose a la apertura de la embajada de Estados Unidos en La Habana. "La posibilidad de ver a todo tipo de gente en Cuba es muy importante para ellos. Ellos nos introduce en los temas de la gente con la que nosotros siempre hemos querido tener conversaciones".
Pelosi y otros miembros de la delegación de congresistas se reunieron con otros activistas cubanos LGBT mientras estuvieron en La Habana.
"Nuestro encuentro con varios miembros de la sociedad civil en Cuba representaban distintos orígenes, incluyendo los defensores de los derechos LGBT, fue revelador y positivo", explicó el portavoz de Pelosi, Jorge Aguilar.
"Escuchamos sus opiniones y preocupaciones, así como sus aspiraciones sobre el futuro de las relaciones entre los dos países, y nosotros reiteramos nuestro compromiso de mejorar los derechos humanos, especialmente los derechos de la comunidad LGBT, en Cuba, un tema de gran importancia para nuestra delegación".
Mora contó a Washington Blade que ella siente que los cubanos LGBT se beneficiarán de la normalización de relaciones entre Cuba y Estados Unidos. "Creará muchas oportunidades", señaló. "Relaciones diplomáticas, económicas, políticas y sociales serán muy buenas para nuestra comunidad y para nuestro país".
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