Carlos Bruce:
“La homofobia los lleva a tomar esa decisión, no la razón y el derecho”
Carlos Bruce
Perú vive momentos decisivos para la población LGBTI. La Comisión de Justicia y Derechos Humanos del Congreso se ha comprometido a votar a favor o en contra del proyecto de ley de la Unión Civil. Mañana es el día. De ser favorable, la Unión Civil pasaría a ser discutida en el Plenario del Congreso. El panorama es incierto debido a que hay mucha homofobia aún en la sociedad y la comisión ha mostrado estar integrada por personajes muy conservadores.
Carlos Bruce es el congresista que impulsó este proyecto y que el año pasado salió del clóset con el fin de demostrar que un homosexual no es un desviado. ¿Como un desviado podría haber sido uno de los ministros con más alta aprobación? Bruce –exministro en el gobierno de Alejandro Toledo–confrontó la idea de que los homosexuales somos parias en la sociedad o que no podemos tener una vida como la del resto de la población. El ser homosexual no te hace ni mejor ni peor persona.
Bruce no está seguro en que acabará el proyecto este martes. Pero para él la batalla a favor de los derechos civiles de los homosexuales ya está en camino y hay algunas luchas a nuestro favor. El debate de la razón lo hemos ganado. El Poder Judicial, el Ministerio de Justicia, la Fiscalía de la Nación y la Defensoría del Pueblo han reconocido que la Unión Civil es perfectamente constitucional y hará un bien a la sociedad peruana.
¿Cómo ha cambiado su día a día desde que hizo pública su homosexualidad?
–Yo he vivido mi vida plenamente hace muchos años atrás. Se lo comenté a mis hermanos y a mis hijos que eran los únicos que consideraba se merecían que personalmente les diga mi orientación sexual. Después he vivido libremente y realmente me ha importado bien poco lo que otras personas piensen o no. Hemos hecho pública esta revelación, básicamente destinada a desvirtuar esos argumentos que decían que todos los gays y lesbianas eran desviados o gente enferma. Quise poner en evidencia que como uno puede ser enfermo después de haber sido cuatro años ministro de Estado y haber sido congresista reelecto. Mi vida ha transcurrido casi igual, la única diferencia es que nos hemos comprometido más en la lucha por los derechos civiles de estas minorías sexuales que no tienen los mismos derechos que los demás.
¿Cree que hay suficientes líderes LGBT en el país?
–Yo lo que creo es que recién está empezando un sentimiento de identidad en la comunidad LGBT. Antes de esta batalla cada uno estaba en lo suyo y había una gran fragmentación del movimiento LGBT. A raíz de la Unión Civil muchas personas empezaron a salir públicamente a decir que tienen una orientación sexual diferente y ha empezado ese sentimiento de identidad como comunidad. Una muestra de eso fue la marcha de la igualdad en donde habían gays de todos los segmentos sociales, amigos de gays, parientes de gays, ahí recién creció ese sentimiento de identidad. En gran medida se lo debemos a nuestros detractores que han dicho cada tontería en televisión que ha indignado. Ha sido el mejor favor que nos han podido haber hecho.
¿Cómo se debería formar un líder LGBT para hacer la lucha considerando el ejemplo de Chile donde se necesitó un gran esfuerzo de marchas y protestas para conseguir el objetivo?
–Para que se afiancen liderazgos creo que no podemos atomizarnos en organizaciones. Para tomar una decisión estratégica con respecto al movimiento, lo que tenemos que hacer es citar a muchas organizaciones y eso no puede ser, no puede haber tantas. Deben juntarse y creo que es sumamente necesario que no tengan afiliación política. La afiliación política que tenga una organización debe de ser independiente. Debe dejar en libertad a sus miembros de militar en cualquier partido o de no militar en ninguno si no quieren. De esa manera esa organización va a tener la autoridad moral de representar a todos y a todas.
¿Se siente solo en el Congreso en esta batalla por la Unión Civil?
–No, no estoy solo. Hay muchos congresistas que comparten conmigo la lucha por la Unión Civil. Muchos de estos congresistas no soy gays. No creo que seamos mayoría pero si hay un buen grupo de congresistas que comparten con nosotros 100% lo que estamos haciendo. Y son congresistas que son mis opositores políticos pero que en este tema me están apoyando de manera desinteresada.
LA FAMILIA NO SE QUIEBRA, NO HAY SODOMA Y GOMORRA
Muchos no entienden que en política hay que ‘negociar’ y lo han criticado. ¿Qué le diría a ellos?
–El político eficaz necesita tener mucho realismo. Hay muchas cosas que yo como hombre gay quisiera HOY que se den en mi país pero soy realista y hay que dar pasos. Nadie corre sin primero haber caminado. En el Perú vamos a tener que acostumbrarnos a dar pasos. Tenemos una población muy conservadora y es muy bajo el porcentaje de gente que nos apoya. En los países donde se han dado estos cambios la aprobación llega por lo menos al 50% y después de ahí sigue subiendo. Cuando la ley se concrete la gente se dará cuenta que la sociedad no se destruye. La familia no se quiebra, no hay Sodoma y Gomorra que la gente piensa. Inclusive, después que se dan estas legislaciones la gente aprueba muchas otras cosas más. Cuando se dan cuenta que las parejas gays no hacen daño y que son más felices dicen ¿por qué no los dejamos adoptar niños? La misma sociedad va dándose cuenta que se pueden otorgar más derechos. Pero con 35% de aprobación es muy difícil. Tenemos que dar un paso tras otro. Se intentó hacer una negociación pero los mismos conservadores la rompieron, razón por la cual la negociación quedó en nada. Pero era una negociación destinada a conseguir algo y luego conseguir más cosas.
Si este martes no se consigue nada, Carlos Bruce seguirá luchando por los derechos civiles. ¿Por qué no ir por el matrimonio igualitario?
–Al margen de la situación que se tome el martes no creo que no hayamos conseguido nada. Las cuatro instituciones del Estado a las cuales se les ha pedido oficialmente su opinión han dicho que esto es constitucional y que es positivo para la sociedad peruana. Esto era impensable hace cinco años atrás. Las instituciones que han analizado el problema usando la razón y el derecho como métodos de análisis nos han dado la razón. Hemos ganado el debate de las ideas. Si hay congresistas homofóbicos o con juicios religiosos o sociales, o con fobias o con inseguridades que no quieren votar por esto, yo no les puedo poner un cuchillo en el cuello. La homofobia los lleva a tomar esa decisión, no la razón y el derecho. La gente pensante se da cuenta que aquí hay una situación injusta que no se está solucionando.
SIN APOYO DEL GOBIERNO
¿Qué piensa del Congreso, del cual es parte?
–Es un Congreso que a veces por tonterías de unos pocos todos nos vemos desprestigiados ante la ciudadanía. Sin embargo, yo no voté por muchos de los que están aquí, ha sido el pueblo. Este Congreso es un Congreso muy mediocre y está plagado de gente que no sabe cual es su rol como servidor público. Hay gente que cree que sus creencias personales las tiene que imponer a los demás a través de leyes. y eso no es ética pública. Uno puede tener ética privada pero cuando uno actúa como servidor público, uno tiene que tener una ética pública. Yo soy agnóstico pero no se me ocurriría plantear que no hayan iglesias en el Perú o que no hayan religiones. Yo defenderé la libertad de culto con todo, porque me parece que es un derecho que no afecta el mío.
¿Considera que los miembros de este gobierno han tenido voluntad de atender las demandas de los LGBT?
–No. En todos los países en el que este tipo de legislación ha sido aprobada, todos, sin excepción han tenido el apoyo de sus presidentes de turno. Siempre tienes que tener el apoyo del gobierno de turno, cosa que no hemos recibido aquí. Cuando al presidente Ollanta Humala le han preguntado sobre el tema él no ha querido pronunciarse. Hace unos días la Primera Dama dijo que era un tema espinoso y que eso lo debía de ver el Congreso. Con un gobierno dubitativo difícilmente se puede avanzar en este tipo de derechos. Definitivamente para nada hemos tenido el apoyo del gobierno.
Hubo una reunión con la exministra de la Mujer. Fue un hito histórico este encuentro. ¿Qué le parece a usted?
–Me parece muy bien pero de ahí no pasa. Es necesario para que este tipo de legislación se apruebe que haya un apoyo decidido de la cabeza del Estado. El día que tengamos un presidente que tenga eso claro va a ser mucho más fácil conquistar nuestros derechos.
¿Cree usted que los colectivos y activistas LGBT peruanos se sienten representados con Carlos Bruce?
–No lo sé, eso tienes que preguntárselos a ellos no a mi.
¿Cuál es su percepción?
–Cuando yo empecé mi actividad en el Congreso hace casi 9 años atrás no era alguien especializado en derechos humanos. Era un exministro de vivienda y efectivamente diseñé mi trabajo en el área económica. Dije: si alguien ve el tema de los derechos de los LGBT tendrá todo mi apoyo. Pasaron algunos años y resulta que ningún congresista veía los derechos civiles. En el Congreso anterior decidí presentar algunos proyectos de ley. Presentamos la ley de crímenes de odio y las reacciones que hubo ante estas leyes me reveló el grado de homofobia que existía.Cuando en este pleno se discutió la Ley de Crímenes de Odio fue la noche más decepcionante de un Congreso, se dijo barbaridad y media. Esa noche tomé la decisión de meterme en este tema para lo cual he tenido que prepararme, pero esto es mucho sentido común. Ahí empecé a tomar el rol de activista y solo estamos hablando de hace año y medio atrás.He tenido que reinventarme porque no estaba en mis planes meterme tanto en estos temas pero me he dado cuenta que si no lo hago yo no lo va a hacer nadie. He tratado de poder dar estas batallas dando lo mejor de mi capacidad.
Si no se consigue nada en 2016, este tema será parte de la agenda de Bruce y de los demás candidatos. ¿Nos llenarán de promesas? Así es la política. ¿Qué diferencia a Bruce del resto?
–Yo no voy a pretender competir con nadie. Creo que resulta evidente que me he complicado la vida. Nadie puede decir que la vida de Carlos Bruce se hizo más fácil a raíz de toda esta lucha. Y lo he hecho con mucha convicción porque yo también soy un hombre gay y siento en carne propia la indignación, la frustración y tonterías que se dicen. Creo que he demostrado en que no he tenido problema en complicarme la vida para abogar a favor de esta causa. Soy consciente que he perdido muchos votos, hay gente que no va a volver a votar por mí. He asumido el costo. Creo que soy uno de los pocos congresistas y posibles candidatos que pueden demostrar que en efecto, al menos lo intenté.
Hagamos futurología. ¿En qué año un peruano gay se podrá casar?
–Yo creo que en pocos años. En el siguiente Congreso se aprueba.