Ricky Martin afirma que ‘No se pueden crear leyes basadas
en la religión’ y que cantaría en Rusia para visibilizar a la comunidad gay.
Ricky Martin es un Orgullo Gay y de los Latinos
A pesar de ser una persona inmensamente espiritual, Ricky Martin se muestra tajante en lo tocante a la separación de Iglesia y Estado, ya que desde su punto de vista permitir que las doctrinas religiosas influyan en la política de un país supone un verdadero peligro para la comunidad gay.
“Creo que lo más importante es separar la Iglesia y el Estado, por el bien de la Iglesia y de los ciudadanos, es muy importante. No se pueden tomar decisiones y crear leyes basadas en la religión. Estoy hablando en nombre de la comunidad LGBT del mundo. Seguimos trabajando, pero todavía hay mucho camino por recorrer”, aseguró el portorriqueño en una entrevista a Radio Caracol.
Para nadie es un secreto que el gigante europeo tiene fuertes leyes homofóbicas… La opción más sencilla para Ricky Martin sería omitir aquellos países que no respetan los derechos de los homosexuales de sus giras sin pensárselo dos veces. Sin embargo, él sigue soñando con poder actuar de nuevo en Rusia -donde existe una ley que prohíbe la difusión de información sobre las “relaciones sexuales no tradicionales” entre menores- para demostrar que es una persona tan normal como cualquier otra, independientemente de su orientación sexual.
“Ahora, más que nunca, es cuando tengo que ir a Rusia y hacerle saber a ese maravilloso público, que siempre ha sido tan cálido conmigo, que este soy yo”, aseguró el ídolo boricua en una entrevista a la ABC, durante la que aseguró que, gracias a su activa presencia en las redes sociales, consigue mantener una relación muy estrecha con su amplia base de admiradores alrededor del mundo, incluyendo sus fans iraníes. “Me encantaría ir a Irán. Precisamente, gracias a las redes sociales tengo mucho contacto con iraníes”.
En la memoria de Ricky, el día que reconoció públicamente su homosexualidad en 2010 ha quedado grabado como uno de los más felices de su vida por la sensación de libertad que sintió, lo que explica por qué a día de hoy trabaja en busca de la normalización.
“El día que salí del armario gané de repente 80.000 seguidores en Twitter. Desde entonces, vivo en un subidón constante. Lo hice porque tenía que hacerlo, porque por fin había superado esa obsesión que tenemos todos de ser aceptados por los demás. Cuando por fin me permití a mí mismo librarme de esa obsesión, me convertí en una persona más feliz. Es difícil llegar a ese momento, pero una vez que lo consigues, eres libre. Es algo maravilloso”, recordaba el cantante en conversación con el portal Yahoo Music.
Además, como abanderado de la comunidad gay, y especialmente del derecho a adoptar de las parejas de un mismo sexo o de las personas solteras homosexuales, Ricky no quiso dejar pasar la oportunidad de pronunciarse este lunes sobre la polémica generada por los diseñadores Stefano Gabbana y Domenico Dolce al criticar los métodos de reproducción asistida, como la fecundación in vitro, y calificar a los niños concebidos de esta forma de“sintéticos”.
«Me encantaría cantar en Irán y volver a Rusia» El puertorriqueño, con nuevo disco «A quien quiera escuchar», lamenta no tener la libertad de actuar donde desea
La música de Ricky Martin (Puerto Rico, 1971) es banda sonora habitual en metros o autobuses, grandes superficies o peluquerías. Algunos de sus canciones forman parte de discos recopilatorios históricos. Pero al puertorriqueño no se le reconoce únicamente por su voz, su manera de bailar o un indudable atractivo que ha conquistado a hombres y mujeres por igual. Martin es un cómputo de varios factores que le llevan a ser un hombre completo: ha luchado por su felicidad personal, reconociendo su homosexualidad cuando era un sex-symbol entre las féminas, y lleva años siendo la voz de la conciencia ante ciertos problemas a escala planetaria.
En un salón del Hotel ME, en Madrid, y durante la promoción de «A quien quiera escuchar», su último disco, el artista recibe a ABC para hablar de la fundación que lleva su nombre, de los lugares en los que quiere actuar y de lo mucho que se puede ayudar a la sociedad gracias a una posición privilegiada como la suya.
La paz, la solidaridad y la alegría son algunos de los asuntos que Ricky Martin ha querido transmitir a lo largo de tres décadas sobre los escenarios. Unos valores que la sociedad necesita ahora más que nunca: «Lo más importante es ser independiente en pensamientos y en ideas, no seguir una ola. Hay que hacer ver qué te mueve y qué no te mueve», explica. Lo dice como quien suelta un discurso previamente fabricado, hasta que recuerda el momento en que hizo pública su condición sexual (un reconocimiento que le llevó a hablar en la ONU sobre el derecho a la identidad en este ámbito). «A mí me costó mucho romper ciertos códigos, pero a veces no hay más remedio si quieres ser feliz», comenta para asegurar que, cuando lo hizo, fue «increíble».
Educar y proteger Por eso, el artista se sitúa como altavoz para quienes sufren injusticias, lo que le llevó a crear su fundación hace más de diez años. Desde Ricky Martin Foundation, el cantante lucha contra de la explotación sexual infantil. La última acción que ha llevado a cabo, y de la que se siente especialmente orgulloso, ha sido crear una escuela «en Puerto Rico donde se está educando y rehabilitando a muchos niños que han sido víctimas (o que corren riesgo de serlo) de la prostitución». Cuando se sube a un escenario o trabaja en la fundación, es cuando Martin se desahoga. «Es donde cicatrizo y suelto un poco de amor y luz al mundo».
Martin es un hombre inquieto, un rasgo que se evidencia cuando habla con fotógrafos y periodistas al mismo tiempo. Entre una entrevista y otra, aparece una admiradora que ha llegado a Madrid desde Cantabria solo para verle.
Nunca viaja solo, sus hijos Valentino y Matteo (7 años) forman parte de su equipo y no se separa de ellos. «¿Cómo llevan los niños los constantes cambios de país?». El cantante, trotamundos emperdernido, dice con tono bromista que los mellizos llevan «el jet-lag» mejor que él. «Viven felices porque su estabilidad soy yo. Han nacido con este tipo de vida y están acostumbrados».
Los países «vetados» El último disco de esta estrella del pop ha sido grabado en cuatro países diferentes. Es un artista muy viajado, que conoce muchos de los problemas que sufren varias civilizaciones del mundo. Por eso, Martin sueña con «el día en el que pueda actuar en, por ejemplo, Irán»: «Me encantaría. Precisamente, gracias a las redes sociales tengo mucho contacto con iraníes». Aunque también le gustaría volver a Rusia, donde actuó durante muchos años y ya no puede hacerlo debido a su condición sexual. «De repente se presentan unas leyes tan estúpidas que me limitan a mí y a todos los que represento. Muchas veces me han dicho: ‘‘Veta a ese país”, pero la solución no es esa», apostilla. Y añade: «Ahora, más que nunca, es cuando tengo que ir a Rusia y hacerle saber a ese maravilloso público, que siempre ha sido tan cálido conmigo, que este soy yo». Pero la cuestión, al cabo, es bastante más sencilla. Lo único que Martin pretende con su música «es que la gente se sienta bien».
ÁNGEL DE ANTONIO
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