Estampa cubiche:
Fidel Castro y el padre del candidato Ted Cruz
Rafael Cruz (al centro) porta un cartel en una manifestación a favor de Fidel Castro en Texas, en enero de 1959.
Por Miguel Fernández Díaz
A poco de llevarse la arrancada en la carrera de candidatos a la presidencia, el senador Ted Cruz (R-Texas) acaparó la hora completa del programa de Sean Hannity por Fox News y largó la historia de lucha de su padre contra el dictador Fulgencio Batista, pero ni el candidato ni Hannity aludieron a cierta y subsecuente historia de lucha a favor de Fidel Castro.
Ted contó a Hannity el pasado 23 de marzo que, en 1957, la policía de Batista prendió y torturó a su padre. Lo soltaron bajo amenaza de muerte y para escapar a ella Rafael Cruz solicitó matrícula a universidades de Luisana, Miami y Texas. Esta última accedió y Cruz padre salió por fin en ferry hacia Cayo Hueso, luego de que un amigo de la familia sobornara a la autoridad migratoria para dejar partir con visa americana de estudiante a un matancero de 17 años con ficha policial por revoltoso.
De Cayo Hueso a Austin
De Cayo Hueso este joven antibatistiano siguió en una guagua de Greyhound a la sede universitaria de Austin, sin hablar inglés y con sólo cien dólares. Hannity cortó enseguida el hilo de la historia que pasaba por Austin al preguntar a Cruz hijo si había nacido en Calgary, Canadá. El requisito constitucional de “ciudadano estadounidense por nacimiento” para ser presidente suscitó la polémica insulsa de que Ted Cruz, por haber nacido en Canadá, no es candidato legítimo. Su padre es cubano y vino a naturalizarse en 2005, pero su madre nació en Delaware y nada más que por parirlo, aun fuera de Estdos Unidos transmitió su propia condición a Ted, quien no tuvo que correr el trámite de naturalización y puede aspirar a la presidencia tal como hicieron Romney, quien nación en México, o McCain, nacido en la Zona del Canal de Panamá.
El emigrante empezó a trabajar como cocinero para comer gratis y pagarse los estudios de Ingeniería Química, pero dos reporteros internautas de BuzzFeed News, Andrew Kaczynski e Ilan Ben-Meir, siguieron también otra pista que hacia el 2013 el ahora pastor evangélico Rafael Cruz había dado en un foro del grupo conservador FreedomWorks: “Empecé a hablar a favor de Castro en diferentes club rotarios alrededor de Austin, Texas. Pensaba que él era la salvación del país”.
Ben-Meir y Kaczynski dieron con que, al día siguiente de entrar Castro en La Habana, el 8 de enero de 1959, Cruz padre esclareció en el periódico estudiantil Daily Texan: “Castro es un hombre educado, sin ambición de poder”. De paso arremetió contra los batistianos y contra quienes tachaban a Castro de comunista.
La Universidad de Texas en Austin tenía 15 cubanos matriculados y seis salieron a la calle con dos pancartas y banderas de Cuba y el Movimiento Revolucionario 26 de Julio, para dar tángana contra la admisión en Estados Unidos de “criminales del gobierno de Batista”. Rafael Cruz llevaba una pancarta que rezaba: “Batista’s gang have paved their way into the U.S. with Cuban bodies. Let the innocent fear not. Let the guilty face their victims. 26 July Mov”, como puede verse en la foto que acompaña este artículo.
Vientos de cambio
Cruz padre adelantó al Daily Texan que viajaría a Cuba en mayo de 1959 y volvería para continuar sus estudios en septiembre, pero al llegar a la Isla se desilusionó con el castrismo y al regresar -según contó Cruz hijo en 2012 a la revista New Yorker- hizo una lista de los lugares en que había hablado a favor de Castro para ir de nuevo a pedir disculpas por haber inducido a error y hasta recaudado dinero para mandarlo a destino maldito.
La jornada americana de Rafael Cruz prosiguió -se había casado con Julia Ann Garza en 1959- con dos hijas y divorcio, mudanza a Nueva Orleans, segundas nupcias con Eleanor Darragh y mudanza a Calgary, donde nació Ted. Hacia 1974 vendió su compañía, retornó a Texas y para 1975 oficiaba ya como pastor laico.
El Senador Ted Cruz, con su padre Rafael Cruz
Cruz hijo afirma haber tenido “dos héroes en mi vida: mi padre y Ronald Reagan”. Y Cruz padre cuenta que la conversación de sobremesa con su hijo, a la edad de ocho o nueve años, giraba siempre en torno a la política: “You know, Ted, when I faced oppression in Cuba, I had a place to come to. If we lose our freedoms here, where are we going to go?”
Así que la forja política del candidato Cruz parece venir sólo del conservadurismo tejano, sino también de la militancia antibatistiana del padre y de su viraje contra Castro, porque en sus sermones Rafael Cruz asegura que con la tesitura de actuar unilateralmente si el Congreso no actúa, Obama no se diferencia mucho de “aquel viejo y barbudo amigo que dejó en Cuba”.
En otra ocasión, Cruz padre comparó el mensaje de esperanza y cambio de Obama con las primeras arengas de Castro. Esto encantó a la estrella conservadora de la radio, Rush Limbaugh, quien exclamó que Rafael Cruz la había sacado del parque.
Con otro cubanoamericano, el senador Marco Rubio (R-Florida), aparentemente a las puertas de anunciar su candidatoria a la presidencia de Estados Unidos, y la nueva política de Obama en boga (y en boca) de comerciantes, académicos y viajeros de la nación americana, las carreras por la Casa Blanca 2016 pronostican una buena ración cubana entre campañas, debates y viejos trapos sacados al aire.