Mi opinión es que este es un mal generalizado en todo rincon del mundo..
Klin, klin, klin es un sonido que de forma inconsciente se ha ido volviendo parte del ruido habitual en algunas casas y barrios capitalinos, el nombre de este ruido es cocinar aunque realmente esta comida no nutre ni alimenta, es una comida que deteriora, destruye o sencillamente mata. Sus ingredientes varían según el presupuesto de los cocineros sólo dos ingredientes se mantiene presentes, el agua (H2o) y el carbonato de sodio, (NaHCO3.) El resto de los componentes varían. Si bien es cierto que en Cuba no se cultiva ni se produce la planta de coca, desde principios de los años 90 del pasado siglo XX comenzó lo que se dio por llamar repatriación de personas excluibles que no es más que aquellas personas de origen cubano que se encontraban en cárceles norteamericanas por delitos cometidos en ese país y que su inmensa mayoría llegó a ese territorio a principios de los años 80 del igual pasado siglo XX por la vía del éxodo cubano del Mariel.
Junto con estas personas llegó a Cuba la fórmula para la fabricación de cocaína pero como la planta de coca no se produce en nuestros campos ni las condiciones climáticas lo permiten, estas inescrupulosas personas encontraron sustitutos que van desde el conocido Mar Pacífico (planta de jardín con flores de distintos colores y prima lejana de la Amapola, en sus ramas y flores se encuentra un alcaloide de bajo poder), hasta la conocida Campana (planta silvestre de la cual mediante infusión de sus flores se obtiene un brebaje altamente alucinógeno y que nuestros aborígenes utilizaban en sus rituales) estas plantas son cocinadas a 90°c (a falta de petroléate) en keroseno o gasolina el resultado es vaporizado con acetona y luego el producto final se le realiza lo que llaman lavado.
Éste lo hacen con agua de inyección y el resultado son cristales que nada tienen que ver con la cocaína pero como ésta, se vende, este producto final puede mezclarse con Ketamina (anestésico utilizado en medicina veterinaria) el resultado de esta mescla es conocido por combina y se consume mezclado con Cannabis (marihuana) y se fuma como un cigarrillo o porro.
Los cristales obtenidos y que se consumen como cocaína son muy pocos por la inmensa cantidad de planta que se debería hervir para alcanzar cantidades industriales y por los métodos rudimentarios con que se elaboran, por lo que la mayoría de los cocineros la mezclan en tubos de ensayos con bicarbonato sódico o peróxido y lo cocinan a la candela aguantando el tubo de ensayo con un alambre moviéndolo hasta que el klin, klin, klin anuncia el término de la elaboración u obtención del conocido Crack, piedra o como se conoce en Cuba Cambolo y que se vende desde 3 CUC (moneda cubana de cambio en divisas) hasta 10 CUC según su tamaño.
Es en extremo alarmante ver como estas inescrupulosas personas venden este producto a adolescentes que mezclándolo con cenizas de cigarros y fumándolo en latas de refresco o cervezas con barios huecos, o en rudimentarias pipas hechas de las mismas latas, dejan hasta sus ropas interiores para cada 5 minutos comprar otra piedra hasta que se quedan sin nada que negociar y sólo sus cuerpos pagan una nueva dosis.
Estos males acarrean nuestro país y es muy normal ver en barrios de Centro Habana, Habana Vieja, El Cerro, El Vedado o Playa a adolescentes a medio vestir con un pomo de agua en la mano justo cuando los primeros rayos de sol sorprenden el nuevo día.
Y todo pasa justo cuando este gobierno “Del pueblo y para el Pueblo” se empeña en engañar al mundo una vez más en una cita a la que nunca debió asistir, una cita en la cual se pondrán de manifiesto por su parte lo aprendido en el ya extinto “Circo Soviético”, un circo donde los animales a presentar como representación del sufrido pueblo de Cuba son precisamente drogadictos y consumidores de otra sustancia aun más nociva y que no se cocina desde hace mucho tiempo pues su ingrediente rojo que como excipiente aumentaba su textura, caduco hace más de 20 años además de que su cocinero ya no sostiene el mango del sartén.