Todos los días son el Día de la Tierra
Paren motores. El 22 de abril se cumplen 45 años del primer Día de la Tierra.Más de mil millones de acciones verdes darán la vuelta al planeta. Pero casi ninguna llegará a titulares. Y el 23 de abril volveremos a las andadas...
Todos los días son el Día de la Tierra, y no hay por qué esperar a las celebraciones o los aniversarios, ni caer en tópicos como las "365 maneras de salvar el planeta" (el planeta se salva por sí solo, gracias).
Bastaría con aligerar un poco nuestro paso por este mundo. Por ejemplo, comiendo menos carne. O renunciando total o parcialmente al coche. O rodando en bicicleta. O sumándose a una cooperativa de energía limpia. O cultivando un huerto y compostando. O andando, corriendo o meditando en plena naturaleza, para recordar de dónde venimos. Y hacia dónde vamos.
El Día de la Tierra debería servirnos ante todo para salir de la Tecnosfera y reconectar con este maravilloso mundo que nos rodea. Buscar el bosque, o en su defecto un parque. Dejarse arrullar por el canto de los pájaros o por el murmullo del agua. Sentirse vivo y afrontar el resto de los días de la Tierra con el espíritu renovado.
No, no hacen falta 365 o 366 consejos (si el año es bisiesto) para hacer músculo ecológico hasta que llegue el próximo 22 abril. Basta con un simple y pequeño giro en la conciencia. Como el que dieron el político demócrata Gaylard Nelson y un puñado de ciudadanos comprometidos en 1970, como reacción al mayor vertido de petróleo en la historia de California, frente a las playas de Santa Barbara.
El FBI se infiltró a las manifestaciones y llegó a creer que la fecha elegida -que coincidía con la muerte de Lenin- era la prueba fehaciente de la existencia de una trama comunista detrás del Earth Day: "Elementos subversivos conspiran a favor de la Tierra"...
El mundo gira, la conspiración que no cesa.