Calores, temores y textos insensatos
El terremoto en Nepal ha traído temor a los cubanos y un recurso más para la propaganda oficial.
Por Daniela Aquique Luna | La Habana |
Los cubanos llevamos una vida estresante. Más allá de lo que digan las estadísticas de la FAO, quizás no haya literalmente hambre en Cuba, pero sí que somos un pueblo subalimentado. El hábito de andar con jabitas de nylon en los bolsillos para ver qué aparece de comer y llevarlo a casa, se ha convertido en una compulsión. El día a día se hace una batalla por la supervivencia.
Los sobrecumplimientos de las producciones agrícolas, ganaderas y de cualquier tipo parecen solo existir en el Noticiero Nacional de Televisión, porque son intangibles para esos paisanos de a pie que hacen magia para llegar a fin de mes con salarios insuficientes, que tienen que tomar transportes públicos repletos de personas y que ahora suman a sus precarias vidas, otra preocupación. "Dios mío, ¡qué calor!" y "Ojalá y no tiemble la tierra" son expresiones comunes por estos días.
El clima de Cuba es cálido tropical estacionalmente húmedo. Su ubicación geográfica muy cercana al Trópico de Cáncer influye en la recepción de altos valores de radiación solar y determina el carácter cálido de su atmósfera. En los principales sistemas montañosos y en la franja costera sur de las provincias de Santiago de Cuba y Guantánamo, el clima es tropical relativamente seco con pocas lluvias. Y estas características meteorológicas condicionan asuntos como las siembras o los sistemas de embalses, por eso los partes climáticos son bien seguidos por los cubanos.
Terminado el 2014, los informes de los investigadores de la NASA y el de la Agencia Oceánica y Atmosférica estadounidense (NOAA, en inglés), confirmaron que el pasado año el récord de calor fue general en todo el mundo. La temperatura promedio mundial en superficies terrestres y oceánicas para 2014 fue la más alta desde que se comenzó a tomar registro del clima en 1880. Marcando 0,69°C por encima del promedio del siglo XX. Eso indica que el calentamiento global ya está haciendo de las suyas y que va más allá de ser perorata de científicos y ecologistas.
Ahora, recién terminado el primer trimestre de 2015 y en medio de lo que debía ser la primavera, ya andan bien preocupados los moradores de la Isla, pues se están registrando temperaturas altísimas. En más de un punto del país, lo mismo en Oriente que en Occidente se han registrado temperaturas de 38°C o próximas a este valor.
La actividad volcánica y los sismos que se han estado sucediendo en diferentes lugares del planeta y el terremoto en Nepal producen grandes temores en los cubanos, dadas las fallas tectónicas que atraviesan algunas zonas del país.
No se habla de otra cosa. Una suerte de paranoia va invadiendo a los de la Isla, principalmente en el Oriente del país donde son bastante frecuentes los temblores de tierra, aunque no siempre perceptibles.
En Santiago de Cuba, la gente invoca a santos y deidades según su credo, y piden misericordia para que el sofocante calor no traiga ni catástrofes naturales, ni epidemias. Para que venga la lluvia y ponga fin a la sequía que resisten desde hace unos meses y, si no es mucho pedir y para ser un poco subjetivos, un temporal que arrastre a su paso la miseria.
Pero a los cubanos, quienes les gobiernan siempre les han pedido esfuerzo, resistencia, heroísmo. Por eso en medio de una asfixiante ola de calor, de lógicos temores ante posibles eventos climatológicos, los dirigentes organizan manidas marchas y desfiles y no es raro ver carteles en las calles, con textos tan insensatos como: "Todos al 1ro de mayo, aunque tiemble la tierra".
Daniela Aquique Luna