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General: Matán apedradas a un transexual en Cuba
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Respuesta  Mensaje 1 de 3 en el tema 
De: cubanet201  (Mensaje original) Enviado: 10/05/2015 15:05
Muere un transexual apedreado en la ciudad de Pinar del Río
 
Casa-Yosvani-Munoz-Robaina-madre_CYMIMA20150509_0001_16.jpg (623×351)
Casa donde vivía Yosvani Muñoz Robaina junto a su madre.
          Por Juan Carlos Fernández desde Cuba
Un suceso ha estremecido la ciudad de Pinar del Río y puesto en el centro del debate el tema de la intolerancia y la homofobia. En la madrugada del 26 de abril Yosvani Muñoz Robaina, transexual de 24 años de edad y conocido como La Eterna, murió a consecuencia de una andanada de piedras que le lanzó un grupo de adolescentes, mientras la víctima se encontraba en el parque Roberto Amarán.
 
El suceso ha provocado la indignación de la comunidad LGBT pinareña y levantado un sinnúmero de rumores, dado el silencio de las autoridades, sobre el carácter del crimen homofóbico o crimen pasional del asesinato. Para aclarar los sucesos, 14ymedio ha visitado a la madre de Muñoz Robaina, quien se encontraba en un estado de tristeza profunda, pero aún así quiso dar su testimonio para este diario.
 
Berta Robaina es una mujer recia de más de cincuenta años, curtida por el trabajo y que no deja de preguntarse por qué tuvo qué pasarle algo así a su hijo. Vivían juntos en una modesta casa de bajo costo, frente a la Fábrica de Piezas de Repuesto en las cercanías del Reparto Cuba Libre, conocido también como El Rancho. Yosvani era “la alegría de la casa”, según cuenta su madre con las profundas huellas del dolor en el rostro.
 
El suceso ha provocado la indignación de la comunidad LGBT pinareña
Al preguntarle sobre quiénes fueron los perpetradores del ataque que le costó la vida a su hijo, la mujer aguanta las lágrimas y asegura que “eran un grupo de muchachitos que no tenían algo mejor que hacer que agredir a personas que nunca se metían con nadie”. Lo absurdo de la situación ha dejado a la señora con una mezcla de sufrimiento por la pérdida y confusión ante la realidad de que un hecho así haya llegado a ocurrir.
 
Sobre el tema de los muchos rumores que corren por la ciudad sobre la verdadera causa de la muerte, Berta aclara que “Yosvani tenia muchas pedradas en el cuerpo, incluso en la cabeza, fue llevado sin conocimiento para el policlínico Pedro Borras, cerca de las dos de la madrugada del 26 de abril”. Allí moriría una hora después como consecuencia de las heridas recibidas.
 
"la pedrada que le causó la muerte no fue la de la cabeza, como se creía, sino una que le impactó en el bazo y literalmente se lo reventó"
“Cuando terminaron la autopsia,” cuenta la madre, “sobre las seis de la mañana, me informaron que la pedrada que le causó la muerte no fue la de la cabeza, como se creía, sino una que le impactó en el bazo y literalmente se lo reventó, produciéndole una hemorragia interna. Se quedó sin sangre”, explica la señora casi en un suspiro. “Esto fue lo que me dijo la policía” precisa y refiere que “lo enterramos el día 27”.
 
La policía también informó a la madre que “habían tres adolescentes presos y de ellos, dos eran los mayores sospechosos, uno tiene 13 años y el otro 17, este último es el que me han dicho que confesó haberle dado la pedrada fatal”. Aunque aclara que “no sé si esto es así o no, pero es lo que me han dicho en el DTI del km 4 de la carretera a San Juan, que es donde los tienen detenidos”.
 
Un hecho así debió dejar muchos testigos a pesar de haber ocurrido de madrugada. Berta asegura que “claro que hay, pero es que muchos tienen miedo, aunque en el velorio y el entierro estuvieron a mi lado, pero aquí nadie quiere problemas”. Explica que hasta el momento nadie ha venido a decirle “yo sé quienes son y lo voy a decir”. La señora sin embargo apunta sobre el silencio de los acompañantes de su hijo esa noche que “los entiendo, porque todos ellos son discriminados y tienen miedo, lo mismo en los trabajos, que en la calle, en donde quiera y eso no es justo, eso tiene que cambiar”.
 
“lo único que yo pido es justicia, porque hoy le tocó a mi hijo pero mañana puede ser cualquiera de su comunidad”
El reclamo de Berta es claro, “lo único que yo pido es justicia, porque hoy le tocó a mi hijo pero mañana puede ser cualquiera de su comunidad”. La madre cuenta más detalles del hijo fallecido “era muy pegado a mí, yo tengo tres hijos”,  “bueno, tenía, ahora tengo dos, pero esos otros tienen sus vidas, Yosvani fue el que se quedó conmigo. Tú ves esta casita de bajo costo, él me ayudo muchísimo con ella”.
 
Se extiende en los valores de esa persona que ya no volverá a traspasar el umbral del hogar, sonriente y bullicioso. “Todo el mundo lo quería porque era muy jaranero y sabía mucho de cosméticos, modas y todo eso, siempre tenía atrás muchas muchachitas de aquí del barrio pidiéndole consejos de belleza y esas cosas”. “Ni sé lo que voy a hacer de ahora en adelante, la casa sin Yosvani ya no tiene alegría, es un golpe muy duro, mi hijo era todo para mí”.
 
A Yosvani le decían La Eterna e incluso La Invicta “porque estuvo muchas veces al borde de la muerte por el VIH que padecía, pero siempre se reponía y salía adelante, tenía unas tremendas ganas de vivir”, asegura la señora. “Lo que es la vida, mira que batalló contra la enfermedad y mira como muere, de una pedrada”, comenta con indignación.
 
Berta no quiere ser fotografiada para acompañar su testimonio con una imagen “¿Una foto mía, pa’ qué? No es que tenga miedo, pero en estos momentos yo no estoy pa’ fotos”.


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Respuesta  Mensaje 2 de 3 en el tema 
De: administrador2 Enviado: 11/05/2015 16:55
Bueno estos asesinos no pertenecen a la banda de criminales ISIS, los cuales matan en nombre de su dios Ala, estos son jovenes cubanos criados dentro de la famila cubana homofobo la cual existe en todo el mundo... Lo curioso de esto es que la prensa del desgobierno no ha comentado nada, silencio absoluto... ¿Y donde esta la hija de Papá,... Mariela Castro, es que con su conga gay solo ve lo que le interesa ver?. Se olvidan que ahora con la internet y los telefonos no pueden ocultar nada...
                          Jorge

Respuesta  Mensaje 3 de 3 en el tema 
De: BuscandoLibertad Enviado: 15/05/2015 20:32
duelo.png (26×26)El trágico final de La Eterna
 
150514_0008_17.jpg (623×351)
Yosvani Muñoz, "La Eterna".
  
                  Por Juan Carlos Fernández y Rosa López, Pinar del Río | 14yMedio
Parecía que era eterna hasta que una madrugada de abril una pedrada le destrozó el bazo y se desangró hasta morir. Nacida en el cuerpo equivocado, a los quince años se auto inoculó el virus del VIH en un gesto desesperado. "Mami, ¿por qué no me pariste hembra, si yo soy tremenda mujerona?", le decía a Berta Robaina. Esta madre hasta hace poco aseguraba: "Tengo tres hijos", pero actualmente aclara: "Tenía, tenía... Ahora solo tengo dos".
  
La muerte de Yosvani Muñoz Robaina fue como su propia vida: dura y breve. Una madrugada de finales de abril, cuando ya se creía invicta ante los prejuicios, los maltratos y el sida, un grupo de adolescentes le lanzó una andanada de piedras que terminó con su vida. Horas después saldría el sol, mientras su cuerpo sin vida aguardaba en el policlínico Pedro Borrás de Pinar del Río. Para los machos remachos de la zona, solo había muerto "un maricón más".
  
"¿Tú ves cómo tengo arreglado este pelo? Ese fue Yosvani", cuenta Yanet, quien en su carné de identidad aún lleva el nombre de Maikel García y es licenciado en enfermería. La Eterna le hizo aquel peinado días antes de morir, cuando a nadie se le pasaba por la cabeza que esa muchacha delgada y vivaracha iba a ser una víctima fatal de la violencia y el escarnio, mientras estaba con unos amigos en el céntrico parque Roberto Amarán. "Estaba muy motivada arreglando pelo, dando tintes, poniendo extensiones, estaba tranquila... más que nunca", relata la amiga.
 
La muerte de Yosvani Muñoz Robaina fue como su propia vida: dura y breve
 
Yanet lleva la línea de ayuda telefónica en el programa de Infecciones de transmisión sexual (ITS)/VIH-sida de la capital pinareña. Con resignación, narra cada detalle que pueda trazar los contornos de La Eterna, o La Invicta, como también le decían. "A pesar de ser muy joven cuando se enfermó, era muy responsable con su padecimiento, leía todo el material que le caía en las manos referente al sida, los retrovirales, las medicinas que debía tomar". Hace unos años, "estaba muy frustrada y deprimida cuando se inyectó el VIH, pero nunca tomó venganza por sus problemas contra el mundo. Al contrario, era muy sociable, cariñosa y servicial", apunta.
 
Pinar del Río es como uno de esos espejos de agua sin movimiento, una ciudad donde parece que no pasa nada, pero la muerte de Yosvani no deja de generar olas. Los rumores van y vienen, crecen y se desbocan. Crimen de odio, asesinato pasional o simple broma de muchachos que salió mal: es difícil precisar qué fue lo que pasó aquella madrugada letal. Las autoridades no se pronuncian y los medios de prensa han guardado un incómodo silencio, de manera que las especulaciones ganan la pelea a la realidad.
 
"Es cierto que este hecho es inédito en Pinar del Río, pero eso no quita que nos acosen y agredan verbalmente", cuenta Yanet al detallar esa ruta de la constante amenaza. "Lo he sufrido en carne propia en la calle con verdaderas groserías que me dicen, a algunos amigos que son travestis los han discriminado en sus propios trabajos por asumir su personalidad en público", dice.
 
"Lo de las pedradas no es algo nuevo, eso lleva ocurriendo desde hace cerca de tres años y nadie hace nada", cuenta un conocido de La Eterna que muchas veces compartió noche en el parque junto a ella. Asegura que "tirarle piedras a los maricones es fácil, nosotros solo corremos y para ellos es como una gracia".
 
El drama, sin embargo, no terminó con el último suspiro de Yosvani, ni siquiera es exclusivo de las lágrimas de su madre Berta. Los victimarios también están atrapados en la tragedia. Sus familiares temen que se quiera celebrar un juicio ejemplarizante contra los tres jóvenes que ya están detenidos por el crimen, especialmente por aquel que apenas tiene 17 años y que presuntamente lanzó la pedrada mortal.
 
"Mariela Castro va a venir al juicio", se rumorea en las esquinas pinareñas, como si las leyes fueran cosa de personalidades y no de la justicia. "Ahora los van a castigar duro para que todos aprendan", aseguran otros más cercanos a la víctima. Hasta hoy, sin embargo, aún no se ha fijado una fecha para la vista oral y cada día que pasa el tema da un nuevo giro y la comunidad LGBT deshoja la margarita de la espera.
 
"Lo hicieron –especula otro transexual que prefirió el anonimato– porque todos esos muchachitos están descargando su frustración existencial en nosotros". Según esta versión, los victimarios no son más que damnificados de una manera de pensar y de actuar frente al diferente. En fin de cuentas, han nacido en un país donde las discrepancias se han dilucidado por mucho tiempo a trompadas o a través de actos de repudio.
 
Este miércoles las autoridades gubernamentales de la provincia mostraban, o aparentaban, su desconocimiento sobre lo ocurrido. En la oficina de atención a la población del Poder Popular Provincial, la funcionaria Maisbel Padrón Castillo ponía rostro de asombro al escuchar la noticia de la muerte del transexual. "No sabía nada, ¿cuándo pasó eso?", preguntó con estupor. "Le informaré a mi superior, pero este asunto es competencia de la Policía Nacional Revolucionaria", escurría la responsabilidad.
 
Las potenciales víctimas de estos actos no han logrado unirse. "No, aquí, hasta donde yo sé no existe una comunidad LGBT estructurada en Pinar del Río", detalla Yanet. "Los travestis, homosexuales, lesbianas, bisexuales y transexuales nos reunimos espontáneamente en el parque Roberto Amarán", donde murió La Eterna. "Antes íbamos a las cercanías de la terminal de ómnibus, pero la policía nos sacó de allí", porque "parece que esto le incomodó a alguien y nos sacaron, hace un tiempo, alrededor de tres años", agrega.
 
"Por aquí no ha venido nadie, ¿qué es eso del Cenesex?", pregunta con una dolorosa ingenuidad la madre de La Eterna. Ni siquiera le han entregado aún el certificado de defunción. "Su ropa todavía está en medicina legal y, hasta donde yo sé, no ha habido más detenciones". La señora, con el rostro marcado por el dolor, dice que tampoco le han avisado del juicio. "Parece que todavía están en investigaciones, espero que cuando vayan a celebrar el juicio me avisen", dice.
 
Una foto de Yosvani puede verse sobre el mueble del televisor en la modesta casa donde vivía con su madre. "¿Verdad que era linda?", comenta Berta mientras se le ilumina la cara por un momento. En la imagen hay una joven con los labios pintados, las manos detrás de la cabeza y unos aretes rojos y llamativos. "Siempre me dijo que era una mujer, desde chiquitico, siempre fue así", cuenta la señora. "Él siempre fue homosexual, pero sumamente femenino, después se empezó a hormonar poniéndose estrógenos, se puso más bonito, digo bonita", rectifica.
 
"Se enamoró de un hombre mayor que ella, que ahora tiene como 40 años y está casado", relata. A pesar de que le parecía imposible, "Yosvani decía que era el hombre de su vida", recuerda Berta, y "eso le devolvió las ganas de vivir".
 
"¿Su padre?", pregunta la señora en voz alta, "ese nunca se ocupó de él, ahora es un anciano y vive en Pilotos, pueblo del municipio de Consolación del Sur". Así que "yo fui madre y padre, pero ¿podemos dejar a ese señor tranquilo, no quiero hablar más de él, hablemos de cosas agradables".
 
"Su sueño fue ser completamente una mujer, sí, sí... con todo, sus partes y todo", prosigue Berta. Sin embargo, la muerte se cruzó en el camino de La Eterna antes de que pudiera acercarse siquiera a una cirugía de cambio de sexo.
 
"¿Quieres tirarle una foto?", pregunta Berta mientras acerca la foto a la lente de la cámara. "Claro, claro, mira que linda estaba ese día", y rompe a llorar.

la_homofobia_es_una_enfermedad.jpg (594×367)
 
Publicado en el diario hecho en Cuba  14yMedio
 


 
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