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“Si lo hacen en Gambia les cortaré la garganta” había dicho el presidente de Gambia Yahya Jammeh, en un nuevo impulso a las políticas de intolerancia en el país, que han llevado ya a cientos de homosexuales a la cárcel donde esperan incluso condenas de cadena perpetua. Esta vez el presidente no se limitó a ir contra sus conciudadanos, sino que amenazó a los extranjeros que lleguen al país. “Si usted es un hombre y quiere casarse con otro hombre en este país, como les capturemos, nadie los volverá a ver y ningún blanco podrá hacer nada al respecto”, puntualizó en una alocución en la ciudad de Farafeni. El año pasado el presidente firmó una ley que condena con cadena perpetua “actos sexuales con agravantes”.
La homosexualidad quieren acabar con la humanidad, se está convirtiendo en una epidemia que musulmanes y africanos deberemos combatir. Lucharemos contra estos bichos llamados homosexuales o gais de la misma forma que luchamos contra los mosquitos causantes de la malaria, si no de forma más agresiva”. Jammeh, que es dictador desde 1994 en la pequeña nación africana, tras un violento golpe de Estado, tampoco es el único tema por el que desdeña a Occidente: el año pasado anunció que eliminará en breve el idioma inglés para su uso dentro de Gambia.
Estados Unidos va contra el homofóbico mandatario
En Washington, Susan Rice, asesora de seguridad nacional del presidente Barack Obama, aprovechó la instancia del Día Mundial contra la Homofobia para recordar que aún existen lugares en el planeta donde la discriminación debe ser combatida de modo rotundo.
“Condenamos los recientes comentarios inadmisibles del presidente gambiano Yahya Jammeh. Sus declaraciones, subrayan por qué debemos seguir aspirando a un mundo en el que nadie viva con miedo a la violencia o persecución por ser quien es o a amar a quien ama. Condenamos estos comentarios y tomamos nota de que se producen en medio de un alarmante deterioro de la situación de los derechos humanos en Gambia”, detalló la asesora presidencial. “Estamos profundamente preocupados por informaciones creíbles de torturas, desapariciones sospechosas -incluidas las de dos ciudadanos estadounidenses- y detenciones arbitrarias a manos del Gobierno”, agregó.
El año pasado Washington cerró las “preferencias comerciales” para Gambia, como medida de fuerza ante la discriminación homofóbica declarada por la dictadura africana.