Los presos políticos olvidados de Cuba
Mientras la isla se abre al mundo y el mundo a la isla, poco se habla de sus pobladas cárceles y de los activistas allí recluidos
El grafitero Danilo Maldonado, encarcelado en
Valle Grande por intentar realizar una «performance» en La Habana
Por Carmen Muñoz --
Cuba está de moda. Desde que Barack Obama y Raúl Castro decidieron en diciembre, tras la mediación del Papa, comenzar el deshielo entre dos países archienemigos, la isla gobernada por la misma familia desde 1959 no ha dejado de recibir visitas de alto rango y ha disfrutado de un aumento del turismo del 15% a principios de año. Pero mientras el régimen prepara el viaje de Francisco en septiembre, negocia con Estados Unidos la apertura de embajadas y avanza en su diálogo con la Unión Europea, poco o nada se habla de los sesenta presos políticos que aún malviven en las cárceles, algunos desde hace más de veinte años, según un reconocido grupo de derechos humanos.
Dos semanas después de que el cardenal Jaime Ortega afirmase en una entrevista a la cadena Ser que «ya en Cuba no quedan de aquellos presos políticos», la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (Ccdhrn) divulgó este viernes una lista parcial de 71 personas «condenadas o procesadas por motivos políticos o mediante procedimientos políticamente condicionados». La mitad de los casos que hace un año.
En la relación aparecen tanto disidentes pacíficos de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu) como exmilitares, espías o anticastristas que trataron de infiltrarse en la isla con armas. El portavoz de la Ccdhrn, el ex prisionero de conciencia Elizardo Sánchez, admite que algunos cometieron actos violentos, pero que por razones políticas se les negó el debido proceso o sufren «condenas desmesuradas». En la actualidad, Amnistía Internacional no reconoce a ningún prisionero de conciencia en Cuba.
Población penal
Sánchez teme además que entre los 60.000-70.000 presos comunes en este país de 11,2 millones de habitantes, «¿quién puede asegurar que no existan otros sancionados por motivos políticos?». En esta relación se incluye a once ex prisioneros de conciencia de la Primavera Negra de 2003, sometidos a la llamada «licencia extrapenal», que significa que en cualquier momento pueden volver a la cárcel y no pueden salir de Cuba.
Precisamente el cardenal Ortega tuvo un papel «clave» o «instrumental», según a quién se pregunte, en la excarcelación de estos presos del «Grupo de los 75» detenidos en 2003. El presidente francés, François Hollande, le condecoró por ello en su reciente viaje a Cuba. Ortega, arzobispo de La Habana, reiteró este sábado en la capital cubana que «realmente» no conoce casos de presos políticos y agregó que en las «centenares de cartas» con peticiones de indulto que están recibiendo con motivo del próximo viaje del Papa «ni una de ellas indica delitos políticos, sí hay muchos delitos económicos», informa Efe.
El grafitero Danilo Maldonado es hoy «la figura más representativa de la intolerancia» del régimen comunista, según Elizardo Sánchez. «El Sexto» lleva casi medio año encarcelado por tratar de realizar una «performance» reivindicativa y pacífica en La Habana.
Desde la prisión Valle Grande
Al mismo tiempo, la Comisión Cubana reclama los «esfuerzos» de la comunidad internacional para lograr la liberación por razones «humanitarias» de 21 cubanos encarcelados por «delitos contra el Estado», que han soportado entre 12 y 23 años de prisión en condiciones «extremas».
Entre ellos figuran dos exoficiales de los servicios de seguridad condenados a treinta años, que «empezaron a disentir y rompieron con el Gobierno». Uno es el excapitán de la contrainteligencia Ernesto Borges, que recibió la visita del cardenal Ortega cuando realizaba una huelga de hambre en vísperas del viaje de Benedicto XVI a Cuba en marzo de 2012, según explicó a ABC su padre, Raúl Borges.
Alonso Hernández
El otro es Claro Fernando Alonso Hernández, oficial de inteligencia del Ministerio del Interior, preso desde el 20 de febrero de 1996 y acusado de «revelación de secretos de la Seguridad del Estado». Desde 2006 le correspondería la libertad condicional, según las leyes militares.
Entre esos 21 «presos por motivos políticos o condenados en procesos politizados», la Ccdhrn incluye a seis anticastristas que a mediados de los noventa desembarcaron en la isla armados, sobre los que «casi nadie se interesa».
En el informe que acompaña la lista de prisioneros políticos, la Comisión Cubana denuncia asimismo que para juzgar a los opositores, el régimen castrista recurre a «figuras que aparecen en la parte de los delitos comunes del Código Penal».
Ángel Santiesteban
Aparte de esta lista, la disidencia denuncia los casos del discapacitado psíquico Yosvani Melchor y del escritor Ángel Santiesteban, entre otros. Encarcelado desde 2013 por «violación de domicilio y agresión», periodistas independientes destacan que Santiesteban fue condenado por las críticas contra el Gobierno en su blog «Los hijos que nadie quiso».
Ángel Santiesteban condenado a la cárcel por el único delito de
pensar y escribir distinto al pensamiento oficial de la dictadura de Castro