Cubanos en la isla observan nexos con EEUU y piensan en sus vidas
Un bicitaxi adornado con una bandera de Estados Unidos circula por una calle de La Habana (Cuba), el martes 31 de marzo de 2015.
Por Andrea Rodríguez / Associated Press / La Habana Para algunos es una oportunidad de tener más contacto con parientes en Florida o lograr mejoras económicas, para otros no significa ningún cambio; pero todos los cubanos sin excepción siguen con atención el relanzamiento de las relaciones con Estados Unidos.
The Associated Press salió a la calle a para saber qué piensan los isleños. A continuación algunos testimonios.
-------- Hace 11 años, cuando su hija menor se fue a Estados Unidos, Elba Gil lloró por una semana. Ahora está por despedir a la que le queda en la isla -que además se va con su esposo y tres hijos-, pero a diferencia de entonces sólo se siente un poco dolida.
"Mientras que haya buenas relaciones entre los dos países yo las puedo visitar y ellas pueden venir. Si hay buenas comunicaciones ya no sería como antes, cuando las personas se iban y uno no podía saber de ellas. La tristeza es menos", explicó la mujer, un ama de casa y artesana de 61 años que vive con su esposo retirado.
Gil estuvo el miércoles en la mañana en la puerta de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en Cuba haciendo fila con su hija, el esposo de ésta y los tres niños que ya fueron aprobados para obtener una visa de reunificación familiar gestionada por la hermana que vive allá y trabaja como enfermera.
La pareja y los tres nietos de Gil dejarán su casa y sus oficios y esperan estar en un mes en Estados Unidos.
"Yo tengo aquí mi casa y a mi esposo y no quiero desbaratar eso para estar con ellas", explicó Gil, para quien al calor de los nuevos tiempos el plan es viajar por cortos períodos para verlas y ver crecer a sus nietos.
-------- Joan González está completamente convencido de que las relaciones entre Cuba y Estados Unidos no mejorarán las condiciones de vida de los cubanos en general, ni la suya.
"Deben existir relaciones sí, pero beneficiarme no me benefician en nada porque se ha demostrado durante 56 años que no hay respeto por el pueblo", aseguró Gonzalez, un disidente de 40 años perteneciente al pequeño Partido Popular Republicano que esperaba el turno que les ofrece la Oficina de Intereses de Estados Unidos para hacer uso de sus servicios de internet gratis.
En Cuba las agrupaciones opositoras no tienen estatus legal y los disidentes son considerados mercenarios financiados y orientados por Estados Unidos y sus grupos de interés para desprestigiar a la revolución.
"Lo que dijo Obama de empoderar al pueblo, eso no va a suceder mientras estén Fidel y Raúl" Castro, agregó González, padre de un niño de tres años.
González, quien vive con su esposa en una casa del populoso barrio del Cerro, no tiene empleo desde hace cinco años y sobrevive de "lo que aparezca" como pintar una casa o arreglar patios.
Antes era un obrero calificado de una empresa que fabricaba jabones.
Amarylis Guas lleva 15 años sin ver a su hijo que fue llevado por su padre a Estados Unidos y ahora es un hombre de 27.
"Es mi dolor de madre, su padre murió en agosto del año pasado y mi hijo y yo hemos tenido más contacto", comentó Guas.
Además de una mejor comunicación con su hijo, Guas espera que una relación fluida con Estados Unidos signifique el levantamiento de las sanciones impuestas a Cuba y una mejoría económica de la nación caribeña.
"Las relaciones plenas entre los dos países, estoy segura, va a ser algo bellísimo, somos muy cercanos. Por 50 años hemos vivido esa angustia" del desencuentro, dijo Guas a AP.
Sin embargo, dijo que no le gustaría que por la apertura se perdieran los logros de la revolución cubana como la seguridad y la salud y se desarrollara el consumismo.
De 48 años, Guas se formó como profesora de Lengua y Literatura y llegó incluso a dar clases por cuatro años antes de tener una profunda crisis por la salida de su hijo hacia Estados Unidos. Actualmente es dependiente en una pequeña cafetería privada a la que llega a las cinco de la mañana y sale a las tres de la tarde.
No le interesa emigrar ni siquiera para estar con su hijo pues Cuba es su "patria y raíces" y está satisfecha con las reformas de apertura del país.
"No sería prudente abrir más rápido el país, porque nosotros hemos vivido durante años un proceso de poquito a poco. No sería bueno para el país ni para nosotros como ciudadanos", expresó.
-------- Un acercamiento entre Cuba y Estados Unidos atraerá inversiones y turismo. Por eso el taxista Royde Rojas, de 48 años, está satisfecho con la pronta apertura de embajadas.
"Va a ser una mejoría para el país", expresó Rojas, dueño de un automóvil ruso color gris. "Por ejemplo, van a venir más turistas americanos, que es un beneficio para nosotros. Entre más personas más se incrementan los viajes que doy".
Antes de ser taxista, Rojas era topógrafo en su natal Holguín, donde todavía vive una hija. Pero cuatro años atrás, cuando el gobierno cubano comenzó una reforma económica para revitalizar el modelo del país, dejó su puesto de jefe en la empresa estatal Geocuba y se compró una casa en La Habana.
Como beneficiario de los cambios en la isla impulsados por el gobierno de Raúl Castro, Rojas se mostró satisfecho con el camino que tomó la isla.
"Se han hecho cambios, pude sacar mi licencia de botero y compré mi casa, eso es bueno para las personas", expresó Rojas. --------
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