COPA DE ORO 2015
El fútbol escapa del deshielo entre Estados Unidos y Cuba
Los jugadores de las selecciones norteamericana y cubana se saludan antes del inicio del partido de cuartos de final
de la Copa Oro, en el M & T Bank Stadium de Baltimore, en Maryland. El encuentro acabó con un 6-0 a favor de Estados Unidos.
Por Joan Faus- Washington - El PaísEl incipiente deshielo diplomático entre Estados Unidos y Cuba pasó este sábado de largo del estadio MT Bank de Baltimore. La selección estadounidense no tuvo piedad de la cubana dos días antes de que ambos países reabran sus embajadas tras medio siglo de confrontación. El combinado de Jurgen Klinsmann cumplió con su condición de favorito y fue evidente su infinita superioridad a los jugadores de Raúl Valentín. Con su contundente victoria (6-0), EE UU pasa a semifinales de la Copa Oro, en las que se enfrentará a Jamaica el miércoles.
El poco ambiente en las gradas -con el estadio de los Ravens de fútbol americano registrando una media entrada- no fue óbice para el defensor del título. El metrónomo fue de Estados Unidos. Marcó el ritmo del encuentro según le convenía. Apretó y se dosificó según la marcha, con rápidas transiciones y un peligro constante de su capitán, el mediocentro Bradley, y del delantero Dempsey.
Cuba le puso voluntad, pero los desajustes de su defensa y portero la doblegaron rápidamente. También sufrió el efecto de las bajas: antes del partido, eran cuatro los jugadores que habían desertado a lo largo del torneo, según informa la agencia Efe. El último en escaparse de la concentración fue el delantero Ariel Martínez.
Pese a todo, se cumplió, al fin y al cabo, lo previsto: de los 10 partidos previos entre ambos países, ocho los había ganado EE UU. En la última Copa Oro, se impuso por 4-1. En la fase de grupos, Cuba ganó un partido, anotó un solo gol y quedó en tercera posición.
Con sus actuales cinco Copa Oro, los estadounidenses aspiran a igualar a los mexicanos en el palmarés
Los muchachos de Klinsmann salieron algo dormidos al encuentro a pleno sol en la calurosa tarde de Baltimore. Todo lo contrario que Cuba, entusiasta por haber dado la sorpresa al clasificarse a cuartos de final. Fue, sin embargo, un espejismo fugaz. A los cuatro minutos, Dempsey cabeceó a placer un centro largo desde la banda derecha: 1-0. Sería el primero de los tres goles de la estrella de los Seattle Sounders.
Las incursiones por las bandas alimentaban cada llegada de Estados Unidos, ante el desconcierto de la zaga caribeña. Tras una ocasión clara en el minuto 9, en el 15 llegó el segundo: Zardes remató a placer con el pie un centro ante la mirada estática del portero Guerra y sus defensas.
Los anfitriones bajaron la guardia ante su rápida ventaja. Y Cuba ganó algo de aire. En el minuto 18 pisaron por primera vez el área de EE UU. Y hasta el 38 no dispararían por primera vez entre los tres palos de la portería de Brad Guzan. En ese intervalo, anotó el tercer gol el extremo Johannsson en una bonita vaselina a Guerra tras un pase largo de Bradley. El jugador de Toronto estuvo en el origen de casi cada jugada de peligro de los norteamericanos.
Cuatro jugadores cubanos han desertado a lo largo del torneo
Cuando se asomaba el descanso, EE UU explotó otro desajuste de la defensa cubana en un saque de esquina: el central González anotó con un leve toque el cuarto gol tras un pase de cabeza de Johannsson.
En la segunda parte, los norteamericanos hicieron equilibrios: adaptaron el ritmo a cada situación. Klinsmann hizo dos cambios en el descanso. Sus pupilos bajaron la guardia, a la espera de encontrar huecos en la defensa cubana. No les costó mucho. En el 62, un centro terminó en un penalti a Johannsson. Disparó Dempsey al estilo Panenka, como ya hizo ante Haití en la fase de grupos. El arquero Guerra rozó el esférico, pero no fue suficiente: 5-0. Los contraataques se sucedieron y en el 78 cayó el sexto gol: Bradley le sirvió un pase a Dempsey que enérgico se lanzó al césped y golpeó el balón con el pie en una posición acrobática.
El público, alegre, se puso a hacer la ola. Pero Klinsmann y sus jugadores lucían una calma tensa. Seguramente porque saben que la semifinal y la hipotética ansiada final contra México serán más complicadas. Con sus actuales cinco Copa Oro, los estadounidenses aspiran a igualar a los mexicanos en el palmarés. Cuba, de mientras, deberá esperar a la reapertura de embajadas del lunes para conocer a un EE UU más diplomático.
Bradley y Márquez, en el partido