Hace más de 220 años, Deborah Sampson, decidió aparentar ser un hombre para poder alistarse al régimen del Ejercito Revolucionario en Massachusetts. Sampson tenía claro, que no iba a quedarse en casa durante la Guerra Revolucionaria Americana en 1775 y sirvió en el ejército por más de diecisiete meses con un nombre falso, Robert Shurtlif. Sampson se curaba sus propias heridas de guerra en secreto, para no levantar sospechas. En uno de los ataques, Sampson tuvo que ser intervenida por un médico y éste la descubrió. Finalmente fue dada de alta honorablemente en 1783 y siguió instruyendo a muchos otros cómo profesora.
Sampson, es una de las 2.5 millones de mujeres que trabajaron, en la penumbra, al lado de los hombres salvando vidas para preservar y ganar la libertad desde que esta nación fue fundada. Estas valientes mujeres difícilmente las podemos encontrar en los libros de historia, por ello, creo que es importante destacar sus labores y nombres para que las futuras generaciones, tengan una visión más global sobre la historia.
Durante la Guerra Civil, mujeres negras y blancas, sirvieron como enfermeras, exploradoras,scouts y contadoras, entre otros cargos. Muchas de ellas, ayudaron a liberar a los prisioneros de guerra y a curar a los soldados mutilados que llegaban a sus campamentos. La Segunda Guerra Mundial es otro ejemplo, de cómo las mujeres dieron un paso al frente, al ver que la mano de obra escaseaba y crecía la necesidad de proteger al país. Más de 40,000 mujeres se alistaron en alguna de las ramas militares y trabajaron junto a los hombres en el ejército.
El espíritu de éstas mujeres fue clave para el desarrollo de las guerras. A veces, olvidamos que las mujeres trabajaron igual de duro que los hombres y aunque no pudieran estar en la primera línea de combate, no significaba que estuvieran a salvo. Defendieron a su país como traductoras, pilotos, mecánicos, doctoras, fisioterapeutas, pero no fue hasta 1948, con la promulgación de la ley de integración de las mujeres a los servicios armados, que aceptaron oficialmente su incorporación.
Gracias a los movimientos de las mujeres en las calles y los medios sociales, el reconocimiento de éstas, ha aumentado y poco a poco el ejército empezó a ofrecer más trabajos con beneficios equitativos para mujeres y hombres. Aún así, sigue existiendo un profundo nivel de resistencia contra la mujer.
El afán de superación de éstas mujeres, son para mí recordatorios constantes de la fuerza interior de las personas y los valores humanos, que todos deberíamos potenciar. El quid de la cuestión recae en el hecho de dejar nuestras diferencias de lado y ver lo que, como personas, somos capaces de hacer.
Marie Terese Rosie, fue la primera mujer que sirvió como comandante de aviación y piloto durante la Guerra del Golfo Pérsico. Rossie fue derribada mientras pilotaba su helicóptero, pero sus palabras quedaran para la posteridad.
“Lo que hago yo, no es mejor o peor que lo que hacen los hombres que vuelan delante o detrás de mí ”, dijo Rossie en una entrevista para el corto Called to Serve.
Hoy en día, la lucha continua. Hay que seguir trabajando para conseguir la igualdad entre hombres y mujeres, no sólo en el ejército o nuestra nación sino en el mundo entero, en el ámbito profesional y personal. Las escuelas deben seguir trabajando para contar la historia en su totalidad e inculcar los valores de solidaridad, trabajo y respeto entre ambos sexos, a los jóvenes. Es nuestra labor, que las futuras generaciones crezcan en un ambiente educativo y moderno.
Atrévete y Opina, quiere conmemorar a todas estas honorables mujeres que tanto en la guerra como en la paz, han sido leales y han dejado su huella en la historia. Hay que seguir inspirando a los jóvenes para que luchen por sus ideales de libertad y democracia, fijándose en modelos excepcionales como la comandante Marie Terese Rosie.
LAURA D’OCON
Deborah Sampson
Algunos enlaces sobre mujeres militares, sus inspiradoras palabras y hazañas.
DEBORAH SAMPSON (1760-1827) SOLDADO ROBERT SHURTLIFF
Fue un hombre increíble que sirvió en la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos. Siempre vistió con ropas masculinas.
Nacida en el seno de una humilde familia, con otros cinco hermanos y, abandonados por su padre, Deborah tuvo una infancia extremadamente difícil. Fue de familia en familia, obligada a realizar los trabajos más duros de una granja: arar campos, limpiar establos, etc.Seguramente, gracias a su fortaleza física y al interés que sintió por la guerra entre las Colonias y los británicos, decidió alistarse como varón.
El 20 de mayo de 1782, el 4º Regimiento de Massachusetts contaba entre sus filas con un nuevo elemento: el soldado Robert Shurtliff.
BIOGRAFÍA: Deborah Sampson nació en Plymton (Massachusetts) el 17 de diciembre de 1760. Sus padres, Jonathan y Deborah tuvieron 6 hijos pero, en 1765, el padre desapareció.
Como he dicho antes, debido a las dificultades económicas, la pequeña Deborah fue acogida por diferentes familias a cambio de realizar todo tipo de trabajos: hilar, tejer, limpiar, trabajos agrícolas y ganaderos, etc.
Uno de sus patrones, Benjamín Thomas, le permitió aprender a leer y escribir. En 1870, con veinte años, abandonó la granja de Thomas con la intención de viajar pero, como medida de protección, decidió disfrazarse de hombre.
Cuando se enteró de que el Congreso necesitaba reclutas para la lucha contra la metrópoli, intentó alistarse en Middleboroug con el nombre de Timothy Thayer pero fue descubierta.
Lo volvió a intentar en Uxbridge, logrando alistarse el 20 de mayo de 1782 con el nombre de Robert Shurtliff, en el 4º REGIMIENTO DE MASSACHUSETTS por un periodo de tres años.
Cumplió perfectamente con su deber, logrando ocultar su verdadera identidad. Herida durante unos combates en Chester durante el verano de 1782, se dejó tratar de una herida en la cabeza pero ocultó la de la pierna, cosa que le produciría molestias el resto de su vida.
De nuevo enferma de fiebre en Filadelfia, el Dr. Binney descubrió que era una mujer pero, en vez de denunciarla, la acogió en su casa hasta que se recuperó, cuidada por toda la familia.
De regreso a su unidad, entregó una carta al general Paterson, donde explicaba su verdadera historia. El 25 de octubre se vio obligada a abandonar el Ejército, aunque de manera honorable y recibiendo una cantidad de dinero.
El 7 de abril de 1785, Deborah contrajo matrimonio con Gannett Benjamin, un agricultor con el que tuvo tres hijos. Comenzó entonces una lucha solicitando una pensión de jubilación, que no fue aprobada hasta 1.816 con la cantidad de 76,80 dólares al año. Deborah Sampson murió el 29 de abril de 1827, con 66 años de edad. Fuente Internet