Temática gay en el cine
De la película Land of Storm
Recientemente he visto varias películas de temática gay, un amigo que recibe “el paquete” me las copia. En la televisión cubana apenas se ponen, sobre todo, si abundan las escenas de sexo.
Cuando se exhibió Brokeback Mountain, en el programa La séptima puerta, del canal Cubavisión, no eran solo dos vaqueros gays, había una historia de amor en unos escenarios grandiosos, en medio de parajes naturales, que sublimaban e imprimían fuerza a la pasión de los protagonistas.
Confieso que me impactó y me pareció muy hermosa. La cinta desató polémica entre la gente, yo la vi en compañía de mi hijo, que cursaba la primaria en aquel momento; a sus preguntas, dudas, le contestaba con argumentos apropiados para alguien de su edad. Ahora me alegra que no se haya vuelto un homofóbico.
En La Habana existen pocos espacios para ver esos materiales. De igual modo, no hacen falta críticos de por medio: el espectador inteligente se cuestiona, hace su reflexión desde su perspectiva individual.
Mucha gente se escandaliza al ver escenas fuertes entre personas del mismo sexo, no se acostumbran a asimilarlas. Las películas de Pedro Almodóvar fueron atrevidas, rompieron esquemas y lograron que el público aceptara este cine como válido. El amor, el sexo, deben estar regidos por los deseos, no deben ser una cara, un órgano sexual, sino algo invaluable que trae el poseedor. En las escuelas se podrían impartir cursos para que los niños no se sorprendan y puedan convivir con lo llamado “diferente”.
De los filmes que pude apreciar, tres, llamaron mi atención: en el primero, dos lesbianas quieren adoptar un hijo, ese es el argumento de ZüeiMutter (Dos madres). En Alemania, en una sociedad desarrollada y supuestamente sin prejuicios, no se les permite hacerlo, por lo que ellas deciden hacer inseminación artificial por cuenta propia; entonces comienza una saga con los candidatos para un padre biológico, y el amor entre ellas pasa a un segundo plano.
The duke of Burgundi es el juego entre el ama y la sirvienta, una especie de cuento sobre la dominación sexual y la seducción, donde una adopta el mando, mientras la otra se somete. Abundan atmósferas opresivas, jardines abandonados, una casa envuelta en misterio. La dirección de fotografía, la banda sonora y los silencios están hilvanados en función de las acciones dramáticas. Las escenas parecen ser un montaje teatral; lo erótico prevalece por encima del sexo explícito.
En Land of storm, un joven futbolista, que radica en Alemania, hereda una casa en un pueblo de Hungría, su tierra natal. La amistad con un lugareño, deviene en una relación amorosa. Con la visita inesperada de un compañero de su equipo surge el clásico triángulo amoroso; sin embargo, él se decide por el primero. Por algún tiempo los chicos se aman con una pasión desbordante, pero la burla de los homofóbicos impulsará al campesino a cometer un hecho de sangre.
Los relatos que se cuentan pueden suceder en relaciones catalogadas como “normales”, solo que estos ejemplos recrean el mundo homosexual marginado, los prejuicios y la falta de soluciones.
El cine es, quizás, el medio propicio para que la gente se nutra de estas historias, y las ovejas negras de la sociedad dejen de serlo en el futuro.
Brokeback Mountain