La suerte del bar restaurant Floridita
El Floridita ha gozado de rara suerte. Se ha mantenido mientras competidores colindantes, como La Zaragozana, el Dirty Dick y el Sloppy Joe's, ya no están.
Barra y daiquiris en el Floridita.
Por Rogelio fabio Hurtado | La Habana | Diario de CubaUno de los pocos sitios emblemáticos de la Habana de los 50, respetado por los años y la arbitraria vorágine revolucionaria, ha sido este bar restaurant, enclavado al flanco izquierdo de la plazoleta, "donde Obispo y O'Reilly desenfundan su Tarot" y el buen ingeniero Albear corrige desde su estatua el curso de las potables aguas. El Floridita ha gozado de rara suerte. Mientras sus competidores colindantes, como La Zaragozana, el Dirty Dick y el Sloppy Joe's han sucumbido definitiva o temporalmente, el pequeño gran Royal Bar Floridita, "La Cuna del Daiquirí", no ha padecido eclipse.
Si bien su menú a la carta experimentó sensibles ausencias, nunca fue condenado al funesto "Cerrado por reparaciones" que en la vida real socialista equivalía a entregarlo a la crianza de ratas por tiempo indefinido. Dentro de sus posibilidades, el desaparecido INIT se preocupó de que El Floridita mantuviese su rango y su sello de identidad.
Dando por sentado la solidez de su construcción, su inserción en la ruta habanera de Hemingway, "el más cubano" de los escritores norteamericanos, ha desempeñado en esta permanencia del legendario sitio un papel decisivo, reforzado por su cordial relación con el entonces Primer Ministro del Gobierno Revolucionario, admirador del escritor, cuya novela acerca de la Guerra Civil Española, Por quién doblan las campanas, había formado parte de su preparación como guerrillero.
La decisión de su viuda Mary de donar al Gobierno Revolucionario la Finca Vigía, en San Francisco de Paula, el suburbio habanero donde el "Viejo Papa" era venerado, también contribuyó a que Hemingway, y todo lo relacionado con su persona, fuese tratado en Cuba con especial respeto. Que los sentimientos del "Dios de bronce de la literatura norteamericana" hacia la Isla fueron recíprocos, lo prueba la presencia en el Santuario del Cobre, de la medalla del Premio Nobel de Literatura, en cumplimiento de la promesa que le hace a la Virgen de la Caridad el pescador de El viejo y el mar mientras lucha en plena Corriente del Golfo, con la gran Aguja.
Por supuesto, no todas las referencias habaneras de Hemingway han corrido la misma suerte. Así, el gran Café del Puerto que sirve de escenario a la espectacular balacera que inicia Tener y no tener, la más habanera de sus novelas, sucumbió a la demolición. Tampoco se ha averiguado gran cosa respecto a la zona del litoral al oeste de La Habana, Jaimanitas, precisamente muy cerca del llamado Punto Cero. Parece que un Hemingway mucho más joven se dedicó por esas orillas al lucrativo contrabando de alcohol, con su amiguísimo Bill Rousell, sujeto muy recordado aún hoy en las grandes tabernas de Cayo Hueso.
En fin, que se ha cumplido un feliz centenario para el Floridita. Como van las cosas, con la arribazón de americanos que se espera, el futuro pinta bien. Por cierto, ¿cuándo pondremos un busto de Guillén en La Bodeguita, otro de Virgilio Piñera en El Gato Tuerto, y uno del rozagante Lezama contemplando a los laureles del Prado, "cómo los menea el viento".
La suerte mía
Cierro los ojos y me viene a la mente recuerdos de mi juventud cuando con alegria y mucha hambre visitaba ese lugar donde tan bien la pasaba, ojala algun dia lo vuelve a visitar, pero esta vez como un turista de EE.UU. y con mi pasaporte Americano que es el único que quiero, el que me representa y porto con orgullo,... ya que cuando salí de Cuba el castigo del régimen fué segun ellos un viaje sin regreso y sin patria, allá tuvimos que entregar la casa de mis padres y todas las pertenencias que teniamos, nos dejaron salir con lo puesto y con los bolcillos vacios, así que para mi seria una verguenza.... después de vivir más años en este bendito país que en Cuba,... tener que pagar y solicitar el pasaporte cubano, que no me interesa tener ya que no vivo allá, mi vida y mi techo donde vivo con dignida y libertad es Estados Unidos... Puedo decir que soy Cubano de corazon y estadounidence con mucho orgullo y amor.