En Jerez se celebra la primera boda gay
entre dos miembros del Cuerpo Nacional de Policía
Chema, de Jerez, y Jonathan, de Algeciras, contraen matrimonio en la Real Escuela en una ceremonia que esperan que sirva para conseguir la "normalización" y para que los menores que sufren acoso por su condición sexual "vean que es algo normal".
Chema y Jonathan tras el enlace en la Real Escuela.
"Ha sido cuestión de sentimientos, no ha sido pertenecer a una institución lo que nos ha hecho dar el paso para casarnos".
Chema es de Jerez. Su pareja, Jonathan, de Algeciras. Llevan cinco años juntos y este sábado, después de muchos preparativos y de pensárselo muy bien, han decidido dar el salto y casarse. ¿El lugar elegido? El Recreo de las Cadenas de la Real Escuela. La cita no sería noticiable si no fuera por la profesión de sus protagonistas. Chema y Jonathan son Policías Nacionales y protagonizan en Jerez la primera boda que se celebra en España entre dos miembros del Cuerpo. “No seremos los primeros gais en esta institución,tenemos muchos amigos que también lo son dentro del Cuerpo”, afirma Chema en una entrevista concedida a Canal Sur Radio, en la que asegura que espera que esto sirva para conseguir la “normalización”.
La cita casi coincide con el décimo aniversario de la primera boda gay que se celebró en España, que tuvo lugar el 11 de julio de 2005. No es que Chema y Jonathan hayan decidido hacer coincidir la suya con esta efemérides, pero es llamativo. “Ha sido casualidad, porque lo habíamos escogido sin pensar en datos históricos ni nada”, dice Chema. “Ha sido cuestión de sentimientos, no ha sido pertenecer a una institución lo que nos ha hecho dar el paso para casarnos”, asevera. Su ceremonia, en la que ambos van de uniforme, no quiere que se convierta en un circo. Lógicamente. “No queremos que nos saquen fotos de gala porque no nos gusta exhibirnos”, dice Chema, que añade que no debería haber diferencia entre su boda y la de cualquier otra pareja. Aunque eso sí, se da por satisfecho “si sirve para que a los niños que les hacen bullying en el colegio por su condición sexual vean que es algo normal”.
El amor entre Jonathan y Chema no fue un flechazo, sino “un disparo a primera vista”, dice Chema, haciendo un símil relacioando con su profesión. “Lo conocí cuando estaba pasando un mal periodo de mi vida, una ruptura, y él apareció de repente”. A partir de ahí iniciaron una relación que cristaliza en el que esperan que sea un matrimonio muy durarero, y que puedan celebrar las bodas de oro, “y las de zafiro”, bromea el novio. “El sentimiento está ahí, que se haga visible depende de quien quiera darse cuenta del hecho. No es nada que tengamos que ocultar por pertenecer a un Cuerpo u otro”.
Todavía no pueden. La Iglesia no aprueba el matrimonio homosexual, pero si tuvieran la oportunidad, ¿se casarían por la Iglesia? Chema lo tiene claro: “Yo sí”. Asegura que es religioso, que participa en la Semana Santa y es creyente. El problema sería convencer a su pareja, que es “el agnosticismo en persona”. Ya hasta han pensado en adoptar un hijo. “Va habiendo más conciencia a la hora de la adopción”, apunta Chema, que sin embargo, critica: “Se estigmatiza más a los padres gais que adoptan a hijos pero no se llega a pensar en el trasfondo de los padres que abandonaron a sus hijos; parece que los malos son los padres gais que han adoptado a una persona y no los padres que han abandonado a ese hijo”. La luna de miel la celebrarán haciendo un coast to coast (costa a costa) por Estados Unidos, desde Seattle a San Diego.
Que vivan los novios.