Danilo Maldonado El Sexto preso por una performance que no realizó - Cuba Eterna

¿Esperaremos a que El Sexto sea otro

Orlando Zapata Tamayo para solidarizarnos con él?

¿Vamos a dejar que muera por algo que no ha hecho cuando hay mucho que puede hacer si está vivo?

El Sexto, preso por una performance que no realizó

Por Lien Carrazana | Madrid | Diario de Cuba
Al régimen castrista no le gustan las performances, desde los años 90 lo dejó claro cuando condenó a seis meses de prisión al artista cubano Ángel Delgado por realizar una performance durante la inauguración de la muestra El Objeto Esculturado en el Centro de Desarrollo de las Artes Visuales de La Habana, en 1990. La obra de Delgado consistió en defecar y limpiarse con un ejemplar del periódico Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba.

Recientemente, la artista cubana Tania Bruguera fue retenida ocho meses en Cuba y amenazada por las autoridades con un proceso legal por intentar realizar una performance. Tras el anuncio de La Habana y Washington de reanudar relaciones diplomáticas, Bruguera decidió realizar la performance El susurro de Tatlin en la Plaza de la Revolución el 30 de diciembre de 2014. El proyecto buscaba que los cubanos pudieran expresarse libremente durante un minuto a través de un "micrófono abierto a todos", pero la acción artística fue rechazada por las autoridades culturales del régimen. El evento frustrado se saldó con arrestos de activistas y ciudadanos que intentaron asistir, incluida la propia artista, quien fue detenida en varias ocasiones. Posteriormente, las autoridades le retiraron el pasaporte a Bruguera y la acusaron de "resistencia y desorden".

La represión contra Bruguera, creadora reconocida y premiada internacionalmente y en la Isla, impulsó un gran movimiento de solidaridad entre personalidades e instituciones del mundo del arte, así como desde el exilio y la disidencia interna (con el apoyo de Damas de Blanco y Estado de Sats). Finalmente, tras ocho meses de "castigo", Papá Estado devolvió el pasaporte a Bruguera, que viajó a Nueva York donde ha sido elegida como primera artista en residencia de la Oficina de Asuntos del Inmigrante.

En una de sus intervenciones en los medios de EEUU, Bruguera nos recuerda que existen casos aún más graves que el suyo: el de El Sexto, preso en Valle Grande desde diciembre de 2014 por querer realizar una performance.

'Minority report' a la cubana

El régimen ahora va un paso más allá en su represión a los artistas (y a la libertad de expresión): encarcela a alguien por algo que no ha hecho.

Estamos en presencia de otro Minority report a la cubana, donde se encarcela a un individuo por un supuesto "delito" que no llegó a cometer, y ese delito es querer manifestar artísticamente una idea.

El grafitero Danilo Maldonado (El Sexto) está encarcelado desde el 25 de diciembre de 2014, cuando fue capturado por la policía en el momento en que se dirigía al Parque Central de La Habana llevando consigo dos cerdos con los nombres de Fidel y Raúl pintados en el lomo. Su intención era soltarlos en este lugar como parte su performance Rebelión en la granja, título en alusión a la novela del británico George Orwell, publicada en 1945.

A punto de cumplir nueve meses en prisión sin juicio bajo la acusación de "desacato", con una abogada nada volcada en su defensa, como expresó recientemente la artista Lia Villares, El Sexto se encuentra en huelga de hambre hace 16 días en la prisión de Valle Grande.

El acápite de la ley que pretenden aplicarle se refiere a lo que se considera ofensa a los máximos dirigentes del Gobierno. La sanción solicitada por Fiscalía es de uno a tres años de reclusión.

"Seguramente El Sexto no sabía que la asociación de esos nombres propios con los de quienes han dirigido el país, se interpretaría como una violación del artículo 144.2 del Código penal, conocido como 'desacato'. Según este artículo, los cubanos no podemos ofender en modo alguno al Presidente del Consejo de Estado, de la Asamblea Nacional, a los miembros del Consejo de Estado y de Ministros ni a cualquier diputado de la Asamblea, so pena de cumplir de uno a tres años de privación de libertad (aunque no queda claro si a los expresidentes tampoco, o el delito lo habría cometido con solo un cerdito)", señala Yania Suárez en un artículo publicado en este diario.

Entonces, aunque estos animales no llevaran apellido pintado en sus lomos, ¿qué intenta decirnos el régimen castigando así a El Sexto por algo que pensó hacer y no hizo, qué los únicos cerdos son Fidel y Raúl Castro?

En todo caso, ¿esperaremos a que El Sexto sea otro Orlando Zapata Tamayo para solidarizarnos con él? ¿Vamos a dejar que muera por algo que no ha hecho cuando hay mucho que puede hacer si está vivo?

A pesar de ser galardonado con el Premio Internacional Václav Havel 2015 para la Disidencia Creativa, a pesar de que su situación es denunciada internacionalmente, y desde la Isla reclaman su liberación familiares, amigos y opositores, El Sexto no ha recibido la suficiente atención mediática para que su caso se convierta en foco de atención y sea puesto en libertad.

Aunque centenares de personas pidieron en una carta dirigida al Papa que intercediera por el grafitero, Francisco estuvo en Cuba del 19 al 22 de septiembre y no visitó ninguna prisión u hospital, ni se interesó por los opositores y presos políticos, a pesar de señalar en la misa que presidió en Santiago de Cuba que la fe "nos saca de casa para visitar al enfermo, al preso, al que llora". En cambio, estuvo en casa de Fidel Castro.

En una carta escrita desde la cárcel, El Sexto mantiene su postura de "Libertad o muerte" porque para él "morir por el arte es vivir", pero la libertad de Cuba nos necesita vivos, y necesita más voces sin miedo, como la de El Sexto.

Ya no se trata de una obra ni de un artista, se trata de un individuo y una injusticia. Por eso, es importante sumarse a la petición de muchos: Libertad para Danilo Maldonado Machado (El Sexto), preso en La Habana, y en huelga de hambre, por intentar realizar una performance en la Cuba (sin libertades ni derechos) de 2015: año 56 de la dictadura castrista.