“Lady Gaga y la vida de la pasión”
Lady Gaga en Americans for the Arts awards ceremonia 2015
Lady Gaga and the Life of Passion
A principios de semana, pude ver algunos músicos jóvenes interpretar canciones de Lady Gaga delante de ella. A medida que la voz de India Carney crecía y se abalanzaba sobre el público durante las versiones de esos increíbles himnos dance, Gaga permanecía sentada embelesada. Sus ojos se humedecieron. Ocasionalmente sus brazos se alzaban como muestra de su asombro. Finalmente, se puso en pié y aplaudió.
Fue en la ceremonia organizada por ‘Americans for the Arts’, una organización sin ánimo de lucro que promueve el arte y la educación artística. Gaga recibió un premio, así como Sophia Loren, Herbie Hancock y otros muchos. Su discurso de aceptación fue tan dramático como la música. Con lágrimas brotando, dijo que está bendición de respetabilidad era “lo mejor que me haya pasado nunca.” Y recordó sus sueños de la infancia de esta manera: “Supongo que no sabía en lo que me iba a convertir, pero siempre quise ser extremadamente valiente y un continuo recordatorio para el universo de como se ve la pasión. Como suena. Como se siente.”
Esa frase se atascó en mi cabeza y me hizo pensar. Cuando hablamos acerca de vivir con pasión, lo cual es una especie de cliché, ¿a qué nos referimos exactamente?
Supongo que la gente que vive con pasión empiezan con un deseo especialmente intenso de completarse a sí mismos. Somos los únicos animales que estamos naturalmente inacabados. Tenemos que ir hacia una realización, hacia una integración y hacia una coherencia.
Algunas personas son embriagadas por esta tarea con un anhelo feroz. Puede que estén propulsados por heridas que necesiten una curación urgente o por miedo o soledad o fragmentación. Puede que se guíen por una gloriosa fantasía de dejar huella en este mundo. Pero a veces tienen una curiosidad efervescente sobre sus propias naturalezas y una sed insaciable de encontrar alguna actividad que pueden perseguir de todo corazón, sin reservas.
Se contruyen a sí mismos de manera interna expresándose de manera externa. Los miembros del clérigo a veces dicen que se convierten a sí mismos desde el púlpito. Hablando desde la fe, se hacen creyentes. La gente que vive con pasión hace eso. Enseñando o cantando o escribiendo o curando o educando aportan coherencia a los impulsos internos con los que todos nacemos. Haciendo alguna actividad exterior se entienden y definen a sí mismos. Una vida de pasión sucede cuando una fuerza natural encuentra una vocación que la consume.
Otro rasgo que los identifica es que tienen altos niveles tanto de vulnerabilidad como de coraje. Como Martha Nussbaum escribió en su gran libro “Upheavals of Thought”, ser emotivo es unirte a ti mismo a algo que valoras de manera suprema pero que no controlas del todo. Ser apasionado es ponerte en peligro.
Vivir con este peligro requiere un coraje que implica dos cosas. Primero, la gente con pasión tiene el coraje de cavar y jugar con sus problemas. Todos tenemos ciertas preocupaciones centrales y puntos sensibles que nos preocupan durante de la vida. Escritores y artistas pueden cambiar de estilo a través de sus carreras, pero muchos de ellos dan vueltas alrededor de unas pocas preocupaciones iguales de maneras diferentes. Para Lady Gaga la fama y las cuestiones corporales predominan – imágenes de mutilación se repiten a lo largo de sus videos. Siempre está siendo dañada o tirada por balcones.
La gente pasionaria a menudo se descubren a sí mismos jugando. Ya sean científicos, empresarios, cocineros o artistas, exploran sus asuntos de la manera en que los niños exploran las posibilidades de Play-Doh. Usan la imaginación para abrir un abanico de posibilidades y entender sus historias emocionales. Se deleitan de nuevas maneras para expresarse a sí mismos, para expandir sus personalidades y moverse hacia sus metas. Gaga, para continuar con el ejemplo de hoy, siempre ha tenido un sentido del humor sobre sus proyectos, sobre las cosas que la asustan y la deleitan.
En segundo lugar, la gente con pasión tiene el coraje de ser ellos mismos con abandono. Todos nos preocupamos acerca de lo que otros piensan sobre nosotros. Le gente apasionada está menos dispuesta a ser gobernado por la tiranía de la opinión pública.
Como dice el dicho, de alguna manera se ponen en el otro lado del miedo. Consiguen ir más allá de esa niebla a la que da miedo aproximarse. Una vez dentro de ella tienen más libertad para navegar. Se salen de las cosas que son repetitivas, la rutina y la decadencia. Incluso hay a veces una cierta imprudencia en ellos, una disposición a lanzar sus imperfecciones a la vista del público mientras no piensan de antemano como reaccionara la gente. Gaga no es nada sino está ahí permanentemente; la celebridad rar que desea retratarse a sí misma como un monstruo, una bruja o un cyborg perturbador – alguien propenso a causar dolor.
Lady Gaga es su propia criatura única, a la cual nadie podría copiar. Pero es indisputablemente una persona que vive una vida amplia, quien lanza sus contradicciones, quien se convierte a sí misma en una pieza de arte. Gente como esa hace frente al resto de nosotros con la pregunta que una amigo mío pregunta continuamente: ¿Quién serías y qué harías sino estuvieras asustado?