Dos perros que llegaron con inmigrantes cubanos se recuperan en los Cayos
Los cubanos partieron de Caibarién, en Villa Clara, y pasaron cinco días en el mar
Los perros llegaron a Islamorada en un bote con inmigrantes cubanos el 29 de octubre
Los “cariñosos” animales están siendo tratados en Refugio de Animales de Cayo Largo
Shannon Kuner (izq.) y Lauren McKnight, del Refugio para Animales de Key Largo, con los dos perros que llegaron de Cuba en un bote de inmigrantes.
Los animales, un macho y una hembra, estaban exhaustos y hambrientos después de un viaje de cinco días.
Kevin Wadlow / KeysInfoNet /
Dos inmigrantes a bordo de una precaria embarcación de vela procedente de Cuba que llegaron a tierra el 29 de octubre en Islamorada quedaron fuera de la lista de pasajeros de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos.
En su lugar, los dos fueron entregados a otra agencia, el Refugio para Animales de Cayo Largo, en el Condado Monroe.
“Son perros muy cariñosos”, dijo la agente Lauren McKnight, quien los recogió en el Cheeca Lodge and Resort, a donde llegó la embarcación a primeras horas de la mañana.
Policías federales y locales custodiaban a más de una docena de hombres y dos mujeres quienes dijeron que zarparon de la ciudad de Caibarién, en el norte de la isla, cinco días antes.
McKnight se dirigió a uno de los varones, quien “estaba sentado allí con dos perros”, dijo.
“Hemos recibidos perros de Cuba antes, pero la última vez fue un chihuahua, hace varios años”, dijo Marsha Garrettson, directora del refugio. “No es algo que esperamos”.
Los dos animales, una hembra y un macho sin raza definida, que pesaban entre 30 y 40 libras, mostraban los efectos del largo viaje por mar.
“Cuando llegaron no paraban de comer”, dijo Garrettson. “Tenían mucha hambre”. También estaban sucios, temerosos y exhaustos.
El macho tenía una herida facial abierta que hubo que tratarle de inmediato. “También tenía brea en las patas. No sabemos si sufrieron esas lesiones en la embarcación o antes”, dijo Garrettson.
McNight, que estuvo poco tiempo con el dueño, no conoce los nombres de los animales, que se calcula que tienen por lo menos un año. McKight le preguntó al dueño a través de un intérprete si planeaba reclamar los perros o dejar que los adoptaran.
“Dijo que si no los quisiera los hubiera dejado” en Cuba, contó McKnight, quien agregó que comprendía la situación: “Si tienes un animal, es norma que quieras llevarlo contigo a cualquier parte”, afirmó.
Garrettson ofreció una opinión diferente. “Una cosa es que alguien decida arriesgar la vida” en el peligroso cruce del Estrecho de la Florida, dijo. “¿Pero por qué arriesgar otras vidas? Los perros no decidieron por ellos mismos”.
Shannon Kuner, McKnight y personal del refugio de la organización Humane Animal Care Coalition bañaron a los perros y comenzaron a vacunarlos mientras los mantenían en observación para detectar cualquier señal de problemas médicos.
Se espera que los los dos perros, todavía temerosos pero ya más dóciles, permanezcan en cuarentena durante al menos 30 días.