Se registra el primer matrimonio gay en Centroamérica
La costarricense Jazmín Elizondo (24) y Laura Isabel Flórez-Estrada (28) se casaron civilmente.
Laura Florez Estrada y su pareja, Jazmín Elizondo están inscritas como matrimonio.
San José, Costa Rica Una costarricense y una española protagonizaron el primer matrimonio entre personas del mismo sexo que se produjo en Costa Rica, informó hoy a Efe Marco Castillo, presidente del Movimiento Diversidad de Costa Rica.
La costarricense Jazmín Elizondo, de 24 años, y Laura Isabel Flórez-Estrada, española, de 28 años, se casaron civilmente en julio pasado, pero fue hasta la semana pasada cuando quedó inscrito en el Registro Civil, explicó Castillo.
Elizondo tuvo problemas con su proceso de registro al nacer y por un error quedó oficialmente como hombre, pese a ser biológicamente mujer, lo que facilitó la inscripción, dijo el presidente del Movimiento Diversidad que ofició la ceremonia civil de casamiento en su condición de abogado.
La pareja tiene más de 10 años de convivencia "y ha visto reconocido su derecho", según Castillo.
"Esto debe ejercer como un impulso político para el reconocimiento de los derechos de las personas diversas. Las personas no se pueden ver discriminadas por su sexo o por su identidad de género ante el matrimonio", finalizó.
Este es el primer matrimonio entre personas del mismo sexo en Costa Rica pero no la primera "unión de hecho" ya que el juzgado de Familia reconoció el pasado 2 de junio este tipo de unión entre dos homosexuales, la primera del país y Centroamérica.
La Sala Constitucional de Costa Rica solicitó el expediente del caso al Juzgado de Familia del II Circuito Judicial de San José, debido a que desde el pasado 29 de enero la Sala estudia una acción de inconstitucionalidad presentada contra el artículo 4 de la Ley General de la Persona Joven, texto en el cual se basó el fallo del Juzgado de Familia.
La Ley General de la Persona Joven, que entró en vigencia en 2013, establece en el artículo 4 "el reconocimiento sin discriminación humana, de los efectos sociales y patrimoniales de las uniones de hecho que constituyan de forma pública, notoria, única y estable".
El fallo del juzgado benefició a la pareja homosexual integrada por Gerald Castro y Cristian Zamora, quienes conviven juntos desde hace 12 años y comenzaron la lucha legal por el reconocimiento de su unión en 2013. EFE.
En los juzgados de familia de distintas partes del país hay otros nueve casos similares en estudio de los jueces.
El proyecto de Ley que regule las uniones homosexuales en Costa Rica se encuentra estancado en el Congreso desde hace varios años y enfrenta la dura oposición de la Iglesia católica y de partidos políticos de tendencia cristiana que insisten en que las únicas uniones legalizadas deben ser las de un hombre y una mujer.
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Jazmín de los Ángeles Elizondo Arias nació el 10 de junio de 1991 en San Isidro de El General. Su mamá Yadira y todos tenían claro que era mujer, pero un error de inscripción posterior hizo que ella quedara en el Registro Civil en la casilla de “masculino”. Nunca fue importante para llevar una vida en una sociedad que, en teoría, trata igual a mujeres y hombres, pero llegaría el día en que esa pequeña equivocación iba a resultar determinante.
El sábado 25 de julio de 2015, 24 años después, Jazmín perdería su condición de “soltero” y adoptaría la de“casado”, pues a las 3 de la tarde contrajo matrimonio con su novia Laura Isabel Florez-Estrada Pimentelen San José, la capital de Costa Rica.
En el papel, un matrimonio civil más. En la realidad, el primer matrimonio legal entre dos mujeres en Centroamérica, un logro con un importante significado en la causa por la aprobación de la equiparación de derechos civiles para la población homosexual.
De esto se enteró Costa Rica este miércoles por publicaciones periodísticas. El matrimonio fue celebrado por el abogado Marco Castillo, uno de los principales activistas por el reconocimiento de las uniones civiles entre parejas del mismo sexo en Costa Rica. “Una cosa es como las personas nacen y otra es la identidad de género. Ella tiene identidad de género femenina y orientación sexual lesbiana; entonces podía casarse. Ante el Estado, ella es hombre y todo está en regla”, explicó el abogado, aunque dos horas después el Registro Civil anunció que intentará hacer que se declare nulo este matrimonio.
En lo visible, fue una unión civil como cualquier otra, recuerda. La joven actriz de 24 años y su novia Laura, una chef española-peruana de 28 años, se vistieron elegantes pero nada de vestidos de novia ni cosa parecida. Había familiares y amigos, una comida después y ninguna bandera del ‘orgullo gay’ ni señal alguna de activismo, al menos visible. La trascendencia, sin embargo, era innegable y no era casual que Castillo fuera el celebrante. “Es un paso político importante porque se ve que los derechos no deben estar condicionados por la identidad de género. Esto tiene que provocar que la gente vea estas cuestiones como algo natural”, añade el abogado.
En la católica Costa Rica, como en toda Centroamérica, están prohibidos en la ley el matrimonio y las uniones civiles del mismo sexo.
Laura explica sin rodeos, a la española: “Jaz es legalmente hombre y biológicamente mujer. Aprovechamos ese error. Nos casamos en una ceremonia simbólica en junio y por ley en julio, pero hasta ahora lo revelamos porque tardó en salir inscrito el matrimonio, por ser yo extranjera. Entraba todos los días a revisar y ya, estamos bien casadas”, cuenta Laura, hermana del excandidato presidencial José María Villalta.
A su lado, Jaz sonríe y relata los antecedentes. “Vengo de una familia conservadora de una zona… bueno, con un conservadurismo terrible. Para mí no fue fácil aceptar mi identidad sexual, aunque desde la adolescencia hay cosas que a una le indican algo. En la universidad conocí a Lalay y sentí lo que nunca antes”. Su cédula indica que era varón y nunca fue importante, hasta ahora. Allegados del movimiento pro derechos LGBTI le hicieron ver el trillo legal y por ahí an pasado. Ahora son matrimonio. “No sé si es el destino o qué, pero me parece fabuloso”. Y vuelve a reír.