¿Cuánto podría costarme el divorcio?
POR RICARDO J. RODRÍGUEZ VACAS - *
En mi primer ejemplo, me gustaría hablar del amor de Osvaldo y Porfirio. La llama de esta relación se encendió una noche en South Miami Beach cuando Osvaldo vio a Porfirio bailando un danzón post-moderno en una discoteca. Un mes después e inspirados por la reciente ley que legitimó el casamiento del mismo sexo, entraron en un matrimonio civil en la Florida.
Aproximadamente el 50% de los matrimonios terminan en divorcio. Las parejas que deciden tomar la decisión de separase, deben tener en cuenta que les costará un monto que va desde lo razonable hasta uno muy alto o en mi opinión, absurdo. Los factores principales que determinan el costo del divorcio son: 1. Si es de mutuo acuerdo o disputado, 2. La cantidad de bienes (dinero, propiedad, etc.) de la pareja, 3. Si la pareja tiene hijos menores o espera uno, y 4. Si los cónyuges van utilizar un abogado o intentarán hacer el proceso solos. También, se suman los gastos de corte. Mi primer consejo es que si desea el divorcio, planee bien sus finanzas.
¿Hay algo que me pueda ayudar a evitar tantos gastos?
Existen generalmente dos tipos de contratos matrimoniales. El primero es el contrato llamado pre-nupcial. El pre-nupcial es un contrato entre la pareja que se firma antes del casamiento y sirve para determinar cuáles serán en su totalidad los bienes de la pareja y qué bienes serán destinados a uno u otro de los cónyuges en caso de que ocurra un divorcio.
El segundo, es el post-nupcial. Este documento es similar al pre-nupcial pero básicamente se hace después del casamiento, o sea durante el matrimonio. Los dos designan la distribución de bienes en el evento del divorcio, generalmente evitando un pleito legal.
También existe dentro del ámbito legal el proceso de mediación. En la mediación, generalmente ordenada por la corte, las partes tienen el chance de conversar ante una persona neutra que les ayuda a tratar de llegar a un compromiso justo para ambos. Todo depende de la actitud y la razón, si uno está dispuesto a aprovechar la mediación puede solucionar muchos temas o tal vez todos, de lo contrario el divorcio seguirá su rumbo a la complicación y acumulación de gastos.
Ejemplos del fin de un amor
En mi primer ejemplo, me gustaría hablar del amor de Osvaldo y Porfirio. La llama de esta relación se encendió una noche en South Miami Beach cuando Osvaldo vio a Porfirio bailando un danzón post-moderno en una discoteca. Un mes después e inspirados por la reciente ley que legitimó el casamiento del mismo sexo, entraron en un matrimonio civil en la Florida. Porfirio se mudó al apartamento de Osvaldo con vista de mar en el barrio de la pequeña Buenos Aires en el Norte de Miami Beach. La celebración continuó una semana después de la boda cuando Osvaldo se ganó la lotería de la Florida por un monto de 10 millones de dólares.
Lamentablemente, después del premio de la Loto, un automóvil atropelló a “Chuchi”, el chihuahua de raza que era la mascota querida de ellos. La pareja entró en crisis echándose la culpa uno al otro por la tragedia. Al tiempo se separaron y ya no se hablaron más. Los dos querían divorciarse. Murió el amor.
Ahora los matrimonios de parejas del mismo sexo no sólo pueden casarse legalmente, sino también divorciarse. En el caso de Osvaldo y Porfirio, ellos decidieron tomar la ruta del divorcio sin disputa y acordaron que Osvaldo no cedería nada del premio de la Loto, una decisión que le dolió a Porfirio pero que tuvo que aceptar.
En la Florida, todos los bienes que se adquieren durante el matrimonio son bienes del matrimonio. Esto quiere decir que todos los bienes y ganancias que se obtengan desde el día de casados corresponden en partes iguales a la pareja. En general, si no hay un contrato pre o post matrimonial-nupcial se aplica esta norma. No importa el tiempo del matrimonio, la fecha que dispara los bienes en común es la fecha del matrimonio.
Aunque Porfirio se mudó al apartamento de lujo de Osvaldo, este apartamento se había comprado antes del matrimonio y salvo alguna inversión substancial de su pareja al mejoramiento del apartamento, Porfirio no tiene ningún derecho al apartamento. Las propiedades y/o bienes adquiridos antes del matrimonio, así como las herencias, regalos, y propiedad personales generalmente no son consideradas propiedad mutua o matrimoniales.
Osvaldo ganó la Loto después del matrimonio, esto quiere decir que Porfirio tenía buenas posibilidades de pelear por el 50% del premio si hubieran hecho un divorcio disputado o de litigio. Pero en este caso, en vez de gastar miles de dólares en un proceso de divorcio, la pareja optó por resolver el caso sin disputa.
Divorcio sin disputa (sin litigio)
Osvaldo y Porfirio fueron juntos a un abogado después de la tormenta y luto por “Chuchi”. Los dos decidieron divorciarse. El abogado les explicó claramente que sólo puede representar una parte en un caso, ya que existen posibles conflictos de intereses de las partes y un abogado siempre tiene que defender los intereses de su cliente guardando su confidencialidad. Un abogado puede notarizar y dar consejos generales para finalizar los documentos del otro pero no puede dar ningún consejo legal a la parte contraria.
El divorcio sin disputa se puede hacer de dos maneras en la Florida. Existe el divorcio simple y el divorcio sin disputa normal. El simple usualmente se hace sin abogados y por ambas partes. Ellos mismos buscan los formularios, los llenan, y se presentan ante la corte para su caso. Este camino es una ruta para aquellos que buscan ahorrar dinero, pero ojo, se tiene que hacer bien, ya que después ir a un abogado para que le revise o arregle lo que pensó que se hizo bien le puede costar más de lo que tenía en mente.
El divorcio sin disputa, en inglés “uncontested”, es similar pero lo lleva un abogado que normalmente finaliza el caso más rápido y solamente requiere la participación de la parte que inicia el divorcio en la cita final ante la corte. Mientras todos los temas estén acordados (incluyendo temas que requieren más papeleo como el de los hijos menores y división de muchos bienes), la ruta del divorcio simple o sin disputa es el camino normal.
Divorcio de guerra (Litigado)
Otro caso del amor al divorcio es el de Gumersinda y Atilano. Ella era una modelo exitosa de productos de baño y él era el traductor oficial de la República de Tajikistán. Ambos comenzaron su vida juntos en la Habana, se casaron, y tuvieron una hija, Adolfina. Los tres se fueron a Miami en balsa y a los 6 meses de estar en la Florida comenzaron los problemas matrimoniales.
Generalmente, el primer requisito para iniciar un divorcio es verificar la jurisdicción de la corte. Esto quiere decir que se tiene que averiguar si la corte del lugar donde uno vive tiene el poder para dictar sentencias u órdenes en ese caso particular.
En la Florida, el requisito para que la corte pueda tomar un caso de divorcio es que la pareja resida aquí por un mínimo de seis meses. Si Gumersinda y Atilano hubieran querido divorciarse a los tres meses de llegar a la diáspora, no lo hubieran podido hacer. En este caso, como llevan más de seis meses no debe haber problema para comenzar un divorcio.
Desafortunadamente todo divorcio no es sin disputa. Si ambas partes no llegaban a un acuerdo de distribución de bienes, acuerdos de finanzas, y lo más importante, cómo manejar el tema de su hija, todo se complica y se termina en disputa. Un divorcio de este tipo es complicado, puede durar varios años y sus efectos pueden durar toda una vida.
No sólo existe la realidad financiera del mantenimiento del menor (generalmente hasta los 18 años en la Florida), también se disputa la posible ayuda financiera de un cónyuge al otro, la división forzada de los bienes y también existe el trauma psicológico y emocional que puede conllevar esta situación.
Gumersinda y Atilano se divorciaron y la corte estableció un plan de responsabilidad de padres (parenting plan), dividió sus bienes, estableció mantenimiento a la pareja más necesitada (alimony), y estableció un aporte mensual para Adolfina (child support). Se tiene que pensar muy bien antes de gastar una fortuna y dejar que alguien desconocido como un juez dicte el futuro de todos los involucrados, y si vale la pena dejar que las emociones descontroladas hagan que estas separaciones sean peores de lo que podrían haber sido.
En conclusión, el divorcio es un verdadero drama, ¡evítenlo! Muchas veces el que decide si se complica la cosa o no son las partes. Si es posible, hablen de un contrato pre o post-nupcial, intenten alternativas como consejería profesional de matrimonios con psicólogos o religiosos. Aunque falle, a menos hará el proceso del divorcio más reconciliatorio. Aprovechen de la mediación, y mediten que es mejor negocio dejar el dinero del divorcio en sus bolsillos que en los de los abogados y la corte.
  Así que chicos y chicas antes de casarses piensalo dos veces... J.C.
RICARDO J. RODRÍGUEZ VACAS
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