Pedro Campos | La Habana | Diario de Cuba
Últimamente se ha disparado el éxodo de jóvenes cubanos hacia EEUU por cualquier vía. Miles de familias cubanas viven angustiadas a la espera de información sobre la suerte que han corrido sus hijos en el mar o en las selvas y fronteras de Sur y Centroamérica. El fenómeno tiene causas coyunturales y otras más duraderas.
Entre las más coyunturales, podrían estar las recientes declaraciones de varios congresistas estadounidense y analistas de la problemática cubanoamericana, sobre la posibilidad de reevaluar o eliminar la Ley de Ajuste Cubano, a la luz de la nueva política del Gobierno de EEUU.
Otro factor que podría estar jugando también es que a casi un año del anuncio del 17 de diciembre de 2014, sobre el restablecimiento de relaciones entre Cuba y EEUU, las expectativas de mejorías generadas en el pueblo cubano, no se han visto concretar por ningún lado.
La cúpula gobernante acusa a la parte norteamericana de mantener el bloqueo/embargo, mientras que el Gobierno de Obama ha dictado una serie de decretos para modificar las restricciones que bien aprovechados por Cuba podrían beneficiar a amplios sectores de la economía privada y cooperativa, que en forma antihistórica, antieconómica y antisocial, el estatalismo burocrático considera "enemigas y caballos de Troya del imperialismo".
Sin embargo, el único y verdadero Caballo de Troya que tiene destruida la economía cubana y al pueblo pasando mil angustias y necesidades, es el modelo centralista y burocrático de economía y política que se mantiene en Cuba, sin asidero democrático alguno.
Y esa es la causa más duradera e importante de ese éxodo permanente que ha tenido momentos dramáticos en los años de los éxodos de Camarioca, el Mariel y la crisis de los balseros. La gente joven se va simplemente por la falta de perspectivas en su propio suelo, por el mantenimiento de ese obsoleto, excluyente, desestimulante y monopólico modelo estatal asalariado que concentra la riqueza producida por todos los cubanos en manos de una elite burocrática-militar en detrimento del desarrollo económico y social general.
Algunos analistas indican que la caída del precio del petróleo, la disminución de los envíos de crudos venezolanos, el pago de la deuda externa y la disminución del precio del níquel también han afectado la economía estatal cubana.
Sin embargo un aspecto importante del cual se habla poco, aunque estamos ya cercanos al VII Congreso del PCC, es el fracaso del Gobierno de Raúl Castro en llevar adelante los Lineamientos aprobados por el propio PCC en 2011, que generaron expectativas positivas entre muchos cubanos, quienes confiaron en que el trabajo por cuenta propia se abriría ampliamente, que se permitiría a la gente prosperar, poner sus negocios y ejercer sus profesiones; que se permitirían las cooperativas independientes del Estado, como las hay en todas partes del mundo que libremente producen, venden y compran, gestionan créditos, etc.
Igualmente había esperanzas de que un aumento de la inversión extranjera posibilitaría nuevos empleos bien pagados y que la anunciada autonomía empresarial y la vinculación de los salarios a los resultados de la producción, generaran un amento del bienestar de los trabajadores, al tiempo que se esperaba la solución del problema de la doble moneda.
Pero nada de eso ha sido posible. Nunca se hizo la legislación complementaria que diera impulso a esas propuestas y todo quedó en un conjunto de medidas incompletas que en lugar de hacer avanzar esos Lineamientos los castraron.
En fin que la situación económica se ha seguido agravando y la única salida que la gente sigue encontrando, es irse del país.
La solución a este problema no parecer ser otra que cambiar el modelo político y económico estatal centralizado, fracasado en toda la línea, impuesto en nombre el socialismo en Cuba que, en realidad, ha sido el causante principal de todos los males que estamos padeciendo.
Más de mil cubanos varados en la frontera de Costa Rica con Panamá
El gobierno de Costa Rica comenzó este jueves a deportar hacia Nicaragua a 334 migrantes cubanos, mientras más de 1000 permanecían en la frontera con Panamá esperando pasar al otro lado.
El gobierno de Costa Rica comenzó este jueves a deportar hacia Nicaragua a 334 cubanos que se encontraban estancados en la Dirección General de Migración y Extranjería, en La Uruca, dijo la directora de esa entidad, Kathya Rodríguez, mientras medios locales informaban de más de mil cubanos varados en la frontera de Costa Rica con Panamá.
La funcionaria indicó al diario local La Nación que hasta el momento no se tiene pensado deportar a ninguno a Cuba, pero tampoco se descarta que esto pueda suceder en el futuro.
Muchos de estos migrantes cubanos ingresaron al país con la ayuda de una red de tráfico de personas que fue desmantelada el martes, en un operativo de las autoridades del país.
Al mediodía de este jueves salió un grupo de 30 personas rumbo a Nicaragua y mañana viernes saldrá otro autobús. Se estima que tomará entre cuatro y cinco días para deportar a todos los migrantes.
La directora de Migración de Costa Rica dijo a periodistas que "el gobierno nicaragüense aceptó a los cubanos que tengan los papeles en orden".
La Nación informó que entre los 334 cubanos, quienes permanecen concentrados en una plazoleta dentro del complejo de Migración, hay cuatro menores de edad. Las autoridades se harán cargo de evaluar la situación de los menores, con edades entre dos y 15 años.
El reportaje de La Nación agregó que, este jueves, cientos de cubanos se manifestaron en la aduana de la frontera con Panamá para exigir que el gobierno de Costa Rica les permita pasar desde Paso Canoas hasta la frontera con Nicaragua, para seguir hacia su destino final, que es Estados Unidos.
Crisis en la frontera con Panamá
Un reportaje fotográfico de The Tico Times informaba este jueves de "más de mil migrantes cubanos" varados en la frontera de Costa Rica con Panamá. Uno de ellos sotenía un cartel con la inscripción: "Buscamos nuestros sueños".