Las bacterias están casi por todas partes. Algunas de las que entran en las glándulas, en los folículos y en la epidermis humana llevan a cabofermentaciones que pueden producir compuestos malolientes y desagradables, y otras pueden infectar el organismo o producir una respuesta inflamatoria, entre otras complicaciones. En parte por eso, las personas se duchan y se lavan las manos, y en parte por eso, el siglo XX fue testigo de un aumento espectacular de la esperanza de vidagracias a las medidas de higiene y al uso de los antibióticos.
Sin embargo, desde hace unos años también se sabe que una higiene excesiva puede resultar perjudicial para la piel. Sabiendo esto y en parte dejándose llevar por la moda del retorno a lo natural, una empresa llamada «AOBiome» lleva años comercializando un espray de bacterias inocuas, llamado «Mother Dirt», que dicen que tienen la capacidad de desplazar a las perjudiciales.
Bañarse o no bañarse, ésa es la cuestión. O esto al menos fue lo que debió pensar hace 12 años el ingeniero químico, David Whitlock. Sí, este hombre lleva la friolera cantidad de 12 años sin pasar por la ducha. En cambio, lo que sí hace es rociar su cuerpo con una mezcla de bacterias oxidantes de amoníaco que le aportan un olor fresco y lo hacen sentirse más limpio que nunca. O eso dice...
Se dió cuenta de que los animales utilizan las bacterias del lodo para no oler mal, y Whitlock decidió hacer un experimento y dejó bañarse. Con el objetivo de conseguir este resultado, aisló las bacterias del barro que neutralizan el olor y las aplicó en su propio cuerpo. No se ha duchado desde entonces y tampoco encuentra un motivo para volver a hacerlo, según ha comentado. “He pensado en ello muchas veces, y podría hacerlo, pero no siento la necesidad".
“No soy raro. Me lavo cuando tengo que lavarme. Y si estoy haciendo un trabajo delicado para el que necesito tener las manos limpias, me las lavo". Pero cuando se trata de eliminar el sudor y la suciedad cotidiana, las bacterias que me rocío por el cuerpo son las encargadas de hacer todo el trabajo, de mantenerme limpio y libre de olores" ha confesado.
Ha abierto una nueva investigación Después de más de diez años de experimentos, Whitlock se ha unido a otros científicos para lanzar AO Biome, una nueva empresa con sede en Cambridge, Massachusetts, que investiga cómo las bacterias pueden mantenernos limpios y saludables. Hasta el momento han desarrollado la línea de productos Mother Dirt, que consiste en un champú y una espuma limpiadora que respetan el elequilibrio bacteriano del cuerpo y que se pueden utilizar bajo la ducha.
"No se trataba simplemente de dejar de ducharse. El objetivo era saber qué sucedería si volvía a poner estas bacterias que están presentes en la naturaleza en contacto consu piel. Él temía que los productos de aseo que usaba al ducharse las eliminarán”, ha explicado Jasmina Aganovic, la directorade Mother Dirt.
Diferentes estudios sugieren que nuestra obsesión con la higiene corporal puede ser contraproducente y hacernos enfermar, ya que aniquila bacterias buenas como las AOB, que mantienen nuestra piel sana y fortalecen nuestro sistema inmunológico.
¿El fin del champú?
Su ambicioso proyecto de sustituir el jabón y el champú por este espray, y por ello de vender su producto, no conoce límites: «Me gustaría que cien mil millones de personas usaran esto», ha reconocido. De momento, la compañía asegura que en el futuro harán pruebas para probar los beneficios de sus productos por ejemplo para el tratamiento del acné.
Tal como explicó Julia Scott en «The New York Times Magazine», los desarrolladores explican que el espray contene una bacteria conocida como Nitrosomonas eutropha , una especie que se encuentra en el suelo y en el agua no tratada y que, según dijeron los desarrolladores del producto, actúa como limpiador, desodorante y potenciador del sistema inmune de forma natural, alimentándose del amonio del sudor, y transformándolo en nitritos y óxido nítrico. «Son muy inocuas», explicó Spiros Jamas, uno de los responsables de la empresa. De hecho, el espray es transparente y sabe a agua.
La idea de esta compañía surgió cuando Whitlock investigaba cuánto sudaban los caballos y empezó a preguntarse por qué estos rodaban por el suelo para darse baños de arena , al igual que otros muchos animales (como algunos pájaros). Investigó la composición de los microbios ahí presentes y aisló las bacterias que degradan el amonio del sudor.
Una piel más suave
Mientras avanza el proyecto para la secuenciación del microbioma humano (todo el conjunto de microbios que vive dentro o sobre el cuerpo humano) y se siguen añadiendo conocimientos para entender ese universo microscópico, algunos científicos exploran la idea de usar bacterias para luchar contra otras bacterias en vez de usar compuestos químicos. De momento compañías cosméticas como Loréal, Clinique y Esteé Lauder usan varios tratamientos basados en extractos de bacterias.
Tal como informó Julia Scott, la reportera que escribió un artículo acerca del tema en la revista «The New York Times Magazine», al principio no notó diferencia en su olor corporal. Sin embargo, dos semanas después de dejar de usar jabón y champú su pelo empezó a oscurecer y a parecer «cubierto por una capa de aceite». Algunos amigos detectaron un «olor a cebollas» proveniente de sus axilas, pero curiosamente sus pies «no olían en absoluto». En la otra cara de la moneda, su piel «se hizo más suave y tersa» y los poros de su piel comenzaron a cerrarse.