Mientras el resto de los mortales tenemos que esperar pacientemente a la mañana del 25 de diciembre para abrir los regalos de Navidad, Lady Gaga ya ha recibido el suyo. Y para mayor injusticia, el presente en cuestión es uno de esos que solíamos pedir con poca fe cuando teníamos 6 años, porque sabíamos que era poco probable que apareciera debajo del árbol. Estamos hablando de los míticos "quiero un hermanito, un perro, un unicornio, un gato o una ciudad de chucherías".
Y es que ayer mismo, la cantante quedó aluacinada cuando abrió la puerta de su casa y se encontró ese regalo imposible, nada más y nada menos que un pony, eso si muy a lo Gaga, es blanco, tiene los ojos pintados en plan mamarracha y por supuesto no podia faltar los lacitos de color rosado en el cuerpo.
Los directivos de Interscope, su sello discográfico, han ejercido de Papá Noel por un día y han decidido que Gaga ha sido muy buena este año y que por lo tanto se merece recibir ese regalo que había pedido con religiosa devoción.
"Hoy en la entrada de mi casa ha sido entregado un ángel blanco que viene directamente del cielo", escribía la cantante en su cuenta de Instagram junto a la foto de su nuevo pony. "Quiero dar las gracias de todo corazón a John Janick y Steve Berman, y a toda la familia de Interscope. La montaré, cuidaré y querré para siempre. Ha sido toda una sorpresa".
De momento Lady Gaga cierra un 2015 en el que se ha comprometido con su novioTaylor Kinney, triunfa con la balada 'Til It Happens To You' y con 'American Horror Story',presume de tener el mejor disco de jazz del año, ha sido la mujer del año según Billboardy amenaza con un 2016 aún mejor. ¿Será verdad? De momento, Lady Gaga ya está enganchado al caballo. A su nuevo caballo, queremos decir.