Historia de una niña con dos papás
Dos valencianos escriben el primer cuento infantil para niños por gestación subrogada
El matrimonio formado por Luis y Denis con su hija Ornella, de gestación subrogada. / JESSICA SCHEBLY
Luis y Denis son pareja desde hace más de 20 años y matrimonio desde hace tres. Son los padres de Ornella y los autores de Papá, papi y yo, el primer cuento en español sobre la historia de una niña nacida por gestación subrogada. “Creemos que el cuento es una historia de amor con final feliz, de personas que ayudan a otras personas que por alguna razón no pueden concebir. Se trata de una herramienta pedagógica y la mejor forma que encontramos de contribuir al desarrollo ético y moral de la sociedad”, dice Luis Moya. “Es un cuento que explica de forma clara a los niños y a los adultos qué es la gestación subrogada”, señala.
Luis y Denis esperan que su iniciativa ayude a normalizar a las familias como la suya y a muchas otras que no se ajutan al patrón tradicional de padre, madre e hijos. En España, la gestación subrogada (que una mujer geste el bebé y luego renuncie a su relación de maternidad) está prohibida y todavía hay críticas como la reciente del obispo de Córdoba, que opina que las técnicas de reproducción asistida son un “aquelarre químico de laboratorio”. “A nosotros no nos gustan las expresiones vientre de alquiler o madre biológica. Aquí no se alquila ningún vientre. Es una expresión ofensiva. Las mujeres que deciden gestar los hijos de otras personas lo hacen fundamentalmente motivadas por amor, para ayudar a otras personas a realizar su sueño de ser padres. Son niños fruto del amor, del de sus padres y del de la mujer gestante. Además, Ornella no tiene madre biológica. Tiene dos papás. Hay una gestante que la cuidó durante el embarazo y una donante que aportó su carga genética, como en muchos otros casos de reproducción asistida” afirma Denis Zamaro.
Una hermana para Ornella
Luis es profesor de Psicología en la Universitat de València; Denis profesor de italiano en la Escuela Oficial de Idiomas de Quart de Poblet (Valencia). Su hija nació en Estados Unidos gracias a la colaboración de Melissa, una funcionaria que vive en Springfield, a unas tres horas de Chicago, la misma mujer que ahora está embarazada de su segunda hija, Oriana, que nacerá a principios de marzo. “Tenemos un contacto permanente con Melissa por WhatsApp y Ornella la conoce gracias a Skype. Además, podrán conocerse personalmente cuando vayamos a Estados Unidos para asistir al parto de su hermana”, dice Luis. “Melissa es parte de nuestra vida y una persona muy importante a la que amamos y a la que estamos muy agradecidos. A ella y a su marido, que la ha apoyado siempre”, resalta.
La gestación subrogada está perfectamente regulada en Estados Unidos desde hace más de 30 años. Allí la ley exige que la gestante tenga al menos un hijo propio, que goce de buena salud y tenga hábitos saludables. Además, requiere que disfrute de unas condiciones socioeconómicas estables para evitar que lo hagan por necesidad económica, aunque suelen recibir una compensación de entre 20.000 y 25.000 euros, según agencias. Melissa, por ejemplo, que es funcionaria, vive en una casa de 180 metros cuadrados y tiene un nivel de vida medio alto.
Aunque es más caro, Denis y Luis eligieron tener a su hija en Estados Unidos por las garantías legales y sanitarias que ofrece. En la actualidad la gestación por sustitución está regulada también en el Reino Unido, Grecia, México, Rusia, Ucrania, Georgia y Kazajistán, pero excepto en el Reino Unido en todos los países está vetado a parejas homosexuales y solo en Estados Unidos se reconoce la filiación de los padres mediante sentencia judicial. Melissa, la persona gestante, no tiene ninguna vinculación legal con Ornella, la hija de Luis y Denis.
Luis reconoce que la gestación subrogada es un proceso caro y muy complejo. “Los gastos son muchos. Nosotros hemos invertido todo lo que tenemos, pero nada nos puede aportar mayor felicidad. Además, es todo muy complicado por los trámites burocráticos, médicos y legales. La distancia con la gestante lo hace todo aún más estresante”.
En España no hay registros oficiales, pero la Asociación de Familias por Gestación subrogada calcula que cada año nacen unos mil menores españoles con esta técnica en el extranjero, lo que supone una discriminación para las familias que no se lo pueden permitir económicamente. Por ello, la Asociación por la Gestación Subrogada en España, entre otras asociaciones, intenta poner en marcha una iniciativa legislativa popular que reúna el medio millón de firmas necesarias para que el Congreso de los Diputados debata este tema y regule una realidad que ya ha superado a la ley. De hecho, aunque la práctica sea ilegal en España, ya hay sentencias que obligan a registrar a los niños como hijos de dos padres, sin que en su documentación tenga que constar una madre.
Denis y Luis viajarán nuevamente en marzo a Chicago, con Ornella, para ver nacer a su segunda hija Oriana, pero esperan que pronto haya en España una ley que elimine, para otros padres, los obstáculos que han tenido que superar ellos. De momento, gracias a ellos, otros padres ya pueden encontrar en las librerías un cuento donde ver reflejada su familia.
Portada del libro
Con textos sencillos, pero con un lenguaje muy didáctico, Papá, papi y yo, de Ediciones Bostezo, cuenta con las ilustraciones de Mercedes Balaguer. Por ahora solo se encuentra en castellano, pero sus autores ya se plantean la traducción a otros idiomas dada la gran acogida que ha tenido hasta el momento.